Entrevista al gerente de Fort Bravo-Texas Hollywood. Casi medio siglo dedicado al mundo del cine

Almería

Rafael Molina Perales nació el 21 de junio de 1952 en Enguera (Valencia). Es exespecialista de cine y propietario / gerente del poblado Fort Bravo - Texas Hollywood desde principios de los años 80

Rafael Molina Perales, gerente de Fort Bravo-Texas Hollywood
Rafael Molina Perales, gerente de Fort Bravo-Texas Hollywood / Rubén García Felices

Almería/Ocho de enero, son las dos del medio día, estoy sentado junto a Rafael Molina tomando un Aquarius (él toma un café) en una de las mesas del salón de Fort Bravo mientras suena una música instrumental de fondo del Oeste, hablamos sobre su larga trayectoria en el mundo del cine y su cargo como gerente de estos decorados cinematográficos tan emblemáticos. Nos acompaña en la mesa mi esposa, María Isabel Fernández López (ella bebe una Fanta de limón). Llevo mis preguntas en mi móvil (preparadas en un archivo PDF) para cumplir mi objetivo: volver a publicar una entrevista decente e interesante para los lectores de este periódico. Unas hojas en blanco, un bolígrafo y mi cámara fotográfica esperan por mí y por las respuestas y los retratos de Rafael que capturaré. El clima es inmejorable, nos encontramos inmersos en un ambiente especial donde han sido rodadas muchas de las películas del spaghetti wéstern almeriense. Presiono el bolígrafo y lanzo mis primeras preguntas sobre su vida personal. Rafael empieza a contarnos que ha vivido entre Tabernas, Almería y Roquetas de Mar (donde actualmente reside) desde hace 33 años, que es divorciado y tiene 3 hijos: Rafael Jesús Molina, Marina Amparo Molina y Ángel Santiago Molina. Y que ahora comparte una vida en pareja con la virgitana Mari Paz Vázquez García, de 39 años de edad, con quien tiene pensado casarse próximamente, cuando el COVID-19 se los permita para poder reunir a toda la familia. A continuación hablamos de los entresijos de su profesión. Hoy estamos charlando con un exespecialista de cine y el propietario de uno de los mejores decorados de cine de Europa, que a nivel profesional es muy exigente, muy constante y altamente proactivo. Y a nivel personal es muy agradecido, cercano y, a pesar de estar donde ha llegado, posee una gran sencillez. Rafael tiene experiencia, tiene carácter y le gusta la puntualidad y adaptarse a los nuevos retos que la vida le depara. Después de unas carcajadas proseguimos con la entrevista, y personalmente me deja una grata impresión.

-Háblame sobre tu etapa de especialista de cine.

-Desde que comencé mi carrera cinematográfica a mediados de los años 70 he estado apareciendo constantemente en películas y espectáculos relacionados con este mundo del séptimo arte, transmitiendo mis habilidades y trucos del oficio a las nuevas generaciones de especialistas de cine. Hoy soy el dueño del estudio cinematográfico Fort Bravo - Texas Hollywood, siendo el director de acción que coordina las peleas. Trabajé en el departamento de acción de películas como Conan, el bárbaro (John Milius, 1982) y Las aventuras del barón Münchausen (Terry Gilliam, 1988). En Hundra (Matt Cimber, 1983) hice de doble de riesgo de un actor que interpretaba a un bárbaro. También trabajé en el wéstern Silla de plata (Lucio Fulci, 1978), preparando y tranquilizando a los caballos de los actores. Asimismo, durante nueve años he llevado a cabo una trayectoria en la que he realizado persecuciones de coches y motos en diversos rodajes para televisión y cine en Alemania, Francia y España.

-Has sido doble de acción en series de televisión como Curro Jiménez (Antonio Larreta ‒creador‒, 1976-1979) o Las aventuras del Joven Indiana Jones (George Lucas, 1992-1996). ¿Me puedes decir a que actores has doblado en estas dos series televisivas? ¿Recuerdas algunas escenas arriesgadas que tuviste que realizar?

-Sí. En Curro Jiménez participé en cinco o seis episodios e hice de doble de riesgo de actores que interpretaban a caciques locales. Con alegría recuerdo mi participación en los capítulos "La media luna" y "La noche de la garduña", ambos dirigidos por Pilar Miró, una mujer con personalidad y profesionalidad que se hacía respetar. La serie Las aventuras del Joven Indiana Jones fue un proyecto en el que trabajé de caballista y especialista profesional; como especialista estuve al lado de un actor mexicano para protegerlo delante de una detonación, además realicé multitud de saltos en el rodaje de explosiones.

-Alrededor de 1980 compraste junto a tu socio Paco Ardura el poblado de Fort Bravo - Texas Hollywood. ¿Cómo viviste esta nueva experiencia como empresario? ¿Y cuál fue el reto más comprometido al que os enfrentasteis?

-La vida me hizo empresario a la fuerza. Porque cuando necesitas salir adelante económicamente y empiezas un proyecto laboral nuevo de tal envergadura y responsabilidad como éste, moviendo papeleos sin conocimientos previos ni dinero, es muy complicado. Fue verdaderamente difícil, pero ahora estoy orgulloso de todo lo que he conseguido. Nuestro reto principal fue el mantener en pie el poblado, y que fuera lo más auténtico y realista posible.

-Nómbrame algunas producciones que se hayan rodado aquí desde que eres propietario.

-Por ejemplo, la mencionada serie Las aventuras del Joven Indiana Jones, el telefilme Un dólar por los muertos (Gene Quintano, 1999) y los largometrajes 800 balas (Álex de la Iglesia, 2002), Los Dalton contra Lucky Luke (Philippe Haim, 2003) y Los hermanos Sisters (Jacques Audiard, 2018), entre otras tantas producciones. Debo resaltar que el guión de 800 balas fue escrito para Fort Bravo, la cual fue rodada aquí completamente, ya que se trata particularmente de un filme inspirado en la vida real de un especialista de cine de este poblado.

-Respecto a tus empleados. ¿Cómo ayudas a tu personal a crecer profesionalmente?

-Les aporto mi experiencia profesional enseñándoles trucos de público y nociones básicas a la hora de trabajar con espectadores y cámaras. Entre otras cosas, les explico cómo ignorar las cámaras y fotografías mientras actúan en un espectáculo de acción o de baile, cuál es la actitud ideal para interpretar a los distintos personajes, o de qué forma se trabaja mejor con los caballos. Y por otro lado a los chicos los preparo para que sean verdaderos especialistas de cine y acción. Tengo que hacerles creer en sus posibilidades y sacar de cada uno lo mejor que tiene, con el objetivo de que puedan creer como especialistas y que en un futuro ejerzan los cargos de jefes de equipo o coordinadores. Para ayudarles a que se valoren a sí mismos, siempre intento que estén rodeados de los mejores profesionales, algo que considero esencial en esta profesión. Y si alguien se viene abajo, pues, le apoyo emocionalmente y le motivo para que ame lo que hace y sea responsable (la mayoría son jóvenes).

-Si quieres trabajar con caballos de la forma correcta, ¿qué debes aprender?

-Más que nada, debes aprender a saber cómo adaptarte mejor a ellos, porque cada caballo tiene su personalidad y carácter propio al igual que las personas. Son unos animales muy sensibles y, por este motivo, a algunos caballos hay que tratarlos con más tacto que a otros. El caballo necesita calma, honestidad y confianza, pero la verdadera confianza hay que ganársela. La buena comunicación (tanto verbal como no verbal) con el animal es esencial, sino el caballo se alejará. También está la actitud del equino, que determinará la labor y función que desempeñará en el poblado. Puede ser un caballo bravo, vigoroso, social o asustadizo, tranquilo o tristón. Por poner un solo ejemplo: en Fort Bravo tenemos, en particular, un caballo que sabe hacerse el muerto tirándose boca arriba, por lo que este animal es siempre utilizado para las escenas que requieren de su habilidad.

-No es la primera vez que realizas el acto de entrega de un premio otorgado por el Almería Western Film Festival (AWFF). Pero dime, ¿qué supuso para ti el haber entregado en persona a Franco Nero, en presencia del alcalde de Tabernas, José Díaz, el "Premio Tabernas de Cine" durante la última edición del AWFF 2021?

-Una alegría el darle el premio, ya que este actor es todo un icono del wéstern. El solo hecho de estar a su lado, ya es grande.

-Se rumorea que tras el triste fallecimiento en 2007 de uno de los especialistas que aquí trabajaban se vienen produciendo hechos extraños atribuidos a esta desgracia. De hecho, el escritor y antiguo colaborador del programa de televisión Cuarto Milenio, Alberto Cerezuela, investigó hace un tiempo este tema. ¿Qué me puedes decir sobre "El fantasma de Fort Bravo"?

-En Fort Bravo no existe un solo fantasma; hay muchos. Antes de morir, algunos famosos y personas que han trabajado en el mundo del cine han pedido que echen sus cenizas al poblado. Y esto para mí es un orgullo, ellos y ellas también son parte de Fort Bravo. Estos "fantasmas buenos" nos protegen a todos y todas en los malos momentos.

-¿Qué proyectos futuros tienes para el poblado?

-De momento estoy construyendo unos almacenes para guardar material y usarlos cuando haga falta, y se están aumentando las casas del poblado minero. Tengo en proyecto poner más cabañas en el camping para que se puedan hospedar los actores que vienen aquí a rodar y que cuando no haya rodajes, se alojen los clientes que sueñan con pasar un día en el Viejo Oeste.

-Una vez finalizamos la entrevista, mi mujer y yo acompañamos a Rafael a la calle para tomarle un retrato y darle las gracias por su cálida acogida.

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