Ángeles de la guarda vestidos de verde: La Guardia Civil salva a un hombre electrocutado y a una mujer desorientada

Sucesos

Los agentes realizaron la reanimación cardiopulmonar (RCP) a la primera víctima y evitaron que la segunda se precipitase al vacío

Los agentes de la Guardia Civil con el hombre electrocutado.
Los agentes de la Guardia Civil con el hombre electrocutado. / D.A.
Redacción

14 de julio 2023 - 18:38

Almería/La Guardia Civil de la Comandancia de Almería ha auxiliado en el municipio de Vícar a un hombre que se había electrocutado y entrado en parada cardiorrespiratoria y, de igual manera, en la localidad El Ejido ha salvado la vida a una mujer que se encontraba desorientada y a punto de caer desde un puente de 10 metros de altura.

En la primera actuación, ocurrida el pasado día 10, la Guardia Civil de Almería fue requerida mediante una llamada al centro de mando y control del 062, en la que se alertaba de que una persona ha sufrido una descarga eléctrica en una vivienda del municipio de Vícar.

Desplegada una patrulla con la máxima celeridad, a su llegada al domicilio observaron como la víctima se encontraba tendida en el suelo y en parada cardiorrespiratoria, mientras que una persona intentaba reanimarla mediante la reanimación cardiopulmonar (RCP). De manera inmediata, mientras que uno de los agentes solicitaba asistencia sanitaría urgente, el otro, relevó a la persona que estaba practicando la RCP, mientras que ésta comenzó varias insuflaciones de aire por la boca, hasta lograr pasados unos minutos que la víctima comenzase a respirar, aunque con dificultad, momento en el ante la rigidez del cuerpo, el agente comprobó sus vías aéreas y colocó a la víctima en posición de seguridad.

Pasados uno minutos a la llegada del personal sanitarios se comprobó que el hombre se encontraba estabilizado y felicitaron a los agentes por su impecable actuación.

La segunda actuación se llevó a cabo el pasado día 14 cuando una patrulla de la Guardia civil de la Comandancia de Almería tras haber sido alertados previamente, al llegar al lugar, observaron a una mujer de 45 años con evidentes signos de desorientación apoyada en una barandilla. Por las circunstancias en las que se encontraba y el posible riesgo para su vida, consideraron que era necesario actuar de inmediato, ante el riesgo de que pudiera precipitarse al vacío desde una gran altura.

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