Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Almería
Almería/Hace ya años, cuando un edificio estaba a punto de terminarse, aparecían unos trabajadores con el mono de trabajo azul con el anagrama de la compañía (no había más que una) de electricidad o telefonía y una escalera, y mientras te decían que venían a hacer el enganche a la red empezaban a taladrar la fachada, pasando sus cables desde un edificio colindante y colocando sus cajas de acometida o registro bien visibles sin tener más criterio, lógicamente para ellos, que facilitar su acceso en caso de avería o ampliación.
La situación ha cambiado y en los proyectos de urbanización de los nuevos residenciales, léase por la zona de la Avda. del Mediterráneo y la Vega de Acá, las conducciones generales van enterradas por la vía pública, los enlaces se hacen frecuentemente a través de conductos y cajas de acometida empotradas en las fachadas, incluso a veces, y eso dice mucho de la constructora, con sus puertas de registro revestidas con el mismo material que el resto de la fachada, permitiendo su acceso de forma disimulada y manteniendo la imagen proyectada.
Pero en el resto de la Almería tradicional, este aspecto sigue estando pendiente de solución y estética, a la espera de que la Ley de Telecomunicaciones, que el Gobierno aprobó en el mes de abril del pasado año, tratara de poner fin al impacto visual que las instalaciones eléctricas y sobre todo de las variadas compañías de telefonía tienen en las fachadas. Algo hay que hacer para que las marañas de cableados y cajas, atajen esos nudos de cables y sus densas canalizaciones. De una manera legal precipitar la muerte de tan desagradable aspecto en las paredes exteriores de edificios o que se cruzan de lado a lado de las calles, algunas con gran patrimonio urbanístico. Este aspecto está presente y solo tiene que fijarse en sus paseos por el centro de la ciudad, y espera solución ya que muchos edificios “lucen” en sus fachadas, a la altura del forjado de planta baja, retorcidos cables trenzados, descaradas cajas de registro, conductos formando curvas, etc., como si fuesen los meandros de un caudaloso río por el que circulan los electrones.
No olvidemos que, la vivienda será o no nuestra y el edificio de una comunidad de propietarios, pero como habitantes y usuarios de esta Almería en la que vivimos tenemos un compromiso con la misma y debemos responder a él exigiéndonos y exigiendo a los responsables de las instalaciones en los edificios soluciones más cuidadosas con estos y más atentas con aquellas.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios