Colegio San Valentín, tres informes técnicos y cuatro meses para declarar la 'ruina'

Educación

La intervención del Ayuntamiento de Almería ha sido clave para alejar a los alumnos, docentes y demás trabajadores de un edificio cuyos pilares se desmoronan y el hormigón es arena

El primer análisis lo hicieron los técnicos municipales el pasado mes de junio cuando el curso pasado aún no había finalizado

Los alumnos del colegio San Valentín suben al autobús el primer día de vuelta a las clases presenciales en sus nuevos colegios
Los alumnos del colegio San Valentín suben al autobús el primer día de vuelta a las clases presenciales en sus nuevos colegios / Javier Alonso

Como ocurre en palacio, las cosas en la administración también van despacio. Cuatro meses han pasado desde que el Ayuntamiento de Almería hiciera saltar las alarmas con un informe técnico que determinaba graves deficiencias en la estructura del centro educativo hasta que la Junta de Andalucía decide cerrar las instalaciones. En total han sido tres los análisis a los que ha sido sometido el colegio para determinar si las deficiencias presentaban riesgo para los niños, docentes y demás trabajadores que daban vida cada día a ese edificio ubicado en el barrio de las Quinientas Viviendas.

Una y otra administración han trabajado coordinadas para acelerar los tiempos pero, de todos es sabido, que la excesiva burocracia empaña cualquier esfuerzo por agilizar una cuestión que debería tener respuesta tan solo en unas horas, días como máximo, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un edificio donde estudian 104 niños menores de edad.

Doce días después del cierre del Colegio de Infantil y Primaria (CEIP) San Valentín y con el esfuerzo de la dirección del centro y del propio delegado, Antonio Jiménez, las clases se han normalizado ya con la reubicación de todo el alumnado en los colegios ‘de acogida’ Juan Ramón Jiménez y Los Millares. Las aguas parecen haberse calmado aunque la historia continúa. En los próximos días, semanas o meses quizá, los técnicos deberán anunciar su veredicto. El destino final de este colegio: Demolición o rehabilitación; esa es la cuestión.

En esta historia de ‘ruina y riesgo’, una pieza clave ha sido sin duda el Ayuntamiento de Almería que, a través del Área de Servicios Municipales que dirige la concejala Sacramento Sánchez, ha dado los pasos precisos para evitar que el edificio pudiera ocasionar cualquier desgracia. Según explicó la concejala a Diario de Almería, “como no quedaba claro el estado de la estructura comparando el primer informe que realizaron los técnicos del Ayuntamiento y el segundo que emitieron los técnicos de la Junta, yo personalmente, una vez que visité el centro educativo y comprobé el estado de los pilares, toqué el hormigón y éste se desprendía porque era arena. Entonces decidí encargar un tercer análisis de patología a una empresa externa que concluyó con rotundidad que el edificio debía ser cerrado, apuntalado y sometido a un estudio en su conjunto por parte de especialistas. El informe lo realizó la empresa ICC. Así se lo trasladé al delegado de Educación con el que he estado en contacto todo este tiempo”.

La APAE ya tiene la solicitud de la Delegación de Educación de Almería para las catas definitivas

Una vez tomada la difícil decisión del cierre, todo está en manos de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), que es la que a partir de ahora asume toda la responsabilidad de devolver la ilusión a la comunidad educativa del CEIP San Valentín con un nuevo colegio, o con el que ya conocen pero libre de peligros y amenazas de derrumbe.

Nervios, ilusión, expectación e incluso emoción (sobre todo por subirse a un autobús como si de una excursión se tratara) eran los sentimientos que el pasado jueves, el primer día de vuelta a las aulas, se podían palpar en el ambiente en el barrio de las Quinientas Viviendas de Almería. Alumnos del colegio San Valentín y sus padres se concentraban en las aceras, a escasos metros de la puerta principal del centro educativo, para emprender la ruta hacia los nuevos colegios donde han sido reubicados para poder continuar sus clases mientras su colegio espera para saber cuál será su destino final.

A las 8:30 horas, los autobuses de Ramón del Pino ya esperaban con las puertas abiertas a los alumnos para trasladarlos al CEIP Juan Ramón Jiménez y al CEIP Los Millares (ambos en la zona norte de la ciudad), donde la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía ha decidido integrarlos junto con sus docentes. Eso sí, únicamente para recibir las clases, puesto que el Aula Matinal y el Comedor se mantienen inmóviles en el edificio del CEIP San Valentín, concretamente en una parte que no está afectada por las deficiencias estructurales, entre otras cuestiones porque es de reciente construcción. La obra se hizo en el año 2012.

El jueves fue el primer día de la nueva normalidad a la que tendrán que acostumbrarse alumnos, docentes y padres. La previsión es, a tenor de los tiempos que se manejan en las administraciones, de la excesiva burocracia, que esta excepcional situación se prolongará prácticamente durante todo el curso académico actual, teniendo en cuenta que el edificio aún no ha sido sometido al análisis integral que ha sido solicitado por parte de la Delegación Provincial a la Agencia Pública Andaluza de Educación, dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Este sería el cuarto informe, posiblemente el definitivo, que determinará el final de la historia de este centro educativo. Un proyecto de rehabilitación que lo libere de las deficiencias que presenta su estructura, o levantar un nuevo centro que podría ser el que ya hay proyectado en los terrenos de la Vega de Acá y que se espera esté finalizado en un periodo de dos años, tal y como ha confirmado el delegado de Educación.

Cabe recordar que fue el propio Ayuntamiento de la capital el que instó a la Junta de Andalucía a decretar el cierre del San Valentín. Le remitió el informe de patología realizado por la empresa ICC y a raíz de esta comunicación, la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía puso en conocimiento de los padres de los alumnos que el centro presentaba graves deficiencias y que debía cerrarse de forma inminente.

Cronología

El pasado 26 de octubre se realizó el estudio de la estructura de este colegio por parte del Ayuntamiento a petición de GRUPOCOPSA, S.L., el laboratorio ICC Control de Calidad S.L.procedió a la extracción de cinco probetas-testigo de hormigón endurecido procedente de elementos verticales de la estructura de uno de los edificios que componen la edificación. El objetivo era determinar la resistencia a compresión del hormigón.

El 29 de octubre, el Ayuntamiento remitió a la Delegación Territorial la resolución donde se aconsejaba el cierre del centro e indicando que únicamente se accediera en grupos pequeños para retirar el material oportuno. Además, el Área de Servicios Municipales del Consistorio aconsejaba el apuntalamiento de la planta baja del edificio y seguir realizando ensayos en el resto de la estructura para proceder a las actuaciones que sean pertinentes.

El día 2 de noviembre los alumnos ya no volvieron al centro e iniciaron una semana de clases telemáticas volviendo a poner en práctica los mecanismos que se usaron durante el confinamiento.

Grietas en la cornisa, punto de inicio

Un escrito para avisar de grietas en una cornisa fue el punto de inicio de la historia de ruina del colegio San Valentín. Un escrito que el propio director del centro, Jerónimo Agüero, remitió tanto al Ayuntamiento de Almería como a la Delegación Provincial. En una visita de los técnicos municipales para verificar la existencia de las grietas y otras cuestiones que rezaban en el escrito, los especialistas se percataron del mal aspecto que presentaban los pilares. A raíz de ahí el Consistorio encarga su particular estudio, que determina el riesgo que existe por el mal estado de los pilares. Esto ocurrió en el mes de junio, antes del final del curso pasado. Cuatro meses después, dos informes más se han emitido especialistas de la Junta y de una empresa externa. Y la estructura está ahora pendiente del que sería el cuarto informe, éste ya sí del conjunto del edificio. Como ha explicado el delegado de Educación a Diario de Almería, “aún no se ha determinado pero el edificio podría estar afectado por aluminosis, como ya la sufrieron el IES Nicolás Salmerón y otro colegio de esta misma zona de Almería, además de otras edificaciones del mismo barrio”.

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