Duerme tres o cuatro horas al día: "¿Quién puede dormir doce?"

Manuel Lao ofreció las claves que, a su juicio, le han aupado hasta la privilegiada posición en la que se encuentra Nortia-Cirsa. Con continuos chascarrillos, afirmó que no hay que viajar solos nunca o casi nunca. "La Guardia Civil siempre ha ido en pareja". Hay que tener buenos profesionales en la plantilla y crear equipos. A este respecto, aseguró que él siempre tiene en cartera unas 30 personas para ir preparando su próximo proyecto.

"¿Para qué quiero saber lo que es un chip? Tengo 200 ingenieros trabajando en Cirsa...", matizó, en referencia a que hay que rodearse de un gran equipo humano para alcanzar las metas empresariales, siendo eficientes, "consiguiendo mucho con los mínimos recursos".

Uno de los pilares para estar ahí arriba radica en trabajar sin apenas descanso, luchar, pelear por lo que uno cree porque "si tú quieres, seguro que puedes". Para ello, apuntó que hay que dormir poco. "Yo duermo tres o cuatro horas al día. ¿A quién se le ocurre dormir doce horas diarias? Ahora envío correos electrónicos a las cuatro de la mañana, cuando me despierto, mi gente está acojonada".

Abogó porque el empresario no necesita ser nada, refiriéndose a determinadas carreras universitarias, para él, todas vocacionales, frente a la vocación en sí misma de ser empresario. "Si un empresario es abogado, se pierde defendiéndose a sí mismo; si es ingeniero, se pierde haciendo máquinas; y si es financiero, se pierde contando la calderilla, leyendo los periódicos o reuniéndose con la banca".

Por lo tanto, aseguró que el mejor empresario es aquel que tiene buen olfato. "Hay muchos directivos y trabajadores que saben de leyes, ingeniería o finanzas, así que lo que hay que hacer es ficharlos, y asunto resuelto".

Tampoco se olvidó de la familia, que tiene un lugar privilegiado para un buen empresario, por lo que apostó por la estabilidad familiar. Y ofreció un consejo a los jóvenes casados: "No os divorciéis jóvenes, no sabéis lo que cuesta una mujer despechada".

En este sentido, recordó que él está casado "con mi primera señora", tiene tres hijos y cuatro nietos. El mayor de sus hijos, Manuel, con 40 años, "lleva trabajando conmigo en Cirsa desde los 18, ahora es vicepresidente y yo estoy escribiendo un libro y preparando la apertura de una cadena de restaurantes por todo el mundo.

"En este vida hay que ser agradecido", por lo que ha montado la Fundación Manuel Lao para devolver a la sociedad "parte de lo que me ha dado, no para otros fines fiscales, como puede pensar mucha gente; la lleva una de mis hijas, yo soy presidente honorífico".