Una luz por los Derechos Humanos desde el Cerro de San Cristóbal
Amnistía Internacional
Almería se suma al encendido de Torres y Atalayas
Amnistía Internacional Almería se ha sumado esta mañana desde el Cerro de San Cristóbal
al encendido de Torres, Atalayas y Talayots del Mediterráneo en defensa de los Derechos
Humanos. Con la lectura de un manifiesto y el encendido de unas bengalas de humo
amarillas los activistas de Amnistía ponen el foco en el drama humanitario de la migración a
través del Mediterráneo.
Un acto que da voz y luz a todas aquellas personas que arriesgan sus vidas huyendo de la
desesperación, la violencia y la injusticia, y que simboliza la unión de los pueblos del
Mediterráneo.
Durante el año 2022 miles de personas han seguido sufriendo desapariciones forzadas,
torturas, violaciones y discriminación en su intento de alcanzar la otra orilla. “Lejos de
mejorar su situación han tenido que padecer el dolor añadido de ver como desde los
gobiernos de la Unión Europea se van consolidando posiciones que nos envilecen como
sociedad” señala el manifiesto leído esta mañana por los activistas de Amnistía
Internacional en Almería.
Este evento, que cumple este año su séptima edición, fue promovido por un grupo de
profesores del Instituto de Secundaria de Marratxi en las Islas Baleares sumándose
posteriormente ciudades de todo el país. La idea de esta acción es dar un giro a la función
original de las señales de socorro, antorchas y bengalas, dotándolas con un sentido de
acogida que muestre el camino hacia un puerto seguro.
Durante todo el día de hoy este singular acto se repetirá en más de cien puntos de la
geografía española (Islas Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía).
También brillarán las bengalas de en algunas poblaciones de Líbano, Marruecos y Túnez.
Casi dos mil muertes en el Mediterráneo desde la última encendida de Torres
La Declaración Universal de Derechos Humanos otorga a todas las personas el derecho de
circular libremente, el derecho de salir de cualquier país, incluso del propio, y el derecho a
buscar asilo, entre otros. Sin embargo, las personas que se ven obligadas a cruzar el
Mediterráneo huyendo de situaciones terribles de hambre o violencia lo hacen en
condiciones muy precarias y peligrosas.
Desde la última encendida de Torres y Atalayas, hace un año, al menos 1988 personas han
perdido la vida en esta cruel travesía por el Mediterráneo que se ha convertido ya “en la
fosa mortal de Europa”.
Amnistía Internacional denuncia que estas violaciones de los derechos humanos también
suceden en tierra firme como la reciente tragedia en la valla de Melilla en la que murieron 37
personas y al menos 77 están desaparecidas.
Una luz para la esperanza
“A pesar de todos los obstáculos que se interpongan en el camino, por muy oscuro que éste
sea, la luz de la llama debe permanecer ahí, brillante, encendida, como símbolo de
esperanza para toda la humanidad. Está en todos nosotros mantenerla prendida, así que
luchemos para que así sea por siempre” concluye el manifiesto de la organización de
derechos humanos.
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