Colombine sigue haciendo amigos

Crónicas desde la ciudad

Con el tratamiento de Ilustrísima, la alicantina Asunción Valdés goza de un espectacular currículo como pionera en el ámbito de la Comunicación y del periodismo femenino en España

Colombine sigue haciendo amigos / D. A.
Antonio Sevillano - Historiador

02 de marzo 2020 - 13:33

Almería/SUBIÓ a la tarima, ocupó el sillón profesoral, ajustóse las lentes, ordenó unos papeles y se dirigió a la expectante aula: … Como decíamos ayer… Los alumnos en clase eran otros, distintos a los de cinco cursos atrás. El tiempo que fray Luis de León permaneció preso por la Inquisición en la cárcel territorial salmantina tras un juicio inicuo. Corría el siglo XVI. No me asemejo al fraile agustino (¡qué más quisiera!) ni me ha condenado tribunal alguno. Ítems más: en conocimiento y saberes estoy a años/luz del teólogo conquense, pero me placía recurrir a una cita clásica en la literatura castellana –pese a no estar suficientemente contrastada- para justificar mi reincorporación a filas en Diario de Almería después de un tiempo en barbecho. Un año sabático en cuanto a colaboraciones semanales, aunque no referido a otros menesteres en el organigrama de la cabecera periodística del andaluz Grupo Joly. Verbigracia: como miembro del Jurado que otorga sus prestigiosos premios anuales.

La ocasión no podía ser más propicia y oportuna. Con la siempre grata excusa de Colombine, Roberto Cermeño me puso en contacto con la periodista Asunción Valdés Nicolau. Cermeño es el mayor coleccionista de la obra de Carmen de Burgos Seguí (1867-1932); con un fondo bibliográfico que contempla primeras ediciones de sus libros, documentos, correspondencia personal, etc. Y fundador asimismo de la sección ateneística cultural “Carmen de Burgos”, adscrita al Ateneo de Madrid. Asunción está elaborando una nueva monografía sobre nuestra paisana y sentía la necesidad de visitar Almería. Pero antes de proseguir el relato es conveniente detenerse en su: IMPRESIONANTE ARTÍCULO

Nacida en Alicante en 1950, la joven alumna del Colegio de las Teresianas no podía sospechar la extraordinaria biografía que se iría labrando a golpe de metas conquistadas. Pionera, dada su condición femenina, en distintas situaciones novedosas. Terminada la carrera de Periodismo ingresó de becaria en el granadino diario Patria y de ahí al Informaciones de su ciudad de origen. En 1975 inició su andadura ante el micrófono en Radio Exterior de España, trasladándose a Bonn (República Federal Alemana), donde permaneció hasta comienzos de los Noventa como corresponsal de RNE; y de la capital teutona a Bruselas. Una dilatada e intensa etapa en su currículo que le valdría el general reconocimiento profesional y la consiguiente e íntima satisfacción personal, no en vano le tocó cubrir la ingente información previa generada por la adhesión de España (1985) a la Comunidad Económica Europa. Paralelamente, formaría parte de la redacción fundacional de El País en mayo de 1976.

En aquel destino, José Luis Balbín, responsable de informativos en RTVE, la hizo regresar en 1983 para hacerse cargo del Telediario –el primer rostro femenino que los españolitos pudimos contemplar en pantalla-, de Informe Semanal Europeo y En portada. Una forma sugerente y moderna de hacer periodismo en España. Su siguiente reto sería el de dirigir durante más de un lustro (1986-1992) la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid, cargo que obtuvo por oposición y le supuso la condición de funcionaria estatal.

En 1993 la Casa de S.M. el Rey experimentó una profunda renovación: de militar a civil. Al general Sabino Fernández Campos le sustituyó el granadino de origen almeriense Fernando Almansa, vizconde del Castillo de Almansa y marqués de Cadimo. Seguidamente, y a propuesta suya, Juan Carlos Iº la nombró responsable de Relaciones con los Medios de Comunicación. Con categoría de directora general se convirtió tras su toma de posesión en la primera mujer en alcanzar el máximo rango en la Jefatura de Estado.

Asunción Valdés obtuvo en 1972 la licenciatura en Ciencias Políticas y de Periodismo en la Complutense madrileña; y la diplomatura de Sociología Política y Estudios Avanzados en Ciencias Sociales en 1980 y 2007, respectivamente. Entre sus múltiples premios y galardones ostenta la encomienda de número de la Orden del Mérito Civil y la de Carlos III. En 2004 el presidente de la República gala, Jacques Chirac, la nombró Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia. Todo ello le confiere el tratamiento de Ilustrísima.

VISITA PENDIENTE

¡Ay, callejón del Cubo!

A traición y por la espalda

mataron a don José,

la flor del contrabandismo

Su esposo, Emiliano Sanz Cañada, conoció Almería en los pasados años ochenta en que como ingeniero de Montes recorrió los Filabres, Sierra de María-Los Vélez o Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, motivado por distintos proyectos medioambientales y de forestación. Ella en cambio la desconocía. Era su asignatura pendiente desde el punto y hora que supo del almeriensismo de Carmen de Burgos. Ilusión satisfecha tras contemplar días pasados, in situ, la belleza inigualable del Cabo de Gata: Isleta del Moro, Rodalquilar, San José, Agua Amarga… Y la capital en una primera jornada gozosa de sol, intensa y agotadora (para mi espalda). Paso a paso, Asunción se embebió de la huella urbana que le fue cotidiana a Colombine hasta su marcha a Madrid.

En calle Las Tiendas admiró la fachada decimonónica en cuyo inmueble su suegro, Mariano Álvarez, tenía la imprenta editora de Almería Bufa, semanario satírico dirigido por Arturo Álvarez, hijo de este y esposo de Carmen; donde ella aprendería los rudimentos del periodismo y la maquetación. En plaza de San Sebastián vimos, aún en pie, la casa donde abrió sus puertas el colegio municipal de niñas pobres “Santa Teresa”. En el callejón del Cubo -entre las plazas Catedral y Bendicho y bajo el sol pétreo que decora externamente la capilla funeraria del obispo Diego Fernández de Villalán-, rememoramos el lance de pólvora y sangre en el que pereció el abuelo de nuestra ilustre paisana.

Y previo a dicho periplo, la Plaza Vieja, domicilio familiar en el que vino al mundo. Ante su sorpresa –en mi caso no supuso una novedad sino la repetición de un desagradable hecho anterior-, con dificultad pudimos aproximarnos a la cerámica con la que el Ayuntamiento y la AA.VV. Casco Histórico dejó constancia de su nacimiento en 1867. Los almerienses deben saber que todo el lienzo de esta arcada perimetral está ocupado por sendos negocios de hostelería y restauración, cuasi en régimen de privacidad. Por último, a Asunción Valdés Nicolau la puse en antecedentes de lo que es y simboliza el monumento a los Mártires de la Libertad, el popular pingurucho que los populares pretenden defenestrar. Sus negativos comentarios se escapan al contenido del artículo con el que me reincorporo a Diario de Almería.

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