El Barrio Nuevo y el Cerro de San Cristóbal
ElSITIODEMIRECREO
La zona que bajaba del cerro San Cristóbal hasta el quemadero se denominaba "El Barrio nuevo"

En 1786 estaba deshabitado, y se comenzó a habilitar esa zona para construir cementerios con el fin de suprimir los enterramientos en los templos. Inicialmente era una zona de cuevas, y bajo ellas un llano, en el que se construyó el barrio.En el siglo XVI se construyó el baluarte de la Torre de las Arcas, junto a la actual Plaza del Carmen. Una vez derribadas las murallas que cerraban la zona del cementerio de la puerta de Pechina y el baluarte, surgió una leyenda:
Santisteban contaba que en el cementerio que había a los pies de la torre, enterraron a una muchacha que se había suicidado por celos. Cada noche el novio iba a visitar su tumba, veía la sombra de la novia y oía sus gemidos. Cuando derribaron la torre, de las ruinas salió una sombra, y se oyeron unos gemidos, que confirmaron la verdad del suceso.
Federico de Castro decía que en el siglo XVI, en la noche de San Juan al sonar las doce campanadas en el reloj de la Catedral, junto al pilar de la torre aparecía la mora Galiana, la de los romances, y un gigantón negro, y al primero que se acercaba a ellos le invitaban a seguirlos hasta la torre de las Arcas.Al llegar al baluarte el gigante daba las llaves de la torre a Galiana y el acompañante debía pronunciar la palabra cabalística "daca". Entonces se abría la puerta de la fortaleza y entraban en sus estancias llenas de tesoros desparramados por muebles y suelos.Si el acompañante se quedaba con la boca abierta ante tanta riqueza y no obraba con rapidez, daba lugar a que en lo alto de la escalera apareciera un sacerdote con un negro manto extendido, que iba apagando las antorchas que iluminaban las estancias, y el desgraciado quedaba encantado con la mora en la torre, cuyas puertas se cerraban hasta el año siguiente.De estas leyendas salió el nombre que se le dio a las calles de Engendro (Antonio Vico) y Encantada (Federico de Castro), cuando derribaron las murallas.
Desde la Plaza del Carmen, subiendo por la calle Antonio Vico, llegamos a uno de los lugares con mejores vistas de la ciudad, el llamado "Cerro de San Cristóbal"
El cerro Preside el Barrio de San Cristóbal, o barrio de las piedras. Con 9 siglos de existencia, es de los barrios más antiguos de Almería. Calles estrechas, que suben hacía este peñón son la característica de este barrio. En muchos de sus rincones se pueden ver las típicas casas almerienses de puerta y ventana.
Esta zona era conocida por los musulmanes como Al-Urqub, "El recodo".Se amuralló en el siglo XI, construido por Jayrán, que cerró la muralla desde la Alcazaba a la Hoya y desde allí subía al cerro y rodeaba el arrabal de la Musallá.
Durante el asedio en 1309 de Jaime II sobre Almería sus tropas llegaron a las murallas y torres de este cerro, construyeron unas torres de madera para asaltar las torres de Jayrán, pero fueron destruidas por los almerienses. Esta batalla dejó restos de algunos proyectiles de piedra, que aún andaban por ahí en 1920.
La muralla del cerro San Cristóbal era la más larga, ya que salía desde la Alcazaba, bajaba a la Hoya, subía al cerro, y bajaba hasta el comienzo de la calle Antonio Vico. Aquí se situaba un baluarte desde el cual seguía la muralla hacía la puerta de Pechina, bajaba por Obispo Orberá, bordeaba la calle Navarro Rodrigo, donde había otra torre, seguía por Rueda López, la rambla, reina regente, otra torre, se internaba en el mar, y aquí cortaba el acceso a la playa de la ciudad y hacía de muelle de poniente del puerto musulmán.
Las muralla merecen un comentario aparte por su historia, su destrucción y derribo, por la dejadez sufrida durante siglos, por los asedios y terremotos, así como por los derribos sufridos para la urbanización de la ciudad.
En lo alto del cerro, la estatua en mármol, obra de Guillermo Langle, y labrada por Navas Pajero, es un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Inaugurada el 27 de Abril de 1929 y volada con dinamita el 25 de Julio de 1936. En el año 1944 fue reconstruida.
Por desgracia, como siempre, el mirador del Cerro de San Cristóbal es un lugar abandonado en lo que a mantenimiento, uso, puesta en valor y conservación se refiere.Las murallas califales, deterioradas, agujereadas, pintadas, con riesgo de derrumbe y rodeadas de suciedad.La muralla que baja desde el cerro hasta la Alcazaba, con la "restauración" de acero corten, un parche para mantener unas torres que se caen a trozos.
El lugar no merece este estado de abandono y necesita una actuación por parte del Ayuntamiento, de la Junta, de Cultura, o de quien corresponda para dar a ese lugar la importancia que tiene, no solo histórica, sino como un sitio único desde donde se contempla Almería, La alcazaba, y el mar.
En el Plan General de Ordenación de Almería, realizado para la Expo 92 se dice lo siguiente:
"..y sobre todo adquiere un carácter paisajístico relevante a su paso por el Cerro de San Cristóbal, donde se ubica un gran espacio-mirador sobre la Joya y la Alcazaba, dando acceso por poniente, al importante Parque de La Joya"
Si el sitio estuviera adecuado, algo así como el mirador de San Nicolás en Granada, donde la gente pudiera subir a observar el atardecer, el amanecer, los "terraos" y la Alcazaba desde las escaleras y el mirador del cerro, adquiriría el valor que le corresponde y sería un sitio para el disfrute de los almerienses y de quienes nos visitan.
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