Climatizan la temperatura de los invernaderos de Almería perforando hacia el interior la tierra

La fuente de la energía geotérmica es el calor que emana del núcleo de la Tierra, y que se manifiesta a veces de manera natural en forma de volcanes, géiseres, o aguas termales. Desde hace décadas, tal y como apuntan desde el Grupo Cyopsa (grupo que desarrolla la plata de Níjar a través de Cardial), se exploran las capas más superficiales de la corteza terrestre en busca de geologías adecuadas que permitan la explotación de esta energía limpia, barata y prácticamente ilimitada. En los mejores yacimientos geotérmicos, el agua del subsuelo se encuentra a temperaturas lo bastante elevadas como para generar vapor para una central eléctrica, suministrar calor industrial o incluso calefactar distritos enteros de una gran ciudad.

La geotermia, según meteorologíanred.com, es la energía más eficiente tanto desde un punto de vista de consumo energético como de ahorro económico. Representa un ahorro energético y económico de entre un 60 y un 80% respecto a los sistemas de climatización tradicionales como el gas o el gas-oil. También es más eficiente que otras energías renovables, como la biomasa o la solar, frente a las cuales representa ahorros superiores al 50%.

En España, el aprovechamiento de la energía geotérmica profunda todavía no está desarrollado, caso que contrasta con el de países como Estados unidos, Japón, Italia o Islandia, donde la geotermia juega un papel fundamental en el sector renovable. Sin embargo, desde hace unos años, el Grupo Cyopsa se ha propuesto revertir esta situación, promoviendo el desarrollo de una red de plantas geotérmicas en la provincia de Almería a través de su filial, Cardial Recursos Alternativos. El objetivo de estas plantas será suministrar calefacción a los invernaderos de la región, mejorando así su productividad sin perjudicar al medio ambiente.

Actividad realizada en Almería

La energía natural descubierta y que ahora se pone en explotación es posible gracias a la existencia de un mar subterráneo de miles de hectáreas de extensión, que se encuentra bajo la comarca de Níjar. El agua, que no es de uso convencional, agrícola o humano por la composición mineral de ese subsuelo, es calentada de manera natural por la actividad volcánica de la zona que si bien se extinguió hace miles de años, mantiene un recurso natural intacto, absolutamente explotable e inagotable.

La gestión de recursos consiste en un ciclo cerrado que conforme extrae agua la devuelve al yacimiento una vez se aprovecha su energía calorífica, reiniciando así el proceso natural.

El aprovechamiento de la energía térmica mediante plantas de intercambiadores de calor permitirá, además, aportar frío en los meses de mayor temperatura exterior, por lo que el efecto de climatización bajo plástico no se ciñe a los meses fríos del invierno.

La primera planta de la red que Cardial comienza a construir en toda la zona de producción agrícola de Níjar, supondrá una inversión que superará los 4.000.000 de euros y no sólo generará el empleo propio de ingeniería, construcción, gestión y mantenimiento que conllevan esta instalación, sino que al proporcionar a los cultivos una energía limpia, sin emisiones de ningún tipo y que alarga el periodo productivo o campaña agrícola, así como el volumen de producción por metro cuadrado de invernadero, tendrá un efecto directo sobre el modelo económico actual.

Cardial Recursos Alternativos nació gracias al impulso de Carlos Díaz Álamo, dueño de un invernadero que descubrió que las bombas de su finca se quemaban porque el agua que extraía era “muy caliente”.

Han recordado que el término municipal de Níjar discurre en gran parte en una zona que antaño tuvo una importante actividad volcánica, contando con una gran bolsa de agua subterránea que no es utilizable para la agricultura, pero sí para la calefacción geotérmica.

Aunque en un primer momento se pensó en destinar dicho calor a la generación eléctrica, finalmente se decidió destinarlo a la agricultura. De esta forma, han señalado que en una planta de este tipo son necesarios dos sondeos, uno que extrae agua y otro que la vuelve a inyectar.

“Se extrae el agua, se eliminan los residuos en la planta y por tuberías se traslada a los invernaderos, dode se destina a la calefacción, obteniendo una temperatura permanente de 18-19 grados, por lo que si se produce una helada no habrá un salto térmico”, apuntan.

La misma agua regresa a la planta ya enfriada, donde se vuelve a inyectar al yacimiento y donde se calentará otra vez de forma natural.

Destaca que hasta el momento se han movilizado unos 3,7 millones de euros, explicando que este proyecto se inició en un primer momento con Sacyr, entrando posteriormente en la ecuación el Grupo Cyopsa, gracias al interés de su presidente Camilo José Alcalá, que actualmente tiene el 51 %, si bien en breve se retirará del accionariado de Cardial.