La Escuela Infantil San Pablo despide con cariño a sus niños de dos años

Los pequeños celebraron su 'graduación' el viernes, con birretes y diplomas incluidos Las profesoras preparon manualmente la pasarela y las bandas que se pusieron los alumnos

La Escuela Infantil San Pablo despide con cariño a sus niños de dos años
La Escuela Infantil San Pablo despide con cariño a sus niños de dos años

Es época de graduaciones y puestas de bandas, pero no solo los estudiantes que acaban el instituto ni los universitarios que finalizan sus carreras celebran este acontecimiento. También los más pequeños, los que finalizan la Escuela Infantil, se visten de gala y tiran sus birretes al aire para conmemorar su paso al colegio.

Y precisamente eso es lo que hicieron los niños de dos años de la Escuela Infantil San Pablo en Almería. Los pequeños festejaron el viernes el fin de su etapa en el primer ciclo de infantil ataviados incluso con bandas y birretes que las propias profesoras habían hecho a mano. "Todo estaba hecho por nosotros", explica Mely Raya, la directora pedagógica de la Escuela. "Apostamos por la estética de Los Pitufos y todo era de color azul", cuenta. Montaron una pasarela por la que los pequeños, el centro indudable de atención de la tarde, desfilaron bajo la atenta mirada y los aplausos de sus padres y familiares que no quisieron perderse el evento.

La Escuela Infantil San Pablo acoge a niños que tienen desde meses hasta dos años de edad. "Somos una escuela de la Junta, pero tenemos gestión privada", explica Esperanza Fernández, la propietaria del centro. "Actualmente tenemos 41 niños inscritos: ocho bebés, 13 niños de un año, y 20 de dos", concreta.

Como todas las escuelas, tienen que cumplir una serie de objetivos educativos, pero sin duda, la mayor prioridad es siempre "que los niños estén contentos, que aprendan jugando y que disfruten", explica Mely Raya.

Los pequeños gozan de una atención totalmente especializada, ya que hay una profesora por curso, además de una persona de apoyo. "Además siempre tenemos una o dos becarias de la Universidad que hacen aquí sus prácticas", cuenta Mely. "Esto está muy bien porque así nos reciclamos", añade. Con el mismo objetivo, los pequeños tienen siempre a la misma profesora, desde que entran con apenas meses, hasta los dos años. "Tratamos de buscar esa confianza con los padres, además para nosotras es mucho más fácil, ya que ya conocemos a los niños y se crea un vínculo", explica Mely.

En cuanto a horarios, el centro es muy flexible. Está abierto desde las 7:30 hasta las 17:00 horas, incluyendo desayuno, comida y merienda. Pero los padres tienen opción de recoger a sus hijos antes de la hora de cierre si así lo prefieren. "Tratamos de facilitar a los padres que puedan conciliar la vida laboral y la familiar, por eso ofrecemos un horario flexible", comenta Mely. Por esta misma razón, la Escuela San Pablo no cierra sus puertas durante los puentes, Semana Santa o Navidad, únicamente cierra el mes de agosto y los festivos.

Por tanto, se trata de una Escuela en la que los niños pasan todo su primer ciclo de infantil, atendidos siempre con todo el cariño y la cercanía posibles. Los pequeños que se despidieron el viernes de su etapa en San Pablo afrontan un desafío nuevo el año que viene, el del colegio. Pero, sin duda, serán recordados con afecto por las profesoras que han pasado con ellos sus primeros años y que, como quien dice, les han acompañado durante sus primeros pasos.

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