El Colón premiando novelas... Antonio Torres: ¡Qué nariz tan grande tienes!

Almería

Corre 1935 y don Francisco Torres Ruiz acaba de exportar desde el puerto de Motril el último del mucho aceite hecho en la campaña de este año en Íllora

Don Francisco Torres Ruiz
Don Francisco Torres Ruiz / D.A.
José Luis Ruz Márquez

03 de marzo 2023 - 11:19

Almería/Quiere conocer Almería y se embarca en una ruta que es para héroes aún a bordo de su Hispano Suiza un auto de postín que lo planta en el antiguo café Colón, en el Paseo que ahora le toca llamarse de la República, para que, de casualidad, oiga a un camarero decir que está en venta el negocio. "Estaba", piensa él, mientras aprieta la mano de los tratos con la de don Rogelio Castillo. Ya de vuelta en su tierra granadina encomienda a su hijo el café y para acá que viene don Antonio Torres Cuesta, con una ilusión que no tardará en quemar la guerra incivil, la que lo llevará de cárcel en cárcel, hasta que la quinta, la de El Ingenio, lo devuelva a la libertad.

Lo primero que don Antonio hace es irse a Madrid en busca de orquesta para su café, y cuando al fin da con una respira aliviado como los músicos, algunos llorosos a la vista de un contrato de posguerra por el que trabajaran tiempo, hasta que se forme en Almería la orquesta Alba con componentes de la banda municipal y los maestros Barco, Berenguer y Sánchez de la Higuera… una orquesta nueva pero con la misma hambre que la anterior retratada en el caso del admirador que compró un pan blanco de Guadix, el que se vendía de estraperlo en la calle frente al Apolo, y ya en el Colón lo dejó ver en plena actuación y ahí que se hicieron las bocas agua y comenzaron los desafines…

Con la orquesta alternaban el humor, el baile, la magia… y los cantantes, eso sí, nunca cantaores así que los flamencos

que por allí se veían, desde Marchena a Valderrama, todos tomaban café sin cantar ni pío…

Una de las primeras cantantes que actuó en el Colón fue una jovencita escoltada, como Dios mandaba, por su madre, y que se hacía llamar Loren Garcy para reservarse el nombre de Pilar Lorengar y con él presentarse en sus días de gloria, ya una de las más célebres cantantes líricas de España…

Pero, al igual que promesas, venían artistas ya consagrados como Machín que apareció un día de los cuarentena de los hombres y pocos y mientras se montaba el escenario sentó en la rodilla a un niño pequeño que no tardó en señalarle con el dedo para decirle: ¡Qué nariz más grande tienes! descubridor él de que el célebre cubano era capaz de oler dos gardenias a la vez y no estar loco.

Café Colón
Café Colón / D.A.

Antonio Torres González-Aurioles, que así se llamaba, y llama, la lista criaturita, es de esos hombres a los que yo clasifico de sedantes, que nos dan, porque la tienen, seguridad. Su desinterés por el estudio reglado lo libró hasta de la única carrera que habría hecho, la de ingeniería industrial, lo que nos hizo perder un técnico pero nos dio a ganar un inquieto que se doctoró en muchas cosas: empresario, constructor, anticuario, inventor… todo desde una seriedad nunca reñida con el humor granaino heredado de doña María José, su madre.

Los camareros sobre eficaces eran a menudo ocurrentes como "Parrita" que preguntó a un cliente protestante por la mosca caída en el café:

- ¿Y qué quiere usted que le caiga por una peseta?

O aquel al que Perceval le pidió:

-¿Me puedes traer un líquido inodoro, incoloro e insípido llamado agua? A lo que él respondió:

Querrá usted decir H2O!

Con el mundo local convivía otro forastero de artistas de todo tipo que arreció con la llegada del cine; es una pena que no se hubiera creado un libro de firmas para los visitantes que sacaban los pies del plato que es lo que hacía el café al tener la clientela por secciones: judicial, militar, artística, taurina…Yo por razones de vocación y parentesco participé en los últimos tiempos en la de los artistas, desde la que controlaba su Tertulia Indaliana Jesús de Perceval, un incondicional del café Colón al que solo le ponía los cuernos con el Español los días de búsqueda de comprador para su naranja.

Poseía el Colón, como todo lo grande, más de una cara y sobre café, era billar, futbolín, cante, baile, parrilla… de todo tenía, pero Antonio Torres se empeñó en crearle un trofeo literario como guinda de un negocio que siempre había tenido un aire madrileño de café de tertulias: él mismo tuvo una que cuando el local echaba el cierre la prolongaba, Paseo arriba, Paseo abajo, haciéndonos hablar de lo divino y de lo humano… Como ven no llegaba de nuevo al mundo al que quería homenajear… Emilio Contreras le facilitó el contacto con Subirach y Planeta patrocinó el galardón e hizo posible un jurado de valía: Paco Umbral; José Manuel Lara Bosch; Antonio Prieto, premio Planeta; Florencio Martínez Ruiz, redactor jefe de ABC; Martin Descalzo, Julio Alfredo Egea… mientras el ayuntamiento de Gómez Angulo lo dotó de cien mil pesetas.

Y así fue como nació en 1973, ahora hace medio siglo, el Premio de Novela "Café Colón" que tuvo por primera fiesta el banquete que en su casa sobre el local dio el fundador y por primer premiado al madrileño Javier del Amo por su novela “El canto de las sirenas de Gaspar Hausser".

En su segunda edición, en 1974, el galardón fue para Miquel Sanz por su "Homenaje a F. K." y a la tercera fue la vencida: quedó en suspenso el galardón con el proyecto de Lara Bosch de dejarlo invernar un par de años y relanzarlo… pero se precipitaron las cosas y se produjo la venta y cierre del café en 1975 y con él se fue el premio con honda pena del fundador que con tanta ilusión lo había creado.

Ahora Antonio ha perdido peso, pero ni un ápice de su sentido del humor, su optimismo y su capacidad crítica; vive en la casa que se merece: la del balcón de lujo al Mediterráneo que fue la del general Cuervo, en Aguadulce, en una soledad bien administrada con música clásica, lectura y venidas al Círculo Mercantil para "echarse" en el dominó: que él siempre detecta la ficha ganadora, la obra de arte, el negocio, la novela… Todo con su finísimo olfato. No sé a qué espera Machín para gritarle en cubano desde su cielo de angelitos: ¡Antonio Torres: Qué nariz más grande tienes!

stats