La Federación de Parques Nacionales apuesta por el único desierto de Europa
L El futuro del Paraje Natural de Tabernas
El presidente del Europarc en España, Hermelindo Castro, propone retomar la iniciativa diez años después · Tendría más protección y sería un revulsivo turístico para la comarca
El desierto de Tabernas, el único que existe en nuestro continente con una extensión aproximada de unos 150 kilómetros cuadrados, se ha convertido en una apuesta de futuro para la Federación de Parques Nacionales de Europa (Europarc) que considera que los ecosistemas desérticos todavía no gozan del reconocimiento que merecen. El profesor de la UAL y presidente de la sección española de Europarc, Hermelindo Castro, mantiene que el paraje natural de los subdesiertos de Tabernas tiene "calidad y categoría suficiente" para ser catalogado como parque nacional y plantea que sería muy positivo para la provincia retomar la iniciativa emprendida en el año 1999 por la Consejería de Medio Ambiente para darle una mayor protección y aprovechamiento. En aquel momento se frustró por las reticencias de ayuntamientos de la comarca en la que se localiza el ecosistema, pero Hermelindo Castro considera que a día de hoy no encontraría ningún obstáculo y todo serían beneficios para la provincia, principalmente por el impulso al turismo ecológico y las inversiones millonarias.
El único hándicap que podría existir a día de hoy, según detalla a Diario de Almería el doctor en Ciencias Biológicas y director del Centro Andaluz de Evaluación del Cambio Global, sería la caza. La declaración de parque nacional implica la prohibición total en las zonas afectadas por la protección de cualquier actividad cinegética. "Los hándicaps de hace unos años, como la prohibición de la caza, son infinitamente menores que los beneficios que supondría esta declaración y la rentabilidad de iniciativas como el ecoturismo", añade.
El máximo dirigente en nuestro país de Europarc, entidad de la que forman parte el Ministerio de Medio Ambiente y los gobiernos autonómicos, entiende que esta posibilidad debe ser impulsada, para que pueda llegar al Consejo de Ministros, por la Consejería de Medio Ambiente, que debe hacer una propuesta, como ya ocurrió a finales de los noventa, en la que se justifique el alto valor paisajístico y la rica biodiversidad del desierto de Tabernas. En este sentido, el delegado provincial de Medio Ambiente, Clemente García, ha argumentado a este periódico que "el Gobierno andaluz está abierto a estudiar todas aquellas propuestas que puedan surgir en torno a este paraje y que sean fruto del consenso de todas las partes implicadas". El delegado recuerda que el ecosistema es paraje natural desde 1989 y también es Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). "Se trata de unas figuras de protección que garantizan la conservación y el mantenimiento de uno de los espacios naturales más excepcionales que tenemos en la provincia de Almería y que representa un enclave de primer orden internacional". La Junta ya está trabajando en la elaboración de un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del entorno para regular sus aprovechamientos y la realización de actividades económicas y sociales.
El paraje natural cuenta con una extensión de alrededor de 11.625 hectáreas y afecta a los municipios de Tabernas, Gádor, Santa Cruz, Alboloduy y Gérgal. Según los estudios elaborados por especialistas de la Universidad de Almería, el desierto se caracteriza por albergar un elevado número de elementos endémicos y un gran riqueza paisajística, siendo además un ecosistema natural de interés que hasta ahora no ha sido reconocido en ninguno de los parques nacionales ya existentes. El proyecto frustrado que hace diez años se presentó hace diez años en Madrid, dirigido por el biólogo Juan Mota, se extendía a lo largo de 24.482 hectáreas desérticas y dejaba bien claro que sería un atractivo especial para el turismo de naturaleza y que obligaría a los habitantes de la comarca a tener que reorientar sus actividades empresariales. Según explica la Consejería de Medio Ambiente, el desierto de Tabernas presenta un elevado número de especies vegetales que son únicas en el mundo y ofrece una ingente y rica variedad de recursos ambientales, sobre todo geológicos. El paisaje acarcavado esconde un museo natural a escala real, vivo y único en Europa por su interés para el estudio de los procesos y formas erosivas y de la relación de los mismos con los fenómenos geológicos acaecidos en los últimos 8 millones de años.
Hermelindo Castro considera que la declaración del desierto de Tabernas como parque nacional conllevaría ingentes beneficios para la comarca. "Además de dar mayor protección al ecosistema, la zona de influencia percibiría grandes inversiones y se lograría contar con un turismo planificado y ordenado. La potencialidad y la rentabilidad del ecoturismo es grandísima", concluye. El futuro del desierto puede ser de cine.
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