Efecto aspirador: ¿Franquicias a la fuga?
El impacto que puede tener la apertura de grandes superficies sobre el comercio del centro reabre el debate acerca de la necesidad de un plan de acción
Los expertos en comercio le llaman el "efecto aspirador". Es el impacto que la apertura de grandes superficies puede tener sobre el comercio tradicional, el local, que ahora, en el caso de Almería, se enfrenta a la pronta inauguración prevista en octubre del gigante de Torrecárdenas, una iniciativa que trae a la provincia empleo, pero también muchas incógnitas acerca del futuro de las tiendas del centro, con una arteria principal por excelencia, el Paseo, colonizada por franquicias. Las mismas que preparan ya su aterrizaje en la gran superficie de Torrecárdenas, que ofrece un centenar de establecimientos a unos precios más ventajosos que los elevados alquileres que piden a día de hoy los propietarios de los locales del centro capitalino.
El cierre este lunes de Stradivarius se debe, según fuentes consultadas, precisamente al no haber llegado a un acuerdo el grupo Inditex a la hora de renovar el contrato con la propiedad. Cuando aún ayer seguían desmontando la tienda, las dudas acerca de la permanencia o no de Zara en el Paseo -el local se encuentra en alquiler, disponible a partir de octubre-, acecha al comercio tradicional. Zara es sin duda uno de los grandes reclamos y el "efecto aspirador" avanza como la sombra sobre la vía comercial por excelencia al protagonizar el grupo de Amancio Ortega parte de esa colonización de franquicias con marcas como Massimo Dutti y Pull& Bear. Ya cerró años atrás, como lo hiciera McDonald's, Zara Hombre y Bershka.
No hay al respecto planes confirmados por parte de Inditex, si bien es cierto el temor a una huida de franquicias y, sobre todo, de público consumidor, atraído por la novedad y las comodidades de encontrar en el centro comercial de Torrecárdenas, uno de los más grandes de Andalucía, una oferta parecida a la del centro y, para mayor escarnio, completada con salas de cine y espacios de ocio, y el plus añadido de la comodidad de no tener que andar buscando dónde dejar el coche. Al rosario de incertidumbres, se suma otra cuenta, la del número de locales vacíos que hay en el centro histórico. Más de treinta.
Se dice, de forma acertada o por error asumido -teorías las hay al respecto-, que en China la palabra crisis significa también oportunidad. La apertura del centro comercial de Torrecárdenas puede acarrear ese "efecto aspirador" o puede ser también la mecha que precisamente necesita el comercio tradicional para reaccionar y dar con esa fórmula alquimista del oro. "Vamos a seguir luchando por el centro, se vaya o no Zara".
Quien lanza tal lema es el presidente de la Asociación Almería Centro, Mariano Ramírez, que recuerda que el centro comercial de Torrecárdenas es un proyecto que "no ha surgido de la noche al día". Lo deja caer ante el alboroto social porque, como señala, Almería Centro "lleva años viendo el problema y llevando a cabo acciones" dirigidas a refortalecer el pretendido centro comercial abierto del centro. "Zara es una franquicia que mueve mucha gente. A nosotros, desde la central de la marca, nos han dicho que no se van del Paseo, pero si se van, no podemos hacer nada para evitarlo". Es la ley de la calle del sector privado.
La Asociación está empecinada en inyectar al centro dosis de atractivos. Estos últimos años, conjuntamente con el Ayuntamiento de Almería, han dado forma a exitosas en su multitud Noches en Blanco y Noches en Negro, o la novedosa este año Fiesta de la Primavera. "Hacemos actividades enfocadas a los niños por las tardes para que venga gente al centro", añade Ramírez, consciente de que queda camino por delante al plantear "¿cómo afrontar el problema que estamos teniendo?"
Es la cuestión que este lunes reunía en un convocatoria urgente a parte de la junta directiva. Pero será en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, cuando la representación en su totalidad de los comerciantes vuelva a sentarse para configurar un "plan estratégico, no -aclara- contra el centro comercial de Torrecárdenas, sino que haga reflotar el centro". Y es en este punto cuando aflora la necesidad de contar con el respaldo de las administraciones públicas porque, como expone, "¿qué podemos hacer los comerciantes?"
El centro requiere de sinergias de calado que resuciten la actividad comercial. Se habla de la peatonalización como principal salvavidas, unido a actividades lúdicas. Se habla de la importancia de contar con salas de cine. De atraer vida universitaria o de recuperar edificios hoy sin uso como la sede de Correos para actividades que inviten a disfrutar de la zona centro. De una línea de subvenciones al alquiler dirigida a los emprendedores durante los primeros años de arranque del negocio o de la obligación de ornato de los locales actualmente vacíos. Propuestas que se perfilan para ese plan estratégico de acciones.
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