“Hace poco José María García me dio la mano y me dijo que era un caballero”
Almería y sus personajes I Juan Andújar Oliver. (exárbitro de fútbol, actualmente comentarista de radio)
Con 14 años pitó su primer partido y al acabar la mili (20 años) lo ascendieron a Tercera
En 1980 subió a Primera, donde permaneció hasta su jubilación

Nos conocimos cuando él comentaba partidos de fútbol en Onda Cero y yo retransmitía procesiones hace ya 25 años. Desde entonces siempre hemos tenido buena amistad. De ahí que cuando lo llamé para hacerle la entrevista me dijo: ”Para ti cuando quieras”. Al día siguiente, desayunábamos juntos durante dos horas.
–Si te digo ‘buenos días, míster rabillo’, vamos a empezar con mal pie...
–No, para nada. Aquello eran las cosas en las que se basaba José María García para tener audiencia, en descalificar a la gente. Me entrevistaron en Radio Nacional y comenté que una jugada la había visto ‘con el rabillo del ojo’, expresión popular en Almería pero que en el resto de España no se usa. Cogió García la anécdota y lo repetía cada noche.
–Tu enemistad con él rebasaba el mundo del futbol.
–Sí, era muy machacón. Una noche me llamó para que justificara una tarjeta que le enseñé a Juanito y me quería poner en conversación directa con él. Le dije que no, que íbamos a discutir y no llegaríamos a un acuerdo. Entonces él me soltó: “Pues si sé esto, usted no habría hablado por estos micrófonos”; a lo que yo respondí:“Usted ha sido quien me ha llamado. Si no quiere que hable, pues buenas noches”.Y le colgué el teléfono.
–Aquella foto del AS con Juanito de rodillas ante ti tapándose la cara partía el alma...
–No paraba de protestarme y le enseñé tarjeta, que le impedía jugar ante el At. Madrid. Como era tan temperamental, se puso de rodillas en el centro del Bernabéu suplicándome un perdón que ya no le podía conceder.
–Justo lo contrario que te pasó con Hugo Sánchez.
–Fue en su etapa en el Rayo. Tenía cuatro tarjetas y me dijo al principio del partido que le enseñara una para limpiarse y poder jugar contra el R. Madrid. Aquella fue mi venganza de las tardes que me había dado. Avanzaba el partido y,por más que protestaba, desplazaba el balón o lo tocaba con la mano, no se la enseñaba. Ya en el descuento, me fui hacia el y se la mostré. Me hizo un gesto de agradecimiento.
–Quince años en Primera te habrán hecho casi rico.
–Mira, por mi primer partido, un At. Madrid - Valladolid, me pagaron 7.000 pts. Por entonces los árbitros éramos amateurs. Eso sí, cuando me jubilé, en 1995, nos pagaban cien mil por partido más la paga de dos millones por temporada. Pero esto nos costó dos huelgas y soportar muchas presiones sociales.
–Se decía que eras el niño mimado de Plaza, tu presidente.
–Pues yo conocí siete presidentes de los árbitros y siempre estuve en Primera. Es cierto que con José Plaza tenía buena sintonía pero la tuve con todos.
–¡Cuántas alegrías te ha dado el arbitraje!
–Muchas. De niño mis ídolos eran Di Stéfano, Kubala y Gaínza. Los tres pasaron como delegados de sus respectivos equipos a firmarme las actas. Aquello era para mi un sueño hecho realidad.
–¿Tu secreto?
–La honestidad y la valentía.He pitado siempre lo que he visto y nunca he aceptado presiones ni prebendas. Alguna vez iba a pagar la comida o el hotel y me han dicho: “Esto está pagado”. He dicho que no y lo he pagado yo.
–El tiempo pone a cada uno en su sitio.
–Lo dirás por la última vez que vi a García, en Radio Marca. Yo iba con los jefes, vino hacia mí, me dio la mano y me dijo: “Me ha demostrado usted que es un caballero”. Le respondí: “Siempre he procurado serlo”.
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