Entrevista a Ignacio López, guía del Museo José María Álvarez de Sotomayor

Almería

Ignacio López ha demostrado que, aún con discapacidad, si se quiere, con trabajo, esfuerzo y muchas ganas, se puede triunfar en la vida

Ignacio López, guía del Museo José María Álvarez de Sotomayor / Rubén García Felices
Rubén García Felices

08 de abril 2023 - 23:57

Almería/El equipo de un museo esconde tras de sí mucho más de lo que parece. El director, conservadores y restauradores museísticos, catalogadores, investigadores, personal administrativo y de relaciones públicas, pero también el trabajo de quienes como Ignacio acompañan, muestran y explican al visitante un itinerario establecido para que todas las piezas y colecciones museísticas sean conocidas. Durante 9 años, Ignacio López Mulero (Cuevas del Almanzora, 1991), el pequeño de tres hermanos, trabaja como guía del Museo José María Álvarez de Sotomayor de Cuevas del Almanzora (Almería). Un museo dedicado al ilustre poeta y dramaturgo cuevano. Ignacio es voluntario. Él es uno de esos trabajadores que están siempre dando el 100%, a pesar de tener una gran discapacidad física. Lleva desde marzo del 2014 trabajando en el museo, unas instalaciones que no sólo son su lugar de trabajo, sino que también le han supuesto llevar una vida como los demás. Ignacio, además, es historiador y escritor, y ha realizado varias publicaciones en revistas de historia. Por lo demás, Ignacio disfruta, como el resto del mundo, de sus ratos en familia, y disfruta yendo de viaje, siendo la escritura y la lectura su principal afición. Muy querido por los compañeros del museo, pero también por los vecinos del pueblo donde nació, habla con orgullo de su trabajo porque contribuye a que la gente tenga muy presente la memoria de Álvarez de Sotomayor.

R. G. F.: ¿Qué tipo de discapacidad tienes?

Ignacio: Desde poco después de nacer, y por razones que no se aclararon, desarrollé una gran discapacidad física. Tengo un 70% de discapacidad y para poder andar necesito la ayuda de dos bastones.

R. G. F.: ¿Recuerdas cómo fue tu infancia?

Ignacio: Gracias a mis padres he tenido una infancia como cualquier otro niño de mi edad, la única diferencia es que de vez en cuando tenía que viajar a Huércal-Overa y a Madrid para pasar consulta médica por mi situación de discapacidad.

R. G. F.: ¿Cómo surgió tu interés por la historia?

Ignacio: Al principio quería estudiar periodismo deportivo, pero finalmente me decanté por la carrera de Historia, ya que era otra de mis pasiones. A mí, personalmente, me encanta la Historia Moderna y Contemporánea, así como también la Historia Medieval y Moderna. Igualmente me fascina la Historia del Arte, pues, entre otras cosas, sirve para entender los monumentos. Si tuviera que quedarme con algún tipo de arte me quedaría con el arte gótico y el musulmán. La historia también sirve para comprender el mundo que nos rodea y conflictos como el de Ucrania. Un ejemplo: el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial y que fue el germen de la Segunda Guerra Mundial, por las duras sanciones impuestas a Alemania que provocaron el ascenso del nazismo en este país.

R. G. F.: ¿Qué es lo que más te costó aprender cuando empezaste a trabajar como guía del Museo José María Álvarez de Sotomayor?

Ignacio: Lo que más me costó fue habituarme al trabajo en sí, porque llevaba mucho tiempo encerrado en mi casa y no había trabajado nunca. Pero sobre todo me fue difícil acostumbrarme a trabajar con compañeros de trabajo, porque nunca lo había hecho.

R. G. F.: ¿Cómo es un día a día en tu trabajo?

Ignacio: Llego con mi madre a las 10:00 y estoy allí hasta las 13:30 horas, y luego por la tarde trabajo desde las 16:30 hasta las 19:00 horas. Durante esas horas atiendo a todos los visitantes que van al museo. Mi función es la de enseñar el museo a los turistas y visitantes, y explicarles la biografía y las anécdotas del ilustre poeta cuevano.

R. G. F.: ¿Cuáles son los aspectos de tu trabajo que te gustan y cuáles son los que no te gustan?

Ignacio: Me gusta aprender la historia de mi pueblo (de Cuevas del Almanzora), disfrutar de mi trabajo y sentirme útil y realizado. A lo largo de estos nueve años he conocido en el museo a mucha gente de España, Europa y de otros países del mundo. Con todos ellos he podido compartir experiencias y conocimientos. Lo que no me gusta no sé decírtelo ahora.

R. G. F.: ¿Cómo es la afluencia del museo?

Ignacio: Depende del mes, entre octubre y febrero la afluencia es poca, pero, la cosa cambia a partir de febrero, gracias a los grupos de visitas que recibimos y al buen tiempo.

R. G. F.: Durante los últimos años, el museo, ¿ha recibido la visita de alguien especial?

Ignacio: Sí, hemos recibido a la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y al actual subdelegado del Gobierno de España en Almería, José María Martín, entre otros.

R. G. F.: No puedo evitar preguntarte por la reciente renovación y mejora del espacio expositivo del museo que, entre otras cosas, ha dado lugar a una nueva distribución de los elementos museísticos. ¿Qué ofrece este nuevo recorrido por este particular museo?

"Lo primero es soñar y después luchar por tus sueños"
Ignacio López / Rubén García Felices

Ignacio: Como sabes, el museo tiene como objetivo acercar a los visitantes la figura del poeta y dramaturgo Álvarez de Sotomayor (1880-1947). El Museo tenía mucha falta de mejoras porque estaba muy anticuado y no atraía a la gente. La renovación se inauguró oficialmente el día 29 de marzo y divide al museo en cuatro partes bien diferenciadas: en la primera se nos habla de su vida, inicios literarios y obra poética; en la segunda se nos introduce en su mundo de ensoñación islámica, con su pasión por la música; en una tercera parte se nos sumerge en su obra teatral; y en la última parte se nos ofrece una ventana abierta a sus universos íntimos y personales.

R. G. F.: Si no me equivoco, fue hace dos años cuando finalizaste tus estudios de Geografía e Historia en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) a la vez que trabajabas en el museo. ¿Es difícil trabajar y estudiar al mismo tiempo?

Ignacio: No, si te organizas bien. La UNED es una prestigiosa universidad que te permite estudiar y trabajar al mismo tiempo. ¡Pero atención! Es una institución muy rigurosa, donde los profesores exigen un alto nivel de aprendizaje para aprobar, y en la que en determinadas asignaturas no tienes ningún profesor que pueda ayudarte.

R. G. F.: Una de tus pasiones es escribir. ¿Me puedes decir en qué revistas han aparecido tus últimos artículos publicados y de qué han tratado?

Ignacio: Hace unos años tuve la oportunidad de escribir varios artículos para la antigua revista digital titulada Anatomía de la Historia. Entre otros temas, escribí sobre la proclamación del Estado Catalán dentro de la República Federal Española de 1934, también sobre la conquista cristiana de Almería, y sobre el incendio del Reichstag.

R. G. F.: Por cierto, he leído tu artículo “El incendio del Reichstag y el comienzo del poder absoluto de Hitler” (2020) y me ha gustado mucho. Me agrada la forma en que lo explicas dividiéndolo en tres partes: “Antecedentes”, “Arde el Reichstag” y “Epílogo”. Finalmente describes qué es una operación de bandera falsa. ¿Se te ocurren otros ejemplos históricos más recientes de operaciones de bandera falsa?

Ignacio: En el mencionado incendio del Reichstag, los nazis detuvieron al comunista Marinus van der Lubbe. Y a finales de marzo de 1933, aprobaron una ley de plenos poderes que sirvió para acabar con la República de Weimar. A lo largo de la historia ha habido una gran cantidad de operaciones de bandera falsa. Por ejemplo, en 1898 hubo una grave explosión en la que el acorazado estadounidense Maine se hundió en las costas de Cuba. Estados Unidos acusó a España de haber provocado el atentado y le declaró la guerra. Como resultado, España perdió Cuba, Filipinas y Guam. En 2016 el Gobierno turco de Erdogan llevó a cabo un golpe de Estado para efectuar una gran depuración en instituciones gubernamentales, ejército y policía. Te pongo un último ejemplo, en febrero del año pasado, la Rusia de Putin acusó al gobierno ucraniano de Zelenski de estar haciendo la vida imposible a los habitantes prorrusos del Dombás y de ser nazis, con el fin de llevar a cabo la invasión.

R. G. F.: Sé que impartes charlas y talleres de forma altruista en los colegios de Cuevas del Almanzora. ¿Qué tipo de charlas haces? ¿Cuál es el objetivo de tus talleres?

Ignacio: He tenido el honor de impartir charlas en el CEIP Álvarez de Sotomayor y en el IES Cura Valera, ambos centros educativos de mi pueblo. El objetivo de estas conferencias es concienciar a la gente de que con esfuerzo, coraje y sacrificio se logran los objetivos. Lo mejor es la amabilidad y la compresión de los niños, lo que hace que cada entrevista sea un éxito. Además, también participo en los talleres de manualidades de la Asociación de Personas con Discapacidad de Cuevas del Almanzora (AMCAL), donde pinto cuadros, botellas, etcétera.

R. G. F.: En noviembre de 2016, el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) de Almería te premió muy merecidamente por tu gran labor que realizas y el cariño que demuestras por tu pueblo. ¿Cómo viviste la entrega en que recibiste una mención especial en los Premios Almería Joven 2016?

Ignacio: Fue una noche inolvidable y muy espectacular porque me llevé todos los aplausos de la gente reunida en el Teatro Cervantes de Almería. El premio me lo entregó la exdelegada de la Junta de Andalucía Gracia Fernández Moya, una gran mujer a la que aprovecho para mandar un gran saludo desde aquí. Además pude compartir esos días con otros premiados. Pero este no ha sido el único premio recibido, en 2015 la FAAM me hizo entrega de otra mención. Y en 2017, el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora me concedió un bonito reconocimiento por mi trabajo. Además, el pasado año, en el mes de octubre, recibí una insignia especial por haber terminado mi carrera universitaria.

R. G. F.: Una última pregunta. ¿Qué consejo darías a la gente con discapacidad física?

Ignacio: Que sueñen. Que luchen por sus sueños y que no se rindan nunca, porque tarde o temprano los sueños se cumplen. Lo primero es soñar y después luchar por tus sueños. He de reconocer que a lo largo de mis años de carrera universitaria he tenido momentos en los que he estado a punto de abandonar, pero gracias a mis padres, amigos y resto de familiares, que siempre me han animado a continuar, no lo he hecho. No ha sido una tarea fácil pero al final he logrado mi objetivo: el acabar mis estudios, desde entonces siento una gran satisfacción a nivel personal. Yo, a día de hoy, sigo cumpliendo mis sueños.

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