Francisco Javier Mañas: “Ante todo, queremos que no se olvide nunca el atroz asesinato de mi hermano y sus amigos”

El hermano menor hacía la comunión en mayo de 1981, por lo que su hermano Juan decidió venir de Santander con dos amigos

Francisco Javier Mañas Morales, hermano menor de Juan Mañas, hacía la comunión en mayo de 1981.
Francisco Javier Mañas Morales, hermano menor de Juan Mañas, hacía la comunión en mayo de 1981.
Diego Martínez

08 de mayo 2021 - 21:40

Tenía ocho años y hacía su Primera Comunión en Pechina. Su hermano Juan junto a sus amigos Luis Cobos y Luis Montero decidieron venir a acompañarlo en un día tan especial. Ese encuentro nunca se produjo porque los tres jóvenes acabaron muertos a manos de la Guardia Civil.

Cuarenta años después, Francisco Javier Morales Mañas vive en Pechina, y nunca ha olvidado aquel triste hecho que marcó para siempre a su familia. “Es una cosa que nunca se puede olvidar, pasen los años que pasen. Mientras la memoria funcione, esto no se olvida”.

“En estos años me han pasado muchas cosas por la cabeza. Siempre pensé que sólo se condenaron a tres guardias civiles, y no a todos los que participaron en aquel suceso. Luego las condenas fueron muy bajas, y luego tampoco las cumplieron y algunos fueron premiados para que guardaran silencio. Son tantas cosas sin explicación” apunta el hermano menor de Juan Mañas.

Francisco Javier Mañas todavía recuerda la carta anónima recibida en su casa, años después de la muerte de su hermano, escrita a máquina, con muchas faltas de ortografía donde se daban detalles de lo acontecido con su hermano y sus dos amigos en mayo de 1981. “Era un guardia civil que no estaba de acuerdo con lo que se había hecho, nos relataba que habían participado once guardias civiles. Con esa carta creo que en el fondo quería descargar su conciencia”.

En la familia Mañas Morales ha sido María Morales la que ha impuesto su fuerza y temperamento para poder conllevar la tragedia. “Mi madre ha llevado un impulso de coraje, valentía y rabia. Lo peor que le puede pasar a unos padres es perder un hijo, y luego en un acto tan cobarde y humillante como hizo la Guardia Civil. Cogieron tres personas, los torturaron, los mutilaron, los acribillaron a tiros y luego el remate, los quemaron dentro de un coche, sabiendo que eran inocentes”. “Queremos un reconocimiento por parte del Gobierno para que sean considerados víctimas del terrorismo. Fue una atrocidad cometida por unos guardias civiles, y queremos que sea reconocido esto”, asegura Francisco Javier Mañas.

Aunque los años han pasado, el menor de los Mañas recuerda que “mi hermano estaba siempre fuera, pero yo lo veía en verano y navidad. Era una persona alegre, con un corazón grande para la familia y los amigos. Era una persona extraordinaria, y te puedo decir que de los cinco hermanos era el mejor. Me duele mucho haber pasado 40 años sin haber estado con mi hermano, sin saber cómo hubiera sido su vida. Pensar que a una persona con 24 años le quitaran la vida de una manera tan atroz me da mucha rabia”.

Francisco Javier Mañas Morales también recuerda con cariño al abogado Darío Fernández. “Yo tenía ocho y lo recuerdo perfectamente. Lo he visto años después, y es una grandísima persona, un profesional excelente, que se jugó su vida y que fue perseguido y recibió amenazas. Darío es una persona que cada vez que lo escucho hablar me deja asombrado y con la boca abierta. Es una persona maravillosa y una mente prodigiosa”.

La familia con la ayuda de los amigos levantó un monolito en la carretera de Gérgal, en el lugar donde ardió el coche con los tres cuerpos ya fallecidos en su interior. “Ese monolito lo levantamos con la ayuda de amigos y lo vamos manteniendo año a año. El último año con las lluvias el camino se ha deteriorado mucho y le pedimos al Ayuntamiento de Gérgal para que hiciera un arreglo, pero lo ha denegado”.

Francisco Javier Mañas tiene un hijo con 19 años y una hija con 16 años. “Cuando era más joven me planteaba tirar para adelante con el Caso e intentar buscar justicia. Pero al final, no olvidamos lo ocurrido, pero tenemos que seguir viviendo. Ante todo queremos que no se olvide nunca el atroz asesinato de mi hermano y sus dos amigos. Algo inconcebible, que ocurrió ya hace 40 años. Parece mentira pero ha pasado ya mucho tiempo”.

Se ha creado la Asociación Andaluza de Víctimas de la Transición que pide justicia tanto para Juan Mañas como Luis Cobos y Luis Montero y para otros dos jóvenes estudiantes asesinados, cuyos casos siguen impunes.

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