El Consejo Social de la UAL premia el espíritu universitario y los valores humanos de la astrónoma almeriense Josefa Masegosa
Consejo Social de la Universidad de Almería
Forma parte del Instituto de Astrofísica de Andalucía, donde investiga la evolución de las galaxias
Además, es una activista que fomenta el acceso de la mujer a los estudios de ciencias e ingenierías
Brillante y comprometida con la ciencia. Así es Josefa Masegosa Gallego, doctora en Física e investigadora científica del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, ubicado en Granada, a quien el Consejo Social de la Universidad de Almería le ha reconocido con el Premio al Espíritu Universitario y Valores Humanos. Se ha valorado tanto su espléndida faceta investigadora como su compromiso para difundir el papel de las mujeres en la ciencia, centrándose en las astrónomas pioneras y contemporáneas. En esta línea, fue una de las fundadoras del nodo de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) en Andalucía.
La vocación le viene a Josefa Masegosa desde pequeña, cuando en las despejadas noches de Oria contemplaba la Vía Lactea. Un idilio que continuó con sus estudios universitarios de Física y se afianzó gracias a una beca en Astronomía en el Reino Unido. “Y ahí el amor por la astronomía creció, porque realmente la astronomía es muy fascinante. En astronomía no puedes modificar el experimento, pero midiendo la luz que viene de las galaxias, puedes llegar a conocer cómo surgió el universo, cómo evoluciona y cómo se forman las estrellas y las galaxias”.
La labor investigadora de la almeriense en el Instituto de Astrofísica de Andalucía se ha centrado en la evolución de las galaxias, con dos etapas. En la primera, estudió galaxias que están formando estrellas de forma muy violenta, “detectamos galaxias con contenido metálico bajo, que es lo que se esperaba en las primeras galaxias del universo”. Luego cambió la línea de trabajo hacia la actividad nuclear de las galaxias. “Cómo se forman las galaxias que tienen un agujero negro central. Hoy sabemos que todas las galaxias tienen un agujero negro, pero algunos están activos y otros no. Y dado que la energía emitida por estas galaxias con agujeros negros se debe a procesos físicos tremendamente energéticos, también hice observaciones en Rayos X. El estudio de los Rayos X es importante, pues nos permite llegar a las zonas más internas de las galaxias. Estudiamos cómo ocurren estos fenómenos, cómo radian estos objetos y cómo se acoplan las diferentes bandas del espectro en estas zonas tan internas de las galaxias”.
La astrónoma reivindica “la importancia del conocimiento por el conocimiento. La astronomía nos permite responder a la pregunta de dónde venimos y cómo es nuestro universo. Es la primera pregunta que se hizo el ser humano. Cómo el cielo puede influir en nosotros y hace avanzar a la humanidad”. Además, muchos de los estudios, como el caso de los Rayos X, se han aplicado luego a otras ciencias como es el caso de la medicina.
Mujeres y ciencia
La astrónoma no tuvo fácil dedicarse a esta apasionante profesión. “Con 10 años no podía estudiar matemáticas. Vengo de las escuelas segregadas, a los niños se les enseñaba matemáticas y a las niñas a coser y rezar. Lo consideraba una injusticia porque a mí lo que realmente me gustaban eran las matemáticas. Doy gracias de que tenía unos padres que se concienciaron de que ésa era mi vocación. Así fui avanzando y empecé a ser activista del movimiento feminista”.
Por eso, dedica parte de su tiempo a fomentar los estudios de ciencias entre las niñas. “Coordino la Comisión de Mujeres y Ciencia del Instituto de Astrofísica y lo que hacemos es intentar llegar a las escuelas y explicarles que ellas pueden. Porque el mensaje que reciben es todo lo contrario, que Ingeniería y Robótica es para hombres, y las mujeres deben dedicarse a los estudios sanitarios y de cuidados. Yo les digo que si yo he podido, ellas también. Es importante para estas niñas darles referentes, que se vean reflejadas en alguien que ha hecho carrera en el mundo de la astronomía”.
Por último, quiere dar las gracias por el premio al Consejo Social de la Universidad de Almería. “Es un honor y he contraído una deuda de gratitud con este organismo. El hecho de ser almeriense me ha imprimido carácter, yo me formé en Calar Alto, y saben que siempre estoy disponible para cualquier evento sobre astronomía o ciencia y mujer en Almería. Estoy muy agradecida a mi tierra”.
También te puede interesar
Lo último