Colin Arthur y Víctor Matellano, dos artistas inseparables
Personajes
Desde su colaboración en Wax, Colin Arthur y Víctor Matellano son dos artistas inseparables. Colin ha sido el encargado de los efectos físicos especiales de todas sus películas de ficción

Almería/Ha elaborado las máscaras de los simios en 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), trabajado en la serpiente gigante en Conan, el Bárbaro (John Milius, 1982), y creado criaturas como Fújur, el dragón de la suerte o Pyornkrachzark, el mordedor de rocas en La historia interminable (Wolfgang Petersen, 1984), entre un sinfín de cosas más. Les hablo del reputado artista inglés: Colin Hart Arthur, escultor y especialista en maquillaje y efectos especiales cinematográficos. Me cito con él y con Víctor Matellano, conocido cineasta y escritor cinematográfico madrileño y comisario de la exposición de imágenes y objetos de cine fantástico "Colin Arthur: criaturas, maquillajes y efectos especiales", en la Casa del Cine de Almería, el lugar donde se exhibe esta muestra, para retratarles con mi cámara fotográfica y que respondan a mis preguntas. Ya nos conocíamos de otros eventos anteriores, y siempre es un placer verles juntos involucrados en nuevos proyectos.
R. G. F.: Hola Víctor. El pasado 15 de diciembre abrió sus puertas al público en la Casa del Cine la exposición "Colin Arthur: criaturas, maquillajes y efectos especiales", de la que eres el comisario. ¿Cómo se te ocurrió llevar a Almería esta exposición?
Víctor: En realidad la idea fue de Carlos Vives, creador de La Oficina Producciones Culturales, que buscaba actividades para dar impulso a la Casa del Cine de Almería. Pues a través del trabajo de Colin se puede hacer un repaso histórico del mundo de los efectos de maquillaje y del cine fantástico. Además, este trabajo suyo apela a nuestra memoria sentimental a través del cine.
R. G. F.: La exposición nos muestra a un Arthur "en todo su esplendor creativo". ¿Qué sorpresas podemos encontrar?
Víctor: Carteles de películas, fotografías de rodajes, guiones, objetos de efectos, etc. Todo adecuado al espacio de la sala, que no es muy grande, pero sí el suficiente para contar el tema, con referencia a películas rodadas en Almería en las que Colin participó. Con todo lo que hay expuesto nos podemos hacer una idea clara de su trabajo como artesano del cine. Sin duda va a llamar mucho la atención todo lo que tiene que ver con La historia interminable, una película que precisamente cumple este 2024 unos cuarenta años de su estreno en cines. Pero a mí me fascina especialmente la máscara del visir de El viaje fantástico de Simbad (Gordon Hessler, 1973), que Colin hizo para el gran Ray Harryhausen. Y ya algo que me toca a nivel personal es el material de nuestra película Wax.
R. G. F.: Me llama mucho la atención la réplica de la cabeza de mi gran admirado Jack Taylor, utilizada en Wax, película que mencionas y que tú mismo dirigiste en 2014. ¿Me podrías decir en qué momento del largometraje se utilizó?
Víctor: En un momento de Wax, muy onírico, el personaje del doctor Knox, interpretado por Jack Taylor, es atacado por otro personaje, el interpretado por Jimmy Shaw. Es un momento en el que parece que el malvado doctor esconde algo bajo su cara. Se trata de un claro homenaje a Los crímenes del museo de cera (1953), de André De Toth. Lo que vemos, es el resultado final del plano tras filmarlo. Aquello se rodó lo último, después de una larga jornada de trabajo, con un buen subidón de adrenalina. Y fue ahí cuando decidí que siempre que pudiera, lo primero que tenía que hacer sería rodar los efectos.
R. G. F.: En cuanto al busto ficticio del actor Ben Kingsley y las irreales orejas de la bestia, utilizadas en Sexy Beast (2000), del director Jonathan Glazer. Una película que, por cierto, tiene escenas rodadas en Agua Amarga (Níjar). ¿Qué me puedes decir sobre estos dos objetos en particular?
Víctor: El busto era necesario para una secuencia de acción violenta, en la que éste sustituía al actor, mientras que la criatura tenía más que ver con un momento de ensoñación, muy de sueño o fantasía. Resulta sumamente interesante cómo los espectadores pueden observar dentro de sus orejas los cables y servos que le dan movimiento por control remoto.
R. G. F.: ¿En qué estado se conservan las piezas de La grieta (Juan Piquer Simón, 1990)?
Víctor: Nos hubiese gustado traer al bebé abisal de La grieta, pero el problema es la degradación de los materiales, el látex no es eterno. De hecho, en la muestra se puede contemplar una de las garras de una de sus criaturas, que ya está bastante deshidratada, es inevitable con el paso del tiempo. Esta pieza es muy interesante, porque lleva incorporado el sistema de cables y control de movimiento, como tensores de bicicleta, un sistema parecido al que se utilizó con Fújur en La historia interminable. Por eso la hemos incluido. También se puede ver la copia del guion de La grieta que Colin utilizó.
R. G. F.: ¿Todas las fotografías expuestas pertenecen a la colección privada de Colin Arthur?
Víctor: Prácticamente todas son suyas, y algunas mías.
R. G. F.: Colin, ¿cómo os conocisteis Víctor y tú?
Colin: En los años noventa, un jovencito Víctor se presentó en mi estudio para alquilar unas piezas que quería para una exposición que iba a hacer sobre el centenario del cine, y ahí entramos en contacto. Él entonces aún no dirigía. Años después, estuvimos preparando una película que nunca se hizo, y que se iba a rodar en Almería, Bloody West, con guión suyo y de Hugo Stuven. Y un par de años después, rodamos su primer largometraje, Wax. Desde entonces, he trabajado en todas sus películas de ficción como La cañada de los ingleses (2014) y, sobre todo, en Vampyres (2015) y Parada en el infierno (2016) (un wéstern de terror con una secuencia rodada en Almería), donde tuve mucho trabajo. Entre medias hemos hecho más cosas juntos, como su libro editado por Sial Pigmalión (Colin Arthur: criaturas, maquillajes y efectos especiales, 2013), presentaciones, conferencias, la supervisión de Vampus Horror Tales (2020), varios trabajos para el Museo de Cera de Madrid… Y lo último, El valle de Concavenator (2023). Es un placer siempre para mí trabajar con él.
R. G. F.: Siendo el encargado de los efectos físicos especiales de todas sus películas, ¿cuál recuerdas como el más difícil de lograr? ¿Y el más utilizado en sus filmes?
Colin: A veces lo que parece más complicado es lo más fácil de hacer, y al revés. Víctor es como Juan Piquer, sabe dónde va a ir el efecto ya en la preparación, y te lo pone fácil. En Wax fue complicado hacer una serie de ficticios de torsos para rodar unos "retakes" con momentos quirúrgicos; en el wéstern había muchos efectos de todo tipo; y en Vampyres, muchos cortes de cuello, y muchísima sangre. En las películas de Víctor siempre hay sangre. Menos en La cañada de los ingleses, que es de fantasía, ahí había una sirenita.
R. G. F.: ¿Y de tus otras películas? ¿Cuál ha sido el efecto más difícil de hacer?
Colin: El siguiente efecto especial a realizar, es siempre el más difícil. Porque los que nos dedicamos a esto siempre estamos llevando nuestra experiencia al límite. Estuve muy preocupado por cómo hacer el lobo en La historia interminable. Para empezar, fue fotografiado con una luz mucho más fuerte de lo que esperaba. Así que tuvimos que volver al principio, para hacerlo con mejor calidad. Por suerte, teníamos tiempo, algo que no existe tanto en el cine español, también contábamos con un equipo muy experimentado.
R. G. F.: El mismo día de la inauguración, por la tarde, en la Casa del Cine, ambos ofrecisteis una clase magistral sobre tu trayectoria, a la que asistió sobre todo público joven. ¿Qué ha sido lo más positivo de esta experiencia?
Colin: Ciertamente, siempre es un placer sentarme a charlar con Víctor. Lo hemos hecho muchas veces antes, y cada vez que hay algo nuevo, se convierte en una aventura. Es como abrir un libro que nunca has leído antes. Él siempre se sorprende tanto como yo, al igual que el público.
R. G. F.: Esa tarde presentasteis algunas piezas inéditas, como por ejemplo: la máscara de un simio de 2001: una odisea del espacio. Yo estuve presente y pude escuchar a una de las alumnas de la clase magistral preguntarte por el material de los pelos del hocico. Colin, ¿podrías responder de nuevo a esta pregunta? ¿Y su piel, de qué está hecha?
Colin: La piel está hecha con espuma de látex y las barbas con pelo de yak.
R. G. F.: Volviendo a la exposición que acoge la Casa del Cine hasta el 3 de marzo. ¿Es la primera vez que puede verse reunida en una misma sala todos estos objetos, carteles y fotografías cinematográficas? ¿Tenéis previsto que la muestra sea itinerante?
Víctor: Esta exposición se ha producido expresamente para la Casa del Cine de Almería. Aunque lógicamente, por separado, estos objetos se han podido ver en otras ocasiones en ciudades como Tenerife o Madrid, como por ejemplo el año pasado en la muestra de la Red Itiner de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, titulada "Madrid, escenario de cine fantástico". Nos están pidiendo hacer esta exposición en otros lugares, pero aún lo estamos concretando.
Colin: Ojalá itinere.
R. G. F.: ¿Cuál es el Arthur más desconocido?
Víctor: Colin es como se ve, un niño grande.
Colin: Soy el eterno chico que espera el próximo proyecto, y que a veces se deprime cuando tarda en llegar. ¿Dónde está ese guión perfecto? ¿Y el director y productor inspirados para hacer rodar de nuevo la bola de nieve?
R. G. F.: Muy pronto está previsto el lanzamiento en DVD, por parte de Ediciones 79, del largometraje El valle de Concavenator. Un documental dirigido por ti, Víctor, y en el que tú, Colin, no sólo participas como artista de efectos especiales artesanales, sino también como coprotagonista junto al prestigioso paleontólogo José Luis Sanz. Decidme: ¿qué nos traerá esta edición, alguna novedad?
Víctor: Esta película es un viaje maravilloso para mí. Probablemente, de los rodajes más bonitos que he hecho nunca. Y Colin y Pepelu (José Luis Sanz), hacen un tándem perfecto. La edición incluye un libreto con un texto precioso de Jordi Serrallonga y el magnífico cartel dibujado por David Benzal, un lujo tenerlos a los dos. E incluye el corto La cañada de los ingleses, que solo se ha podido ver en festivales.
Colin: El valle de Concavenator… ¿Quién hubiera creído que el germen de una idea de Víctor, tan casual, daría lugar a un collar de perlas tan delicioso? Esto me enseñó que la inspiración viene de muchas formas. Me sorprendió gratamente cómo todo salió bien.
R. G. F.: En la actualidad, ¿a qué personajes da vida Colin Arthur en el Museo de Cera de Madrid? ¿Y en qué proyectos anda metido últimamente?
Colin: En la Wax Horror Experience del Museo de Cera de Madrid se pueden ver esculturas mías como la de Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), doctor Knox (Jack Taylor), Leonardo de Fredesval (Paul Naschy), etc. Ahora estoy intentando hacer más escultura, me dicen que es mi carta as.
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