Bart Simpson y Superman, de paseo por La Salle
La Banda Municipal de Almería celebró ayer un concierto didáctico dentro de los actos por el centenario del colegio

A golpe de batuta, entre clave de sol y de fa, hicieron en la mañana de ayer aparición en el patio central de La Salle los Picapiedra, Superman, La Bella y la Bestia, Los Simpsons y otros héroes y heroínas infantiles a través de las notas interpretadas por la Banda Municipal de Almería para disfrute de los centenares de niños que se agolpaban en el céntrico colegio de la capital.
La Dirección del centro educativo preparó con mucho esmero esta actividad que se enmarca dentro de los actos que se vienen celebrando durante este año para conmemorar el centenario de La Salle.Y en un escenario tan especial y cargado de juventud y ganas de pasarlo bien, con una acústica que no tiene nada que envidiar a la que proporciona el Auditorio Maestro Padilla -respaldado también por el silencio generalizado de los niños-, la Banda Municipal ofreció un concierto didáctico en el que se entremezclaron bandas sonoras (Chicago, West Side Story), con partituras más infantiles (La Bella y la Bestia, Superman, El arca de Noé) y entre medio con otras más marchosas como una polka (Truenos y relámpagos) o la Marcha Arabesque.
El director de la Banda Municipal, Juan José Navarro, señalaba que "este acto es muy especial porque hace tiempo que no los ofrecemos en colegios. Hace unos años salíamos mucho pero ahora son los niños quienes vienen a vernos a nosotros al Auditorio, al Anfiteatro o al Teatro Apolo".
Por su parte, Teodosio Oliver, director técnico de La Salle, explicó que "este es un concierto que recoge los intereses y las preferencias de nuestros alumnos en un día tan importante como hoy en el que se unen tres circunstancias: nuestro centenario, la celebración de Santa Cecilia, patrona de la Música; y el Día Internacional de los Derechos del Niño".
En este sentido, entre pieza y pieza, varios menores de diferentes edades fueron leyendo cada uno de los Derechos del Niño, tales como el derecho a la educación o a tener un nombre y una nacionalidad.
La diversión continuó entre los más pequeños con la participación de una animadora, María del Mar Bernal, que se encargó de divertirles durante la interpretación de diversos temas en la que los niños ejercieron como coro con sus gritos y palmas, y que terminaron por despertar a algunos rezagados que a las diez de la mañana aún seguían bostezando.
Y es que los saxofones, trompetas, trombones, clarinetes y timbales hicieron por un día aparcar por un rato a las clases de Matemáticas o de Historia y recordaron a los no tan pequeños sus años más mozos al trepidante ritmo de West Side Story.
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