Darío Corral, el niño promesa del cine almeriense

Almería

El actor es el niño más demandado por la ficción cinematográfica de Tabernas para encarnar a sus personajes

Darío Corral, el niño promesa del cine almeriense
Darío Corral, el niño promesa del cine almeriense / Rubén García Felices
Rubén García Felices

13 de noviembre 2022 - 07:54

Almería/Darío Corral Hernández, apodado "Darío Peter", solo tiene 11 años, y nació el 29 de noviembre de 2010 en Almería. Su corta edad puede llevar a equívocos, pero este joven intérprete, que encontró su vocación entre los matorrales y el escenario de Tabernas de Almería, ha encadenado proyectos sin descanso desde sus inicios con 5 años de edad en producciones audiovisuales cinematográficas: Morgan, él vino de lejos (un cortometraje dirigido por Toni Carre) supuso su debut en 2017; después llegaron La vaca moteada (Anders Gullberg) y Dólares de sangre (José Corral Martínez y Didier Methivier) en 2018, un corto y un largo de temática wéstern filmados en Tabernas, Gérgal y Almería y; ya tras la pandemia, ha estrenado en este 2022 (de manera prácticamente simultánea) dos nuevas producciones: Frontera (Martin Michiels y José Corral Martínez), un cortometraje rodado en Rancho Corral (también llamado OK Corral), una finca propiedad de su padre convertida en poblado del Oeste; y un largometraje: Un bastardo, una ciudad y los muertos, del alemán Dirk Roche, que ha sido estrenado por primera vez en este año en el Teatro Municipal de Tabernas. De la misma manera, ha participado también en la película Un sueño hecho realidad (2022), del director y actor almeriense Toni Carre, que muy pronto verá la luz. En la actualidad estudia 1º de la ESO en el IES Manuel de Góngora de Tabernas, y cuando termine sus estudios quiere aprender interpretación e inglés con el propósito de hacerse actor profesional. Sus asignaturas favoritas son educación física y tecnología, porque su profesor de tecnología le cae bien y le gustan los temas que se tratan en clase. En cuanto a sus aficiones, a Darío le gusta jugar al fútbol e ir a los poblados de Tabernas caracterizado de pistolero, y ahora está aprendiendo a montar a caballo.

R. G. F.: ¿Cómo surgió tu deseo por la actuación?

Darío: Recuerdo que mi padre siempre me llevaba con él a sus rodajes y sus visitas a los poblados cinematográficos de Tabernas. Un amigo suyo, José Antonio Carreño (Toni Carre), me observó y vio que yo tenía desparpajo, entonces me dio un pequeño papel para su cortometraje Morgan, él vino de lejos. Y de esta manera es como comenzó mi aventura y pasión por el mundo de la actuación. He de decir que Toni Carre fue el primero que creyó en mí a los 5 años de edad, por lo que le estoy eternamente agradecido.

R. G. F.: ¿Vienes de una familia de artistas?

Darío: Sí, vengo de padres artistas. Mi padre, José Corral Martínez (Joe Conrad), es el co-director de Frontera y de Dólares de sangre. Él trabajó como parte de la figuración en una serie sobre Jesucristo que fue rodada en Sierra Alhamilla (Almería). Recientemente, ha trabajado como figurante en la película Eureka (2022), de Lisandro Alonso, junto a Viggo Mortensen, que protagonizó uno de los papeles principales. Su último trabajo como actor ha sido en el largometraje Un bastardo, una ciudad y los muertos (2022). A mi padre el amor por el cine le viene de niño (al igual que a mí), porque él vivía en un cortijo en Tabernas que estaba muy cerca de los poblados, e iba a los rodajes de spaghetti western que allí se produjeron a principios de los 70. En cuanto a mi madre, Mayra hernández Gaytan (nacida en el estado mexicano de Jalisco), hija de padre español y madre mexicana, recuerdo muy bien que hace un año ella participó como figurante en una película que tenía como título 1000 líneas, y que aún no ha sido estrenada. Y, por otro lado, mi único hermano que tengo, Elías, de 8 años, sueña cada día con ser director de cine (sonreímos).

R. G. F.:. Contar con el apoyo de tus padres es fundamental...

Darío: Si, ellos me ayudan con su incondicional apoyo, día tras día, a tranquilizarme y a sentirme seguro de mí mismo cuando me estoy frente a una cámara. Además, cuando ruedo junto a mi padre me lo paso bien. Realmente disfruto actuando.

Darío Corral Hernández
Darío Corral Hernández / Rubén García Felices

R. G. F.: ¿Has hecho amigos de tu edad en este mundo del cine?

Darío: A mis amigos no les gusta actuar, porque les da vergüenza. Pero siempre he contado con mi amigo Eduardo, que es un poco mayor que yo, aunque ahora tengo menos contacto con él porque mi familia y yo nos mudamos de casa y de zona. Él es el hijo de Eduardo Garrido, un gran recreacionista, junto con su mujer Marta. Ambos son grandes aficionados al wéstern; su familia entera participa año tras año en las recreaciones históricas de Oasys MiniHollywood. Y, de los actores adultos, mi mejor amigo es Luis Ángel Sopa (Luis Clint).

R. G. F.: ¿Por qué el apodo de “Darío Peter”?

Darío: Por mi parecido físico al actor alemán Peter Lee Lawrence, que lamentablemente falleció muy joven a la edad de 30 años.

R. G. F.: En 2018 te dieron un papel en La vaca moteada, una producción profesional creada para una televisión extranjera. ¿Cómo fue esto posible?

Darío: La vaca moteada es el título del segundo episodio de estilo wéstern de la serie de televisión Encendero el Tizonazo. Resulta que un día su director y compañeros de equipo vinieron a Oasys MiniHollywood buscando personas que quisieran participar en un rodaje y contrataron a mi padre. Entonces le preguntaron si conocía a un niño actor y me presentó a ellos y les gusté. Así fue como conseguí mi pequeño papel en este cortometraje realizado en distintas localizaciones de Tabernas y Gérgal.

R. G. F.: ¿Cuál ha sido la producción en la que más has disfrutado?

Darío: Sin lugar a dudas, Frontera. Porque me lo pasé muy bien rodando con los amigos de mi padre y me gustó mucho el papel que me dieron. Yo interpreté a Pedro, el hijo de Anna, la protagonista, que fue interpretado por la actriz vizcaína Isabel Rebolledo.

R. G. F.: Conociste en persona a la actriz italiana Claudia Cardinale. ¿Cómo fue y qué trato tuviste con ella?

Darío: Le conocí en la octava edición del Almería Western Film Festival (AWFF), cuando ella recibió el premio "Tabernas de Cine", en 2018. Pues mi padre, que es pintor, aficionado al dibujo (que trabaja con materiales y técnicas de carboncillo, grafito y óleo), le hizo un retrato a Claudia Cardinale como regalo y, cómo no, yo tuve el gran honor de entregárselo en persona a ella en mano en el Teatro Municipal de Tabernas, lugar donde recibió dicho galardón.

R. G. F.: Hablando del AWFF, ¿has tenido ocasión de participar alguna vez en las actividades que realiza este festival?

Darío: Todos los años participo en el AWFF en el desfile de Tabernas, lo hago andando a la vez que realizo piruetas con mi revólver (se me da bien manejarlo). Ya dentro de la programación del festival, no hace mucho participé en la recreación de una escena de Hasta que llegó su hora, que mis compañeros y yo realizamos en Western Leone (el escenario original de la película). Yo hice de uno de los tres hijos de los McBain. En concreto es la escena en la que vienen unos forajidos a casa y se lían a tiros con mi familia. Yo salgo el último de la vivienda y me matan de un disparo.

R. G. F.: A ti, ¿quién te confecciona la vestimenta de pistolero? ¿Y dónde consigues el resto de atuendo y complementos?

Darío: Mi ropa de pistolero la encargan mis padres a una costurera amiga suya de Málaga. La vestimenta de mexicano, los sombreros, botas, espuelas y ponchos los traemos del Estado de Jalisco, México, cuando vamos a visitar a mis primos que viven allí. Los revólveres los compramos en las tiendas de los poblados de Tabernas; yo uso revólveres de pistones (por mi propia seguridad), y mi padre de fogueo e imitaciones.

R. G. F.: ¿Cuáles son tus actores favoritos?

Darío: Me gusta mucho Clint Eastwood, es mi actor favorito. También Peter Lee Lawrence.

R. G. F.: ¿Y para terminar algo más que añadir?

Darío: Hace unos años participé en uno de los videoclips del grupo musical almeriense The Wanders, bajo la dirección del director benaducense Andrés Macho, y lo hice vestido con un poncho mexicano y portando un rifle. En su próxima película, Los silenciados, que será la segunda parte de Bendición, sangre y nácar (aún sin estrenar), Andrés me va a dar a mí un papel importante.

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