Fernando VII y los realistas
El rincón de la historia
En Cabezas de San Juan, triunfó la Revolución Liberal, fue intensa la propaganda de la masonería inglesa, que se extendía en Cádiz diezmando el espíritu españolista
La población almeriense celebró con 13 días de fiesta la vuelta a España del Rey Fernando VII en mayo de 1814, folletos de la época narraron el acatamiento de nuestra ciudad al entonces anhelado Rey Deseado. Fernando Ochotorena , “ Historia de una Ciudad” –Almería siglo XIX-, recoge el entusiasmo del pueblo español ante el regreso de su Rey. El Rey Fernando no acató la Constitución gaditana de 1812, lo cual produciría la dura oposición de sectores liberales.
La población almeriense celebró con 13 días de fiesta la vuelta a España del Rey Fernando VII en mayo de 1814, folletos de la época narraron el acatamiento de nuestra ciudad al entonces anhelado Rey Deseado. Fernando Ochotorena , “ Historia de una Ciudad” –Almería siglo XIX-, recoge el entusiasmo del pueblo español ante el regreso de su Rey. El Rey Fernando no acató la Constitución gaditana de 1812, lo cual produciría la dura oposición de sectores liberales.Los sucesos que conllevaron el alzamiento del ejército en Cabezas de San Juan, Cádiz, Enero 1820, tras la sublevación del Coronel Rafael Riego con unos 16.000 hombres que estaban destinados a marchar hacia las Américas de Tierra Firme – Colombia y Venezuela fundamentalmente- supondría un durísimo irreparable golpe para la política del Gobierno Español de mantener con las armas el Continente Sur americano, cuestión que mantenía con heroísmo el General don Pablo Morillo, que había reconquistado Cartagena de Indias para la Corona española, y necesitaba refuerzos de la Metrópoli, España, para seguir manteniendo la Soberanía de España en América, como había sucedido durante 300 años.Estaba preparados 17 barcos mayores para tal finalidad en Cádiz, eran escasos los que procedían de la compra de los barcos rusos, los buques negros, estaba preparado tres de ellos de 70 cañones, más 14 barcos españoles, algunos comprados a Francia, de buen navegar… era inmenso el esfuerzo realizado por nuestro Estado para enviar aquella expedición a las Américas, la flota se conseguiría reunir tras altos impuestos en nuestra nación, provocando sublevaciones en ciudades, destacando la de Bilbao.
Era sumamente importante reforzar las tropas de la causa española defendida por el General Morillo desde la expedición de 1815, con 10.000 soldados españoles, que mantenían el pabellón de España en América. En Cabezas de San Juan, triunfó la Revolución Liberal, fue intensa la propaganda de la masonería inglesa, que se extendía en Cádiz diezmando el espíritu españolista de nuestros oficiales –los militares españoles que hicieron con los patriotas la Guerra de la Independencia ascendieron en graduación, se acomodaron viviendo en España y obteniendo honores, las campañas masónica inglesas contrarias a la fiera Guerra en el lejano Continente tuvieron resultados favorables a Inglaterra- propaganda favorecida por la cercanía de la colonia británica en Gibraltar, encaminada para que la flota de España no partiese a las Américas, además de los apoyos de los norteamericanos favoreciendo a los insurgentes en Sudamérica.
Triunfó el levantamiento liberal de enero de 1820, en España se proclamó nuestra querida Constitución de 1812, pero el ejército español no reforzó a la causa española en las tierra americanas y por los liberales se ordenó al glorioso General Morillo pactar la rendición con el General Bolívar, aunque anteriormente Pablo Morillo había derrotado al General insurrecto Miranda. No se pudo enviar ninguna otra expedición española a las Américas… triunfó nuestra Constitución, pero se perdieron las Américas en un siglo en el que Francia, Inglaterra y Estados Unidos ensanchaban sus dominios y España se empobrecía.
Consiguiendo norteamericanos e ingleses que sus intereses económicos se instalasen en las nuevas naciones Iberoamericanas.Con la invasión de los Cien Mil hijos de San Luis, que ocuparon España, se repuso en el poder Absoluto a Fernando VII, Almería fue ocupada por los franceses el 18 de Agosto de 1823, en nuestra ciudad hubo cooperación con los ocupantes Absolutistas para mantener y alimentar a las tropas francesas mandadas por el Duque de Angulema, hermano del Rey de Francia. Se supo en Almería el 4 de Octubre de 1823 que el Rey Fernando había salido de Cádiz el 1 de Octubre de 1823, abandonando la sumisión que sufría por parte del Gobierno Liberal, consiguiendo el amparo de las tropas francesas que reponían su ansiado Poder Absoluto. La reacción de amplios sectores almerienses serían favorables al Rey Fernando. Hubo Repique general de Campanas en la Ciudad, luego amplios sectores del clero estaban con el Rey Absoluto. Salvas de Artillería y numerosos Cohetes, así importantes sectores militares estaba con el Rey Absoluto. También se iluminaron los edificios de la ciudad, hecho que se realizó sin necesidad de avisar previamente a los vecinos, luego sectores populares estaban con el Rey Fernando en sus ideas Absolutistas –Artículo de Cristóbal Bordiu.
El Ferrocarril, 8-11-1899-. Aunque hubo realistas en Almería, también existieron intentos de resistencia liberal por parte de milicianos liberales el 18-8-1823, para impedir la entrada de los Absolutistas franceses, pero fueron desaconsejados por el mismo General liberal Ballesteros que había sido derrotado por los franceses en fechas finales de Julio en tierras de Jaén. También fracasó la sublevación liberal en Almería de mandos militares, el Brigadier Aizpurna y el Capitán Faba, 23-10-1823, vencidos y hechos prisioneros por los Absolutistas. En Almería se dieron importantes simpatías hacia el Absolutismo, aunque existieron igualmente sectores militares y ciudadanos favorables al sistema liberal, destacó el político liberal y acaudalado propietario Joaquín Vilches. En tiempos cercanos a Agosto de 1824, fecha del ataque de los Coloraos, el pueblo almeriense, generalmente el español, deseaba un sistema de Gobierno paternalista, entre las personas predominaba el analfabetismo, querían Gobiernos que les protegiesen, durante la pasada Guerra de la Independencia el Rey añorado era el Deseado, Fernando VII.
Aunque posteriormente la literatura liberal lo presentase como Traidor y Felón, pero algunos de estos escritores estuvieron gran parte de sus vidas pagados por Gobiernos enemigos de España y propagaron y cantaron la independencia de los países americanos, caso de Félix Mejía. La acción de los Coloraos sobre Almería también tenía intereses mineros, Antonio Santos declaró que pensaban embarcar en Almería de 10.000 a 15.000 Quintales de plomo y otros iguales de Alcohol (Archivo Ministerio de Justicia, legajo 7972). Sería el Regente de la Chancillería de Granada, Antonio Parra, quien en fecha 8-9-1824 solicita al Gobierno que en las Minas de las Alpujarras se permita la libre explotación en beneficio de los habitantes de Almería, Gádor, Benhadux, Rioja que recientemente vencieron a los revolucionarios –expedición de los Coloraos-, siendo la libre explotación de las minas el único medio de subsistencia para que 20.000 familias vivan de su trabajo.
Estancando las minas aumentarían los revolucionarios, por los miles de mineros que en ellas trabajan, se multiplicarán los ladrones y asesinos en los caminos. Además el Rey podría obtener 500.000 reales mensuales de rentas. Debería implantarse en las Alpujarras –así en la Sierra de Gádor- el Real Decreto de 1817 de libre comercio de Alcoholes y plomo. La libre explotación de minas de plomo y alcohol se obtuvo, según carta de 28-9-1824 de mineros y fabricantes de plomo de Granada al Secretario de Gracia y Justicia, así se suprimieron los monopolios en Minas de Alcohol y Plomo en Alpujarras y Costas Granadinas; benefició el Rey Fernando a los que defendieron su causa realista en Almería frente al ataque liberal de los Coloraos, a los vecinos de Almería, Roquetas, Félix, Vícar. Fernando VII premió con la gran riqueza minera a los almerienses, causa del auge de la Ciudad y Provincia en el siglo XIX (A. M. Justicia, leg. 7973).
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