El Club Jairán abandona la piscina y pistas de Costacabana

Deportes

Dimite el presidente y la junta directiva. El centro deportivo se enfrenta a un posible cierre temporal

Usuarios de la piscina de Costacabana
Usuarios de la piscina de Costacabana / Javier Alonso

La primera concesión administrativa de unas instalaciones deportivas realizada por el Ayuntamiento de Almería se acaba. El presidente del Club Jairán y la junta directiva han abandonado la piscina y pistas deportivas de Costacabana, poniendo punto final a 23 años ya de relación, que ha ido agotándose por la acumulación de deudas por parte de los gestores y de reclamaciones de pago emitidas desde el Consistorio.

Después de tensos meses, la ruptura ha sido materializada esta misma mañana cuando trabajadores del Club han acudido a las dependencias del Patronato Municipal mostrando un escrito que podría traducirse en la devolución de llaves de este complejo deportivo. No de forma literal. Se trata de un comunicado firmado por el presidente en que el que pone en conocimiento de los trabajadores su dimisión y la de los miembros de la junta directiva, haciendo a los empleados, según las explicaciones municipales, responsables ante terceros, es decir ante los organismos oficiales y proveedores.

El centro deportivo se enfrenta ahora a un periodo de incertidumbre, pudiendo echar las pistas de tenis y pádel, así como la piscina, su cierre, al menos, de manera de temporal.

La intención del Ayuntamiento era la de resolver la concesión con el rescate de las instalaciones y sacar a concurso público de nuevo la gestión y explotación, con un pliego de condiciones ajustado a la situación económica real y con unos parámetros que puedan ser asumidos desde el punto de vista empresarial.

Los impagos a las arcas municipales, que acumulan desde 2013 una cuantía próxima a los 285.000 euros, derivan en buena parte a las propias condiciones de la concesión. Fue de las primeras en realizarse y las cuentas de 1997, cuando la piscina de Costacabana era la única en la ciudad junto a la del Club de Mar, no son las mismas para una capital donde las instalaciones deportivas han crecido, de tal manera que el número de socios y usuarios del núcleo urbano no da para pagar el canon anual, cuatro millones de las pesetas de los noventa, más otro canon variable.

Estos pagos fueron compensándose con las inversiones que el contrato, de una duración de 30 años, incorporaba. Han sido 138 millones de pesetas en total y hasta 2013 han sustituido al canon anual.

“No podemos mantener esta situación, sería dejación de funciones y no hay más solución ya que el rescate”, explicaba en octubre el concejal de Deportes, Juanjo Segura, tras acordar el inicio del expediente de rescisión.

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