Felipe González explota contra Sánchez: "Me siento engañado"
El ex presidente del Gobierno asegura que el secretario general le garantizó la abstención para Rajoy
El PSOE se ha convertido en un polvorín y para colmo el ex presidente del Gobierno Felipe González encendió ayer más los ánimos al acusar a Pedro Sánchez de haberle "engañado" cuando le aseguró el pasado mes de julio, con el segundo batacazo en las elecciones generales del 26 de junio humeante, que pensaba abstenerse para poner la luz ámbar a la investidura de Mariano Rajoy y acabar con el desgobierno. "Me siento frustrado, como si me hubieran engañado. No tenía ninguna necesidad. Me dice pienso hacer esta cosa y luego hace otra cosa completamente distinta", declaró en los micrófonos de la cadena Ser desde Chile.
González también le estropeó el desayuno al desfondado líder socialista al afearle su escasa comunicación con el pelotón de barones críticos y cuestionó sus planes de convocar primarias y un congreso exprés, amén de mostrar su rechazo a que Sánchez se atrincherara aun recibiendo un revés del Comité Federal este sábado. "En la cultura del partido, si el Comité Federal fija una posición, abstención, no abstención, voto en contra o medio pensionista, esa posición mayoritaria la asume todo el mundo y si el secretario general no la quiere asumir, obviamente tiene que dimitir", sostuvo González.
A su juicio, es "absurdo" que el PSOE celebre un congreso mientras no haya Gobierno y recordó que ésta fue la tesis que defendía antaño el propio Sánchez. "Pero lo que es lógico hace tres meses ahora sería completamente ilógico. El partido no debería estar metido en problemas internos mientras un país necesita resolver la formación de Gobierno", insistió el ex presidente del Gobierno.
Para el ex presidente, "el fondo del problema" es que Sánchez y su equipo pelean para que el PSOE "sea un poco más grande que Podemos" cuando el objetivo es ser "la alternativa al PP". "Nuestra pelea no es si hay o no sorpasso, como es la pelea de los otros. Nuestro proyecto es ofrecer una alternativa a ese Gobierno que no le gusta y a mí tampoco", añadió González, que remató la faena con una sugerencia: "El PSOE se debe abstener; hoy lo opino con más fuerza".
Sánchez tomó buena nota del tirón de orejas, pero ni se amilanó ni mucho menos se movió de su posición, amurallado entre su declinante autoridad -"respeto las opiniones de González, pero las decisiones las toma esta Ejecutiva y en primera persona yo, que soy el secretario general"- y el mandato del Comité Federal del pasado julio: "Es el Comité Federal del PSOE el que fijó la posición socialista ante la investidura de Mariano Rajoy, tanto en la legislatura anterior como en la actual", subrayó Sánchez.
Si González estalló, Sánchez también se desató y admitió abiertamente la existencia de "bandos" en sus filas. "Felipe González está en el bando de la abstención, yo estoy en el bando del voto en contra a Mariano Rajoy y crear un Gobierno alternativo. A mí me gustaría saber en qué bando está Susana Díaz", se preguntó el líder socialista en una entrevista en Eldiario.es.
Desatado, sí, Sánchez se apresuró a pedir a los miembros de la dirección que no están a gusto que presentaran su dimisión. Dicho y hecho, la mita de la Ejecutiva ya ha cogido los bártulos, pero él sigue ahí, como incombustible.
Como González, que anoche mandaba desde Chile otro recado: "Todos los líderes políticos tienen que asumir la responsabilidad de sus propios actos".
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