Antonio Sabino Santos

Los Coloraos

Durante su etapa en Almería contacta con grupos liberales partidarios de la revolución. Ya en Valencia había frecuentado con masones y comuneros

Atarazana de Almería, en Agosto de 1824. En este lugar los liberales guardaban armamento
Martín García Valverde

17 de febrero 2019 - 05:03

Apresados Iglesias y Santos en Cullar Baza, tuvieron que prestar declaraciones, así lo realiza Antonio Santos ante el Alcalde del crimen de la Real Chancillería de Granada Máximo Lafuente. Santos era valenciano, había militado en el ejército español 20 años, consiguiendo méritos durante la Guerra de la Independencia, decide retirarse como militar en 1815, mas desea volver en mayo de 1823 (A. H. Nacional, legajo 6090) para oponerse a la invasión francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis que terminarían con el periodo liberal español, reinstaurando el absolutismo del Rey Fernando, aunque anteriormente en Valencia había pertenecido a la Milicia de Voluntarios Nacionales comandando un Escuadrón de caballería creado por la Diputación valenciana. Se une a las tropas del General Ballesteros en Valencia, con las cuales permanece, defendiendo el liberalismo, hasta la capitulación de Ballesteros el 4 de Agosto de 1823; en los meses finales de 1823 se establece en Almería como militar indefinido, apartado del ejército por el absolutismo. Durante cuatro meses no recibe paga alguna en Almería viviendo en la miseria y muere en nuestra ciudad su esposa Catalina Ganado Vázquez.

Santos durante su etapa en Almería contacta con grupos liberales partidarios de la revolución, ya en Valencia había frecuentado con masones y comuneros, entre ellos debería moverse en Almería, pues en sus declaraciones ante el escribano Antonio Puga, que pertenecía a la Chancillería de Granada, se muestra mucho más conocedor de la trama en Almería que el Jefe y General de la expedición sobre Almería Pablo Iglesias, implicó en el movimiento revolucionario al rico hacendado Felipe Gómez, que le considera masón. A José de la Cruz, boticario, vecino de la calle Real de las Huertas – posiblemente calle Alcalde Muñoz-. Un capitán retirado extranjero llamado Leopoldo.

Implica a Antonio Llamas, capitán retirado. Al procurador Juan Delgado. Cita a Fernando Sinage, hijo del mencionado extranjero capitán retirado Leopoldo, que eran comuneros. Antonio Pérez, hijo de un abogado o escribano. Andreu, abogado. Antonio Martínez, hijo de un hornero. Joaquín Martínez, comerciante. Diego Vidal y su hijo. Padilla, era escribiente. Blas Sirvent, que embarcó en el bergantín de la expedición liberal cuando estaba anclado en Roquetas. Joaquín Vilches que era comunero. El padre Beltrán, que era religioso secularizado. Pepe el Valenciano y su tío, que es comerciante, conocido por Amor Tirano (A. M. Justicia de Madrid, legajo 7972).

Observamos que el Comandante Antonio Santos conocía con mayores detalles el movimiento liberal en Almería que el General de la Expedición Pablo Iglesias, ya que éste solamente había citado a Vilches y a Gómez como comprometidos en el levantamiento revolucionario, e incluso intencionadamente, así creo, equivocaba sus nombres denominándoles Francisco y Mariano respectivamente.

Manifestaba en Baza, al ser interrogado Santos, Que decidió trasladarse a Gibraltar por informes de los oficiales Campillo y Suarez que eran del Regimiento de Montesa, también del antiguo Administrador de Liria -Antonio Cros-, le manifestaron que desde Gibraltar se realizaría un rompimiento, ataque liberal, sobre Almería para restablecer el liberalismo desde esa ciudad. Escribieron a Diego Vidal, abogado en Almería, que era comunero, sabían que varias personas trabajaban en Almería por la revolución, existiendo en Almería numerosos comuneros.

Se registró en Almería la casa de Joaquín Vilches, pero habían ocultado las armas

Destaca entre ellos Joaquín Vilches, importante hacendado, fue comandante de la Milicia Nacional. Capitán retirado Antonio Pérez, de buena familia. Blas Sirvent, de importante familia. José Prat, tratante de Quincalla. Onofre Iribarne, oficial retirado. Antonio Iribarne, oficial que fue ayudante del General Ballesteros. Conoce a Joaquín Navas. Al Capitán retirado José Díaz. Masón era Borja, yerno de José Vidal. José Vivas, que había sido Secretario de la Diputación, un hermano suyo era Canónigo.

Los trabajos de la francmasonería se realizaban en la casa del boticario de Almería José de la Cruz. Santos e Iglesias eran comuneros.

Prometían los comprometidos en el levantamiento en Almería, que con la señal convenida –ésta era los disparos de cañón desde los buques revolucionarios- tendrán a doscientos nacionales armados y preparados, que abrirían las puertas de la ciudad, tomando los expedicionarios Almería sin disparar un solo tiro –realmente esto no ocurrió pues los fernandinos estaban avisado y defendieron la ciudad-.

El general Francisco Ballesteros.

Estaba comprometido con los liberales Antonio Rambau, empleado en la casa de comercio del inglés Tomás Gózmam. Felipe Gómez aportaría dinero a la Revolución, era masón. También algún eclesiástico de la Catedral estaba comprometido con los liberales.

Se registró en Almería la casa de Joaquín Vilches, no encontraron armas, ya que avisados los liberales, consiguieron ocultarlas. Vilches destacó en la trama liberal almeriense, como su suegro Felipe Gómez Tortosa, gran propietario.

Contaban en Gibraltar con 40 sastres que hacían uniformes. Tendrían en Almería cerca de 15.000 quintales de plomo y otros semejantes de alcohol, estando a una legua del mar.

Tenían unos 200 caballos en la Taha de Marchena y cerca de 20 en Almería. Contando en Almería con 500 fusiles almacenados –eran las Atarazanas el almacén de los liberales-.

El Subdelegado de la Policía de Almería – era Manuel Cea Bermúdez, hermano del Jefe del Gobierno- , su Secretario, Oficial Mayor, el Sargento Delgado, estaban con los revolucionarios –de hecho Cea se opuso a los acuerdos de Ayuntamiento y Gobernador, previniendo defenderse del posible ataque liberal, consideraba excesivas las medidas-.

Biquel, de Ibiza, capitán de una polacra se prestó a proteger a la expedición liberal, en su barco llevó a un soldado disfrazado, con un pliego para Vilches en Almería, que le nombraba Comandante de las tropas en Almería.

Manifestaba que sabía, por el General Cuadra, antiguo Gobernador liberal de Guadalajara, que en Almería, Zújar, loma de Úbeda, había conspiración. Cuadra había nombrado en Ibros a Garrido Jefe de las tropas revolucionarias. Baeza estaba con los liberales.

Sabiendo Santos que se juzgaría a los que estaban con Ballesteros cuando capitularon en Agosto de 1823, huyó desde Almería a Gibraltar (A. H. Nacional, legajo 6090). Cuadra pudo sobornar a vigilante portuarios, durante la travesía el General Cuadra informó a Santos sobre el movimiento liberal.

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