Cajamar crea una incubadora de pymes de tecnología de agua
Prevé invertir 4 millones y se ubicará en la Estación Experimental de Las Palmerillas
En los próximos 5 años, apoyará a más de 150 empresas y facilitará la creación de casi cuarenta
Cajamar anunció ayer la construcción de una Incubadora de Alta Tecnología (IAT) especializada en la innovación tecnológica y gestión sostenible del agua, que espera que se convierta en un centro de referencia internacional en esta materia y con el que prevé apoyar a más de 150 empresas vinculadas con el I+D especializado en recursos hídricos.
Los encargados de desgranar las características del proyecto fueron el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, junto al director de Innovación Agroalimentaria de la entidad almeriense, Roberto García Torrente, y la directora de Proyectos Feder de la Fundación Incyde, Natalia Vázquez, que coincidieron en la importancia de la gestión sostenible del agua como factor estratégico de desarrollo para una sociedad.
En este sentido, Baamonde destacó que desde el propio sector agroalimentario no tienen miedo a la competencia de terceros países ni al auge de la tecnología, sino que el "factor más limitante para el desarrollo futuro es el acceso al agua".
Con esta iniciativa, Cajamar pone de relieve, una vez más, el compromiso que posee con el agro desde su puesta en funcionamiento, sin quedarse únicamente en la búsqueda de rentabilidad como entidad financiera, convirtiendo esta relación en una simbiosis que dura ya más de medio siglo y que, históricamente, se vio reforzada con la puesta en marcha de la Estación Experimental de Las Palmerillas, hace ya más de cuarenta años (echó a andar en 1975).
Una Incubadora de Alta Tecnología es un centro avanzado de referencia europea para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes, que se conciben como un instrumento fundamental para promover el crecimiento inteligente, sostenible e integrador que la Unión Europea persigue para los próximos años. La Fundación Incyde (Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa, una institución creada en 1999 a iniciativa de las Cámaras de Comercio de España) participa dentro del Programa Operativo Feder de Crecimiento Inteligente 2014-2020 como Organismo con Senda Financiera, con una ayuda procedente de Bruselas de 21,6 millones de euros para su ejecución.
El pasado 31 de mayo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la resolución provisional del proyecto, que recoge la 'Incubadora de Alta Tecnología especializada en la Innovación Tecnológica y Gestión Sostenible del Agua', que cuenta con un presupuesto total de algo más de 3,2 millones de euros y una ayuda procedente de Fondos Feder (UE) del 80%, lo que supone un total de 2,57 millones.
El importe final de la iniciativa, según las estimaciones que maneja Cajamar, sin embargo, es algo superior, y rondará los 4 millones de euros. La puntuación que ha obtenido el proyecto de la entidad almeriense es de 87 puntos, muy por encima de los otros dos con los que 'se batía el cobre', una 'Bioincubadora High Tech de Córdoba', liderada por el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo de Córdoba, que ha obtenido una valoración de 57,76 puntos; y el proyecto 'Incubadora de Alta Tecnología 4.0 de Linares', liderado por la Cámara de Comercio de Linares (Jaén), que ha obtenido 66,25 puntos; ambas no han resultado seleccionadas.
García Torrente recordó el carácter estratégico del agua para Cajamar, fuente de inspiración a lo largo de la trayectoria de la entidad y uno de los pocos temas que ha sido continuamente abordado. Precisamente, Almería es un referente internacional en el uso óptimo del agua y la maximización de la producción. En este sentido, el binomio que conforma Cajamar con su apoyo financiero al agro y su apuesta por el I+D y la transferencia tecnológica hacia las empresas supone una ecuación de éxito que perdura desde los orígenes de la caja rural. Y la preocupación por unos recursos hídricos en cantidad y calidad suficiente ha sido siempre un 'caballo de batalla' para su fundador, Juan del Águila.
Esta incubadora cuenta con el respaldo económico para los próximos cinco años, pero Cajamar pretende alargar la vida de la iniciativa de forma indefinida, tal y como apuntó García Torrente. De hecho, Baamonde puntualizó que, de no haber resultado ganador el proyecto en el marco de la Fundación Incyde, la caja rural almeriense lo hubiese llevado a cabo íntegramente con fondos propios.
Con 1.200 metros cuadrados de instalaciones, el centro, ubicado en Las Palmerillas, contará con los recursos más avanzados de un edificio de alta calidad, con espacios de trabajo común, salas de reuniones, auditorio, laboratorio y sala de videoconferencias.
Ha recibido 80 cartas de apoyo de entidades públicas y privadas
Durante el proceso de preparación del proyecto, Cajamar ha recibido 80 cartas de apoyo procedentes de organismos públicos, de universidades y de empresas privadas. Además, cuenta con 57 acuerdos de colaboración con diferentes entidades públicas, empresas, instituciones y centros de investigación en las temáticas centrales para el desarrollo de la incubadora. El fin de estos acuerdos es enmarcar el trabajo de generación, transferencia y asesoramiento que Cajamar realiza como facilitadores dentro del ecosistema de innovación tecnológica; conscientes de que el trabajo colaborativo y en red es imprescindible para que la transferencia de conocimientos y tecnologías respondan a las necesidades y demandas reales de los sectores socioeconómicos. El proyecto IAT contempla una realización inicial de unas infraestructuras repartidas por el territorio nacional, y acordes a las RIS3, que ayudarán a posicionar a cada región en nichos o mercados globales concretos y en cadenas de valor internacionales. Las incubadoras serán una herramienta fundamental para contribuir al posicionamiento de España en el ranking establecido por la UE para 2014-2020.
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