Contrabando de tabaco: de un zulo en El Parador a un punto de venta de Pescadería
Policía Local y Vigilancia Aduanera vuelven a sorprender con un cargamento al propietario de uno de los principales puntos de venta desmantelado hace exactamente un año en la Operación Window
Los agentes de la Policía Local de Almería y del Servicio de Vigilancia Aduanera han vuelto a sorprender con un cargamento de tabaco de contrabando al propietario de uno de los principales puntos de venta clandestinos de la capital. A finales de marzo de 2021 desmantelaban el estanco ilegal con el que venía vendiendo miles de cajetillas en el barrio de Pescadería en la denominada operación Window (vendía a través de la ventana de su vivienda) y un año después han vuelto a interceptar a Francisco F.L. con un alijo en el maletero de su coche después de cargar en un “zulo” en un trastero de un garaje comunitario de El Parador en Roquetas.
La primera operación se saldó con la intervención de 13 cajas de tabaco ilegal con alrededor de 6.500 cajetillas de diferentes marcas y sin las correspondientes precintas fiscales, con un precio de mercado superior a los 15.000 euros. Fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería y actualmente se encontraba a la espera de juicio con una petición de cuatro años de cárcel y una infracción administrativa muy grave con una multa que podría alcanzar entre el 250 y 350% del valor de la mercancía. Pero lejos de concluir con su actividad delictiva, Francisco F. L. ha seguido distribuyendo cientos de cajetillas en la capital sin precinto, ni licencia de actividad, ni autorización sanitaria y libre de impuestos.
Un chivatazo propició un nuevo seguimiento de más de una semana del artífice de uno de los estancos clandestinos de mayor actividad, que no era precisamente de “menudeo” con un mercado de clientes consolidado y un volumen de ventas desproporcionado. Los agentes del grupo de policía fiscal y funcionarios de Vigilancia Aduanera dieron el aviso a una patrulla uniformada que lo interceptó con 800 cajetillas de tabaco en el vehículo con una valoración de 4.000 euros. Había cambiado el modus operandi porque mantenía la venta en su vivienda, pero el escondite se había trasladado. El tabaco de contrabando estaba en un trastero de El Parador al que finalmente lograron acceder los investigadores.
La primera reacción cuando fue interceptado en su citroen C3 en el acceso a la ciudad por la avenida Federico García Lorca fue tirar las llaves por la ventana para que no pudieran ser encontradas entre los arbustos y maleza de la zona. Sin embargo, después de una larga conversación sobre las posibles responsabilidades acompañó a los agentes al trastero en el que no quedaba ninguna caja porque previamente lo había cargado en su vehículo. De manera que las labores de tabaco intervenidas, que han sido depositadas en la empresa Mediapost encargada del almacenaje de cajetillas de contrabando, arrojan un valor inferior al establecido por la legislación vigente para ser infracción muy grave (a partir de 12.000 euros), por lo que no fue detenido y se levantó el acta correspondiente por la que deberá responder con el agravante de reincidencia en el juicio pendiente.
El contrabando de tabaco ha ido en aumento desde la crisis económica. La subida de precios del producto oficial, la facilidad para acceder al ilegal y el descenso del poder adquisitivo de las familias están detrás del repunte del mercado negro en Almería. Una situación que genera cada vez mayor indignación en el gremio de los estanqueros, lastrados por las restricciones normativas y la caída del consumo en general que se ha venido agravando por las miles de cajetillas que llegan del contrabando. De ahí que las administraciones hayan puesto el foco en este quebrantamiento al alza y el marco legal también incorpore sanciones para los compradores de hasta 2.000 euros por adquirir y estar en posesión de tabaco ilícito que carece de las precintas fiscales, pero también es ajeno a los controles sanitarios implicando un grave riesgo para el consumidor.
La Policía Local de Almería lleva más de dos años de cruzada contra el contrabando y de la mano del Servicio de Vigilancia Aduanera están realizando inspecciones en tiendas, bares y cualquier otro tipo de establecimiento que comercialice con las cajetillas. Han encontrado lotes ilegales en panaderías, bares, carnicerías, tiendas de alimentación y bazares, levantando las correspondientes actas de sanción que podrían implicar el cierre del negocio si son reincidentes y en función de la gravedad de la infracción. Desde poco antes de la irrupción de la pandemia vienen realizando inspecciones en tiendas, bares y cualquier otro tipo de negocio que venda labores de tabaco, ya sean cartones, cajetillas o cigarrillos sueltos, así como la picadura de liar, con un saldo 153 actuaciones en las que han retirado de la venta 9.500 cajetillas.
Normativa
Después de la crisis económica y el auge del mercado negro de los cigarrillos en nuestro país, el Gobierno endureció en 2011 la normativa vigente hasta la fecha (1995) que rige el castigo a las labores de tabaco intervenidas para que la aprehensión sea considerada delito en lugar de falta administrativa a partir de 15.000 euros de valor del producto con penas de prisión de uno a cinco años y multa de hasta del séxtuplo del importe de la mercancía.
Durante 2019 realizan 8 inspecciones en establecimientos autorizados y 23 en no autorizados en las que se incautaron de 311 cajetillas, además de otras cuatro operaciones contra el contrabando con 398 cajetillas sin precintos. A lo largo del siguiente año, según han confirmado a este periódico Vigilancia Aduanera y Policía Local, fueron 6 actuaciones en establecimientos no autorizados en los que dieron con 521 cajetillas fuera de curso legal, 94 inspecciones en negocios legales sin detectar ningún tipo de irregularidad y 8 operaciones más contra el contrabando que computaron 853 cajetillas con la correspondiente acta de infracción.
Ya en plena pandemia realizaron varias intervenciones en las que se incautaron 585 cajetillas de tabaco de contrabando en tiendas y bares de la capital valoradas en unos 2.500 euros. Fue el resultado de las investigaciones y comprobaciones in situ de ambos cuerpos en los últimos días de junio en comercios que vendían tabaco fuera de las máquinas expendedoras y en la mayoría procedía del contrabando. Detectaron la venta fraudulenta sin autorización de cajetillas sueltas, tanto nacionales como de importación. Todas las infracciones detectadas fueron remitidas a las administraciones correspondientes para su sanción, que van de la mínima de 1.000 euros a la máxima que puede llegar al 350% del valor incautado para las grandes aprehensiones.
La mayoría de las inspecciones se concentran en todo tipo de comercios como locutorios, carnicerías, bazares y hasta tiendas de chucherías, un número importante regentados por marroquíes y en el barrio de El Quemadero y centro de la ciudad, que vienen levantando sospechas porque no tienen autorización para vender tabaco pero son sorprendidos suministrando incluso cigarrillos sueltos a sus clientes. Habitualmente se les incautan pequeñas cantidades, entre 8 y 10 cartones, lo que implica faltas leves, si bien les preocupa la reincidencia que podría derivar en un cierre que decreta la Consejería de Salud y Familias. El control de los establecimientos autorizados recae, sin embargo, en el Comisionado para el Tabaco al que se remiten las infracciones en la comercialización.
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