La Chanca defiende su patrimonio
El barrio pide su inmortalidad y la de sus canteras y ahora que uno de sus símbolos, las torres de fundición, no caigan al suelo por falta de cuidado

Las torres de fundición de plomo (conocidas en su conjunto como Fundición Heredia) constituyen unos de los restos protegidos del siglo XIX que aún conserva la ciudad. Junto al barrio de La Chanca, se trata de unos vestigios propios de una época marcada por el intento de desarrollo económico de la provincia, que trató de buscar diversidad en el terreno laboral y encontró en el metal una respuesta que, para su desgracia, no perduró demasiado en el tiempo. La mayoría de los restos de esta fundición han desaparecido por el paso del tiempo y el poco cuidado que se le ha prestado. Aún así, se encuentran catalogados como Bien de Interés Cultural (el 7 de enero de 2004) con carácter genérico en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz junto a cuarenta y cuatro bienes inmuebles pertenecientes al Patrimonio Industrial relacionados con la minería de los siglos XIX y XX en la provincia de Almería.
El caso es que los vecinos han comenzado a reclamar una mayor atención para estas torres y, de esta forma, evitar que sigan cayendo al suelo como ya ha sucedido con las restantes. Existe una dentro del barrio, otra en mediano estado de conservación en sus proximidades y varios restos más de otras que ya han perdido la mayoría de su altura.
Las torres de fundición no solo han sido inspiración de pintores y escritores de La Chanca, ha sido lugar de esparcimiento de pequeños y mayores durante años y años y en la actualidad lugar de peregrinación y ocio no solo de vecinos de la zona, también de almerienses y turistas a pesar de no aparecer entre los lugares de visita de las guías turísticas de la capital.
La época minera de Almería abarca en torno a un siglo de obras de las que todavía se conservan ciertas construcciones. La creación, a finales del XVIII por parte de la Corona, de las Fundiciones Reales de Alcora en Canjáyar y Presidio en Fuente Víctoriana dio lugar a la construcción de una carretera para dar salida hacia el puerto de Almería a todo el plomo que salía de la Sierra de Gádor. La Fundición Santo Tomás, conocida con el nombre de Heredia y dedicada a la desplatación del plomo por el sistema de Pattinson, se encontraba situada entre las últimas estribaciones de la Sierra de Gádor y el puerto de la ciudad.
Esta fundición viene a completar el conjunto de juegos de calderas propiedad de la familia Heredia en la costa almeriense situadas en Motril, Adra y Almería.
De las instalaciones que componían esta fundición (talleres de calderas, hornos reverberos,...) se conservan en la actualidad la chimenea principal y las chimeneas de evacuación de humos.
La chimenea principal de la fundición Heredia ha quedado situada en el patio trasero de una vivienda del barrio de Pescadería. Estaba destinada a conducir a capas de aire superiores los gases producidos por la combustión de las calderas. Es de sección cuadrada y está construida en ladrillo. En ella se distinguen las siguientes partes. La parte más visible y la más importante en términos formales y funcionales es el fuste, caña o tubo. Se trata de un conducto hueco se sección cuadrada que reduce sus dimensiones con la altura. El fuste descansa sobre una base o pedestal de sección cuadrada. El fuste no conserva la coronación o remate que protegía la parte superior del tubo evitando que el agua deslizase por el fuste.
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