David García: "Estoy en huelga de hambre porque nos han echado del pabellón Moisés Ruiz"
Almería
Desde el lunes, 5 de junio, el deportista de élite almeriense permanece en huelga de hambre recogiendo firmas. El objetivo, que más de 100 niños no dejen de aprender los valores tan necesarios que aporta un deporte como el judo.

Almería/David García del Valle (Almería, 1981) es un deportista almeriense que compitió en judo, el cual gracias a sus logros alcanzados en los Juegos Paralímpicos y demás eventos internacionales, ha conseguido labrarse por méritos propios, un nombre propio en el deporte en Andalucía. Tiene 41 años, hace judo desde los dos años y medio y convive con una discapacidad visual congénita lo que no le impide para ser un excelente deportista. Participó en nada menos que en cuatro Juegos Paralímpicos de Verano, entre los años 2000 y 2012, obteniendo en total dos medallas de plata, una en Sídney (2000) y otra en Atenas (2004), en la categoría de -66 kg. Con su retirada en 2014, tras sus últimas participaciones en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y en el Campeonato de Europa de Eger (Hungría) 2013, comenzó una nueva andadura en el mundo de la inclusión, y que mejor manera de hacerlo que a través del deporte, en este caso con el judo. Ese año fundó el Club de Judo Koudougakusya, dirigido principalmente a personas con bajos recursos y en riesgo de exclusión, y desde entonces ejerce como entrenador nacional y formador de futuros judocas. Empezó a dar clases de judo en Vícar, y de ahí se ha ido llevando la sede del club a diferentes puntos de la provincia, desde Alhama de Almería hasta Carboneras, Aguadulce (Roquetas de Mar) y Almería, la capital. Quienes le conocen hablan de David como un hombre extrovertido y simpático, modesto y luchador por lo que quiere y cree correcto. Desde la mañana del lunes, 5 de junio, este doble medallista paralímpico, está en huelga de hambre recogiendo firmas en la puerta de la Diputación de Almería, donde permanece día y noche, sólo tomando agua y líquidos, con la única esperanza de conseguir que no le desalojen de las instalaciones del Pabellón Moisés Ruiz de Almería, donde actualmente dedica su tiempo enseñando este deporte a más de cien niños de distintas edades.
R. G. F.: Cuéntame sobre tus inicios en el judo.
David: La verdad es que no los recuerdo, empecé en el judo a los dos años y medio, en septiembre de 1983, mis padres creían que era lo mejor para mí como elemento integrador. Así que se puede decir que llevo toda la vida en esto.
R. G. F.: ¿Qué sentiste al ser campeón de España en peso semiligero con tan sólo 15 años?
David: Pues una alegría muy grande, había tenido años donde no salían los resultados, hasta ese domingo donde todo salió muy bien.
R. G. F.: ¿Recuerdas los combates que libraste con el japonés Satoshi Fujimoto?
David: Ha habido dos combates épicos con Satoshi, en la final de Sídney 2000, y en la de Atenas 2004. El de Atenas lo recuerdo con mucha intensidad. Estaba lesionado, me rompí los isquiotibiales la tarde de antes, los pronósticos me dejaban fuera, pero los médicos de mi equipo hicieron un trabajo increíble, y yo hice lo que tenía que hacer, luchar y no rendirme, como he hecho toda mi vida. De esa forma gané combates hasta llegar a la final con Satoshi, que la recuerdo con mucha energía y tensión, sabiendo de mi limitación física, pero estaba muy fuerte y muy seguro. El combate llegó al empate al final del tiempo, y terminé perdiendo en la prórroga tras una decisión discutida. Por todas esas dificultades, ese combate con el gran campeón y amigo Satoshi Fujimoto, lo recuerdo de forma especial.
R. G. F.: ¿Cuál ha sido el campeonato más memorable de tu vida? ¿Y el más mortífero?
David: Posiblemente el más memorable sea la final de Atenas 2004, y a la vez el más mortífero por la lesión que tuve. Pero es cierto que tengo un campeonato en mi retina que siempre despierta en mí una alegría especial, y fue el Campeonato de Europa por Equipos que ganamos en Austria en 1999, la única vez que España ha ganado un oro en esta competición. Por supuesto hay más torneos que guardo con cariño.
R. G. F.: En mayo de 2009 recibiste la Medalla al Mérito Deportivo de manos de su majestad el Rey Don Juan Carlos I. ¿Qué supuso para ti el recibir un reconocimiento como éste?
David: Pues tal y como me dijeron en el previo de la entrega, este reconocimiento marcaría mi vida deportiva. Aún siendo republicano, me sentí muy orgulloso de tal reconocimiento propuesto por el Consejo de Ministros del Gobierno de Zapatero.
R. G. F.: Tras una magnífica carrera, siendo paralímpico, varias veces campeón de España, campeón continental europeo, campeón del mundo... ¿qué aporte crees que puedes darle al judo nacional?
David: Creo que no puedo aportarle mucho, ya que el judo español está en muy buenas manos, con un desarrollo muy brillante en los últimos años con varias medallas en mundiales, y entrenadores de primer nivel mundial.
R. G. F.: Tu carrera como judoca continuó con la de entrenador nacional, ¿qué importancia tiene haber continuado formándote fuera del tatami?
David: Un judoca siempre está en continuo aprendizaje y evolucionando. Somos conscientes que la vida de deportista es limitada a temprana edad, y ser árbitro o entrenador, como es mi caso, es un proceso natural del judoca, al igual que no dejar de aprender.
R. G. F.: En la actualidad, dedicas todo tu tiempo y atención al Club de Judo Koudougakusya. ¿Quiénes lo dirigís y qué proyectos tenéis?
David: El director soy yo, pero tengo que decir que sin el equipo de monitores que me apoyan o me han apoyado en otros tiempos, este club no existiría. Personas como Ángel Suanes, que nos ayuda en todo desinteresadamente y que aporta una gran experiencia como docente, y, por supuesto, Javi Escamilla, mi otra mano derecha al igual que Ángel, que me ayuda, me apoya, y se encarga de la defensa personal del club, son las que lo mantienen vivo. Pero al igual que ellos hay muchos alumnos o padres de alumnos que con su involucración hacen que el club crezca y sea fuerte. Como proyectos mantenemos nuestra seña de identidad: el judo inclusivo es nuestra marca, de ahí sacamos otros proyectos como judo ocio, judo en familia, judo competición, etc.
R. G. F.: Los competidores y competidoras que entrenáis han conseguido varios premios. ¿Con cuál te has emocionado más?
David: Pues en los últimos años varios judocas del club han sido destacados con medallas fuera de la provincia; tal es el caso de María del Mar Suanes, que ha sido campeona de Andalucía y tercera este año, o Adam Achor, con un bronce. Y en categoría de adultos, hemos despuntado en las Copas de España Máster, con la obtención de diversas medallas, señalando especialmente el oro y el bronce de Ángel Suanes, en 2019 y 2020 correlativamente.
R. G. F.: ¿Qué le aporta el judo a tus alumnos? ¿Y qué sientes cuando un niño o adulto va adquiriendo los conocimientos que les inculcas y los va aplicando en los combates?
David: El judo, al igual que otros deportes te aporta disciplina, constancia, al tiempo que una riqueza técnica y una buena condición física. Es reconfortante cuando ves que los alumnos se van integrando en el grupo, y que mejoran su desarrollo motriz. El conseguir que hagan las técnicas tal y como les enseño es importante. Pero más importante es cuando les hago entender que el judo es algo abierto, y que cada deportista tiene que adaptar la técnica a su morfología.
R. G. F.: Quiero visibilizar la situación que estás viviendo desde el lunes por la mañana en la puerta de la Diputación de Almería y mostrarte mi apoyo por ello. Háblame un poco del tema, explícame qué ha pasado. ¿Por qué estás en huelga de hambre? ¿Y qué es lo que esperas conseguir?
David: Lo primero agradecerte el apoyo público. Estoy en huelga de hambre indefinida porque me parece injusto que, después de más de diez años pagando un alquiler en una sala del Pabellón Moisés Ruiz (una sala que el propio Área de Deportes ha hecho uso realquilándola cuando ha querido y con nuestro consentimiento), y que tras haberla montado y equipado con el mejor material deportivo, ahora "nos desechan" como a una colilla. Más aún cuando el proyecto inclusivo que llevamos en esa sala es importantísimo para tanta gente. Hay muchas familias enteras haciendo judo, que en otro tipo de circunstancias no lo hubieran podido hacer. En esos grupos tenemos chicos con discapacidad, con bajos recursos, en riesgo de exclusión, etc. Y para mí es un honor poder estar con ellos y ser su maestro. Por ellos estoy en huelga de hambre a la espera que el presidente de la Diputación reconsidere su decisión de despojarnos de las instalaciones y nos pueda dar una opción para poder seguir desarrollando el judo en esta ciudad.
R. G. F.: ¿Sabes si hay en Almería otros clubes deportivos que están pasando por una situación igual o parecida a la vuestra?
David: No los hay con esta problemática. Sí hay otros clubes a los que el Ayuntamiento de Almería protege como merecen, dotándolos de salas y el apoyo necesario para el desarrollo de su actividad.
R. G. F.: Una última pregunta, ¿cuál es tu próximo proyecto?
David: Mi proyecto próximo es poder seguir con el judo en la ciudad, en el pabellón que nos vio nacer deportivamente, como es el Pabellón Moisés Ruiz. Nuestros alumnos lo merecen. No puedo pensar en otra cosa más que no sea el conseguir que esos más de cien niños que aprenden judo en el club puedan seguir con su actividad habitual.
No hay comentarios