Tapian en Almería las primeras casas del soterramiento mientras la estación provisional toma forma

Almería

Casas tapiadas junto a otras viviendas con ventanas abiertas y tendereres.
Casas tapiadas junto a otras viviendas con ventanas abiertas y tenderetes. / Javier Alonso

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ha tapiado las primeras viviendas de la calle Ferrobús, afectada por las obras de la segunda fase del soterramiento de las vías del tren, mientras que continúa con los trabajos frente a la antigua estación del ferrocarril donde toman forma las dársenas que acogerán los autobuses una vez que la intermodal concentre también las tareas de remodelación que contempla el proyecto que permitirá la llegada de la Alta Velocidad a Almería.

Ventanas y puertas de varias viviendas de la calle Ferrobús se encuentran ya tapiadas, mientras en otras puede observarse ropa tendida. Las primeras corresponden a los propietarios expropiados que hacían entrega de sus casas y las segundas, a los arrendatarios que la pasada semana se negaron a abandonar de forma voluntaria sus hogares.

De hecho está pendiente de resolver en los juzgados tanto la solicitud de autorización judicial para proceder el desalojo requerida por Adif como la petición de suspensión cautelarísima de las expropiaciones presentada por el grupo de familias que aún residen en esta calle en régimen de alquiler.

Mientras los tribunales aclaran esta situación, las obras del soterramiento, con un plazo de ejecución de 36 meses, prosiguen. Una vez levantados los andenes –trabajos emprendidos en octubre- y cerrada la comunicación, la antigua estación del ferrocarril protagoniza otro de los escenarios de la integración del ferrocarril en la ciudad, donde toma forma la estación provisional que acogerá a los viajeros, tanto de Renfe como de los autobuses, hasta que la intermodal vuelva a abrir sus puertas, ya como estación del AVE.

Trabajadores dividen la pastilla de suelo para las dársenas provisionales.
Trabajadores dividen la pastilla de suelo para las dársenas provisionales. / Javier Alonso

Según las previsiones, el espacio situado sobre los raíles de la antigua estación, tiene que estar adaptado en seis meses, como estación provisional a fin de mantener, mientras duren los trabajos, las comunicaciones en autobús de la ciudad, mientras que las llegadas y salidas en tren retornaron la pasada semana a la estación de Huércal.

La terminal del bus provisional contará con 23 dársenas de 15 metros de longitud dispuestas a lo largo de una isleta central, en la que también se ubicarán las taquillas.

Para esta estación provisional, el proyecto propone módulos prefabricados (información, taquillas y aseos), y habrá una zona de asientos cubierta por una marquesina en el centro de la isleta con la finalidad de proteger a los viajeros de las inclemencias del tiempo durante los tiempos de espera. Entre ellos, los que vayan a emplear las lanzaderas previstas para llegar a la estación huercalense.

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