Almería: 800 fuentes y manantiales donde cada vez brota menos el agua
medio ambiente
La desertificación, cambio climático, mano del hombre o los pozos contribuyen a que se sequen
Una web registra cada una de ellas
Un tercio de Almería se ha vuelto árido en la última década
La desertificación pone en jaque el milagro agrícola de Almería
La provincia de Almería esconde entre sus tierras áridas una abundancia de fuentes y manantiales que han sido fuente de vida para sus habitantes a lo largo de los siglos. Según datos recogidos por el proyecto ‘Conoce tus fuentes’, la web de los Manantiales de Andalucía, la provincia cuenta con un total de 759 fuentes y manantiales.
Este proyecto, fruto de la colaboración de más de 1.110 voluntarios, ha logrado inventariar 13.233 puntos de agua en las ocho provincias andaluzas. Entre ellas, Jaén lidera con 3.147 puntos, seguida por Granada (1926), Málaga (1827), Cádiz (972), Córdoba (966), Almería (759), Huelva (420) y Sevilla (349), según datos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Instituto del Agua de la Universidad de Granada.
Los manantiales, como flujo natural de agua procedente de las aguas subterráneas, son una pieza fundamental en el ecosistema y la vida cotidiana de los municipios. Los acuíferos que alimentan estos manantiales están sufriendo las consecuencias de la sequía, lo que hace aún más crucial su conservación y protección. El aumento de la desertificación en la provincia (con un tercio afectado ya por la aridez), el cambio climático, o la mano del hombre mediante la construcción de pozos cada vez más comunes, hacen que muchos de estos manantiales registren cada vez menos caudal, desapareciendo en ciertos momentos del año, secándose durante muchos o meses o, simplemente, desapareciendo.
‘Conocetusfuentes’ es un proyecto pionero de catalogación ciudadana vía Internet de los manantiales y fuentes de Andalucía, desarrollado por el Instituto del Agua de la Universidad de Granada en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Desde su inicio en 2007, este proyecto sin ánimo de lucro se ha dedicado a difundir de forma libre y gratuita la importancia y la belleza de estos recursos hídricos.
En cada municipio, estas fuentes y manantiales han sido testigos de la vida cotidiana, desde los grandes monumentos acuíferos hasta los pequeños arroyos que surcan la tierra. Los pilares, alrededor de los cuales giraba la vida de los habitantes hasta hace poco tiempo, son ejemplos vivos de la importancia del agua en la historia y la cultura local. La preservación de estos puntos de agua no solo es esencial para mantener el equilibrio ecológico, sino también para conservar la identidad y el patrimonio de cada lugar.
Entre los municipios con más fuentes y manantiales documentados de la provincia de Almería se encuentra Berja (55), seguido de Adra (30), Laujar de Andarax (27), Vélez-Blanco (26), Albox (21), Fondón (21), Gérgal (20), Alcolea (19), María (16), Las Tres Villas (16), Nacimiento (15), Canjáyar (14) y Bédar (13).
Un modelo en jaque
En medio esplendor agrícola de la provincia de Almería, donde el eficiente uso del agua ha sido crucial para impulsar su próspera industria agroalimentaria, surgen voces de advertencia sobre la sostenibilidad de este modelo. A pesar de los logros indiscutibles, la sobreexplotación de los recursos hídricos plantea preocupaciones entre expertos locales. Jaime Martínez, investigador del CSIC, destaca que, si bien la agricultura ha florecido gracias a este recurso vital, existe el riesgo de desencadenar un futuro de escasez y miseria si se continúa extrayendo agua por encima de las posibilidades de reposición natural.
Martínez señala ejemplos desalentadores, como la situación en Irán, donde la demanda internacional de pistachos ha agotado los acuíferos, dejando un legado de degradación ambiental y escasez de agua. En Almería, la realidad no es tan distinta: los acuíferos del campo de Níjar y Gádor han sido sobreexplotados hasta el punto de salinizarse irreversiblemente, advierte el investigador. Esta preocupación no es solo por el presente, sino por el futuro de las generaciones venideras, ya que el ritmo de extracción supera con creces la capacidad de recarga natural.
Ante este panorama, Martínez insta a adoptar modelos económicos más sostenibles, que no solo generen riqueza a corto plazo, sino que también distribuyan de manera equitativa los recursos. Es un llamado a la reflexión y la acción colectiva para preservar el patrimonio natural de la región y garantizar un futuro próspero y equilibrado para Almería y sus habitantes.
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