Muere Mariset Morales, una luchadora

'Su vida, su cáncer'

La joven almeriense que ha fallecido reivindicando dignidad y trato humano para los pacientes con cáncer

Denunció a través de este periódico: "He sido mi propia oncóloga"

Mariset Morales durante la entrevista con Diario de Almería en la que decidió hacer pública su historia
Mariset Morales durante la entrevista con Diario de Almería en la que decidió hacer pública su historia / Javier Alonso

"Mariset ya no está con nosotros, está descansando. Vuela alto...". Es el mensaje que sobre las ocho de la tarde del domingo se publicó en su perfil de Instagram y que sobrecogió a quienes la conocían. En cuestión de minutos inundaron sus redes sociales miles de mensajes de condolencia, de ánimo a la familia, de recuerdos que ensalzaban su valentía, su sacrificio por aferrarse a la vida y las ganas que tenía de vivir, recuerdos que ella misma se ha encargado de difundir para que así se le recordara llegado un día como el de hoy. Su afán de sentirse bien y de hallar tratamientos nuevos, innovadores, han sido su bandera en este tiempo de lucha contra la cruel enfermedad, así como también su batalla para que todos los pacientes con cáncer reciban un trato más humano y profesional.

Conocido es su caso en Almería por sus reivindicaciones y protestas hacia el Hospital Universitario Torrecárdenas, donde le fue diagnosticado el cáncer de mama metastásico y donde recibió los primeros tratamientos. Siempre defendió su verdad, una "concatenación de errores” por parte de los oncólogos del Hospital Torrecárdenas a la hora de tratar su enfermedad. Y la explicación era, como ella misma trasladó a este periódico, "la falta de pruebas diagnósticas" como un TAC u otras similares para determinar el alcance de la enfermedad.

"Desde que me diagnosticaron el cáncer siento que llevo una doble carga, la de llevar mi propia enfermedad, un cáncer con metástasis hepática y ósea, y encima ser mi propia oncóloga”. Es la frase con la que contó a toda la sociedad almeriense en un reportaje su estremecedor caso. Con hacer pública su historia solo pretendía "que nadie más pasara por el calvario que ella había sufrido". Su misión no era otra que “evitar que este tipo de errores se sigan cometiendo con otros pacientes en Almería”, como sentenció de forma contundente a este periódico.

Ha sido un ejemplo para muchos pacientes oncológicos, no sólo de Almería, sino de muchas partes de España que se pusieron en contacto con ella a raíz de sus habituales publicaciones en Instagram, Facebook y medios de comunicación. En uno de sus últimos post contaba a través de un vídeo cómo se sentía y que había tenido que acudir a urgencias para mitigarlos.

Ha fallecido con 33 años sin dejar ni un segundo de luchar y así la recuerda su familia, amigos, compañeros de trabajo y esta que escribe el reportaje.

Hasta el último día queriendo ayudar, aportar, su meta era avanzar

Hasta el último día Mariset Morales ha querido ayudar, aportar, su meta era avanzar en investigación para que la ciencia hallara tratamientos que curaran el cáncer. Uno de sus últimos proyectos lo quiso compartir con Diario de Almería para invitar a la sociedad a participar y aportar su grano de arena.

Impulsó una iniciativa que ha gozado de éxito desde el primer momento por la originalidad y por la finalidad. Arena del Cabo de Gata en una cápsula de metacrilato con forma de lazo que simboliza la necesidad de sensibilizar a la población y de dar visibilidad a una enfermedad que cada día padecen más personas en Almería y en el mundo entero. Una patología que necesita de la implicación de toda la sociedad para obtener un compromiso firme y ayudar en la financiación de proyectos de investigación, porque la ciencia es la única vía para hallar la curación.

De la mano de la empresa de artesanía Buena Pita, Mariset Morales emprendió el camino de la venta de llaveros solidarios, como ella decía:“Los más bonitos del planeta”. Están hechos a mano con mucha dedicación y cariño, y con un producto natural de un paraje inigualable que aporta la fuerza y vitalidad necesaria para un proyecto semejante. Solo hay que ver el proceso de confección para darse cuenta de lo especial que llegan a ser.

La recaudación de la venta de llaveros es para la Fundación Contigo para la investigación del cáncer de mama metastásico. El precio de cada uno es de 15 euros y se envían a domicilio por sólo un euro más.

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