La Diócesis llama la atención sobre la "ausencia de reflexiones" sobre la inmigración dentro del Sínodo
Iglesia
También aboga por "una mayor acogida a quienes se sienten excluidos, ya sea por de su condición vital, por los nuevos modelos de familia, por sus diversas orientaciones sexuales, por su raza, cultura, por sus convicciones políticas, etc.”
Almería/La Diócesis de Almería ha abogado por "una mayor acogida a quienes se sienten excluidos, ya sea por de su condición vital, por los nuevos modelos de familia, por sus diversas orientaciones sexuales, por su raza, cultura, por sus convicciones políticas, etc”.
Esta es una de las propuestas del informe final de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos, que culminaba en Almería el sábado día 23 de abril con la entrega de las actas y las conclusiones ya remitidas para la clausura nacional que tendrá lugar este sábado en Madrid.
“Vemos un deseo profundo de que la Iglesia recupere el sentido de comunidad, a ejemplo de los primeros cristianos, pero presentes en medio de la sociedad y caminando junto al resto del mundo”, apunta la Diócesis en un documento hecho público a última hora de este martes en su web.
Estas conclusiones apuntan que la Iglesia está “fallando en la acogida cálida y sincera”, señalando que hay que romper con el sentimiento de “islas” para dejar de ser “grupos cerrados”, en ocasiones, de “élite” o “clasistas”. “En cuanto a la voz de los jóvenes, manifiestan que desean sentirse escuchados y acogidos, sin reproches ni censuras”, añaden.
Asimismo, sostienen que “en relación a la inmigración y en el contexto social de la provincia de Almería llama la atención la ausencia de reflexiones al respecto en actas y síntesis”. “Si bien, en algunas encuestas online sí se hace referencia a la necesidad de atender a las comunidades de inmigrantes de Almería”, puntualizan.
En Almería también apuestan por “mejorar la comunicación” y usar un lenguaje “sencillo y adaptado a cada comunidad” para enseñar los “fundamentos doctrinales de la Iglesia” con una “comunicación acogedora, veraz y eficaz”.
“Un elemento fundamental (…) es el de la corresponsabilidad dentro de la Iglesia. (…) Notamos que gran parte del Pueblo de Dios no se siente corresponsable de su propia comunidad. Creemos que siendo todos partícipes de las decisiones y asumiendo cada uno su función dentro de la Comunidad, seremos testigos de un crecimiento en unión y servicio mutuo”, dicen.
Así, reclaman un Iglesia “más participativa” en lo que se refiere a la “apertura de espacios de comunicación y participación”, y afirman que en la actualidad es preciso “plantearse con mucha seriedad la necesidad de acompañamiento, especialmente personas muchas veces vacías de Dios y que no encuentran sentido a su vida”.
“Es preocupante la sensación de soledad que experimenta la sociedad (...) La Iglesia podría atender más este campo estableciendo vías para escuchar y dar respuesta a tantos problemas existenciales. La situación hace plantear un complemento a la labor de los sacerdotes que, en ocasiones, no pueden dar atención personalizada a su feligresía a causa de sus múltiples ocupaciones”, afirman.
En este sentido, proponen que el acompañamiento previo a una dirección espiritual podría ser asumido por laicos colaboradores de la parroquia que transmitan el “apoyo en nombre de la Iglesia y que puedan ofrecer palabras o acciones que sirvan de estímulo o consuelo”.
“Como camino de conversión pastoral, sí que es necesario que, como Iglesia, seamos fríamente conscientes de las limitaciones de nuestros pastores y religiosos que no llegan a todos, y de unos laicos que necesitan ese voto de confianza institucional para dar su apoyo siendo fieles a cuanto recibieron en el bautismo”, insisten.
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