Almería, al límite de radón
Es una de las provincias con mayor concentración de este gas Aun así, no hay riesgo humano Vera posee la mayor concentración
Almería es una de las provincias de la Península con mayor concentración de radón. Sus porcentajes no entrañan riesgo para la salud de los almerienses, sin embargo, el hecho de haberlos detectado tras los estudios realizados por el Consejo de Seguridad Nacional, ponen sobre la mesa el mapa del radón en la provincia de Almería.
El punto de mayor concentración se localiza en Vera, con el nivel de exposición más elevado. Sin embargo, la zona con mayor expansión se localiza en el centro de la provincia en los términos de la Comarca del Nacimiento y el Campo de Tabernas y la Comarca del Mármol. Municipios como Fiñana, Abla, Abrucena, Las Tres Villas o Nacimiento en la primera división y otros como Gérgal, Velefique, Uleila del Campo o Benitagla en la segunda y tercera, con un nivel de exposición 1 (medio), el mismo que en el norte de la provincia, donde Vélez-Rubio, Chirivel y Oria acumulan los mayores porcentajes.
Las concentraciones, en algunos puntos, se sitúan en torno a los 50 bequerelios por metro cúbico (50 bq/m3). La Unión Europea tiene establecido el límite en 200 bq/m3, es entonces cuando las personas tienen 6,6 veces más riesgo de contraer cáncer de pulmón. Durante los últimos años, el Consejo de Seguridad Nuclear, Universidad de Cantabria, junto con la Universidad Autónoma de Barcelona y de Santiago de Compostela, han desarrollado en viviendas a lo largo de la provincia de Almería (y de toda España) mediciones en viviendas, utilizando métodos estadísticos para delimitar las zonas con mayor riesgo de exposición a este gas, obteniendo como resultado un mapa.
los mapas deben considerarse como indicativos. La única manera de saber si en una vivienda determinada hay concentraciones elevadas de radón es medir en ella directamente. Distintas universidades y empresas particulares ofrecen servicios de medida de radón . En la provincia, la zona donde se puede dar un mayor nivel de concentración de bequerelios es en el complejo Nevado - Filábride, según apuntan desde el CSN, por el hecho de que "abundan los micasquistos grafitosos y en zonas volcánicas". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) El radón es un gas radioactivo inerte de origen natural; es inodoro, incoloro e insípido. Se produce por la desintegración radioactiva natural del uranio presente en las rocas y el suelo. El radón también puede encontrarse en el agua. El radón se libera fácilmente del suelo al aire, donde se desintegra formando varios productos de breve duración que se conocen como descendientes del radón . A medida que estos se desintegran, emiten partículas alfa radioactivas y se adhieren a los aerosoles, el polvo y otras partículas suspendidas en el aire. Cuando respiramos, los descendientes del radón se depositan en las células del epitelio que reviste las vías respiratorias, donde las partículas alfa pueden dañar el ADN y, por lo tanto, causar cáncer pulmonar. La provincia almeriense, sobre todo relacionado con asuntos del agua, se enfrenta desde hace décadas a problemas de abastecimiento, en algunos casos, este asunto está relacionado con índices de radiactividad del radón , y es que, aunque su nivel no sea perjudicial (puede que en otros casos sí) para el ser humano, las autoridades se esfuerzan en reducir cualquier riesgo. Es lo que sucede en municipios como Albox. Sus vecinos están a la espera de unas obras, que se alargarán en el tiempo por su complejidad, para que se consiga llevar hasta los hogares agua con calidad. Las deficiencias radican en la cantidad de hierro y radón existentes en el suelo de la comarca. Eso ha llevado a que algunos pueblos solo utilicen el agua para lavar la ropa o el aseo personal. Para solucionar problemas relacionados con la calidad del agua, instituciones como Diputación se esfuerzan en los últimos años para llevar a cabo sondeos que en muchos casos resultan costosos y de ahí la lentitud en algunos procesos, pero, realmente, una de las primordiales preocupaciones es que en pleno siglo XXI, todos o la mayoría de los ciudadanos de la provincia puedan tener acceso a agua potable desde sus viviendas, independientemente de cual sea el factor que haya generado la imposibilidad de realizar ese gesto durante un largo periodo de tiempo.
La provincia también registra una sobreexposición al arsénico, un semimetal tan esencial para la vida como perjudicial en grandes cuotas. Según el estudio realizado Centro Nacional de Epidemiología, Almería es una de las provincias con mayor concentración de este elemento en el entorno natural. El arsénico está presente en cantidades bastante abundantes en la corteza terrestre y en cantidades más reducidas en la roca, el suelo, agua y el aire. Está presente en numerosos minerales. Alrededor de un tercio del arsénico presente en la atmósfera proviene de fuentes naturales, por ejemplo de los volcanes, y el resto proviene de actividades humanas. Cuando hay contaminación geológica natural, se pueden encontrar altos niveles de arsénico en el agua de bebida que proviene de pozos profundos., pero también en otros medios menos naturales como los fertilizantes fosfatados, insecticidas y fungicidas... y Almería sabe bastante de estos productos.
El suroeste de la provincia es el que mayor densidad posee, coincidiendo, precisamente, con la concentración de la agricultura intensiva, aunque este estudio no indica ninguna relación entre los productos que el sector ha usado y los casos de cáncer que ha estudiado.
Los profesores Gonzalo López y Oliver Núñez han analizado en torno a 860.000 muertes por cáncer en casi 8.000 municipios del territorio nacional durante un periodo que abarca desde 1999 hasta 2008.
El estudio pone de manifiesto que la mortalidad por cáncer de cerebro, pulmón, estómago, páncreas y linfoma no Hodgkin es mayor en zonas con niveles más altos de arsénico. Las concentraciones de este metaloide se han obtenido del Atlas Geoquímico, una obra elaborada por el Instituto Geológico y Minero de España a partir de la toma de muestras en 13.000 localizaciones diferentes del país. Las personas pueden estar expuestas al arsénico en los alimentos y el agua . También se puede inhalar en el serrín o ser respirado en el humo a través de la quema de madera tratada con arsénico o cenizas volantes de la combustión del carbón.
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