Almería tiene uno de los aires más limpios del mundo
medio ambiente
Un prestigioso estudio la sitúa en el top 12 de las ciudades con el ambiente más ‘despejado’ del planeta
Sus partículas en suspensión de menos de 2,5 micras es de 4,4 µg/m3
No es nuevo que la calidad del aire en Almería es envidiada por el resto del país. Es más, ya había varios estudios que situaban a la provincia como la más limpia a nivel nacional en este sentido. Sin embargo, los expertos de la compañía HouseFresh han elaborado un ránking mundial de ciudades más y menos contaminadas del planeta. Y ahí está Almería, la primera de España y la duodécima a nivel mundial.
Evidentemente, hay ciudades con el aire mucho más puro de Almería, que tiene un nivel de partículas perjudiciales de solo 4,4 µg/m³. Ese punto del planeta donde existe la ciudad con el aire más ‘clareado’ es Judbury, en la isla de Tasmania, con 2.5 µg/m³.
Es, simplemente, una localidad residencial rural La segunda ciudad es Kailua-Kona, centro comercial y turístico de la zona occidental de Hawái. Es decir, un paraje natural a miles de kilómetros del resto de civilización anclada en el océano pacífico. Sus particulas perjudiciales apenas llegan a 2,6 µg/m³. Otras ciudades que están por delante de Almería son St. Andrews, en Cánada (con 3,5 µg/m³), Fundao, en Portugal 4,2), Crieff (Reino Unido), Vielsalm (Bélgica), Vladivostok (Rusia) y Paraparaumu (en Nueva Zelanda).
Bangladesh ocupa el primer lugar como el país más contaminado, seguido de Pakistán, India y Mongolia. Además, 49 de las 50 ciudades más contaminadas del mundo estaban en Bangladesh, Pakistán, China e India.Los desastres naturales afectan significativamente los niveles de calidad del aire. Hotan (Xinjiang, China) fue la ciudad más contaminada del mundo en 2020 con un PM2,5 (partículas en suspensión de menos de 2,5 micras) de 110,2 µg/m3, un hallazgo que se ha atribuido en gran medida a las tormentas de arena locales, dada su ubicación en el extremo suroeste del desierto de Taklimakan. el desierto de arenas movedizas más grande del mundo. Ghaziabad (Uttar Pradesh, India) es la segunda ciudad más contaminada del mundo con un PM2,5 de 106,6 µg/m3.
¿Qué es exactamente lo que contamina nuestro aire y cómo lo medimos? La contaminación del aire abarca más de lo que podemos ver, sentir y oler. Las emisiones de los vehículos, los combustibles fósiles, la producción de productos químicos y la generación de energía juegan un papel importante en la liberación de sustancias peligrosas en nuestro medio ambiente. Incluso los eventos naturales como las erupciones volcánicas y el metano de la materia orgánica en descomposición contribuyen a la calidad del aire.
Se calcula que cada año la exposición a la contaminación del aire causa 7 millones de muertes prematuras y provoca la pérdida de otros tantos más millones de años de vida saludable. En los niños, esto podría suponer una reducción del crecimiento y la función pulmonares, infecciones respiratorias y agravamiento del asma. En los adultos, la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares son las causas más comunes de muerte prematura atribuible a la contaminación del aire exterior, y también están apareciendo pruebas de otros efectos como diabetes y enfermedades neurodegenerativas. Esto sitúa la carga de morbilidad atribuible a la contaminación del aire en el mismo nivel que otros importantes riesgos para la salud a nivel mundial, como la dieta malsana y el tabaquismo.
La contaminación del aire es una de las mayores amenazas medioambientales para la salud humana, junto con el cambio climático. La mejora de la calidad del aire puede potenciar los esfuerzos de mitigación del cambio climático, mientras que la reducción de las emisiones mejorará a su vez la calidad del aire. Al esforzarse por alcanzar estos niveles de referencia, los países estarán protegiendo la salud y mitigando el cambio climático mundial.
La provincia logró un récord durante el confiminamiento
De marzo a abril de 2020, en torno a 100.000 ciudadanos almerienses dejaron de desplazarse ha sus puestos de trabajo en un momento u otro dentro del tiempo de confinamiento por coronavirus. Aquel famoso estado de alarma férreo. Ello supuso un flujo de circulación mucho menor tanto en transportes públicos como en vehículos particulares. De hecho, el director gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano de Almería, de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Luis Miguel Carmona, aseguró en ese momento que “la caída en los niveles de ocupación de las líneas metropolitanas se cifraba en torno al 95% respecto al de los aforos que los servicios presentaban antes de la crisis sanitaria”.
Los desplazamientos de corto recorrido en vehículos privados se redujeron casi un 60% de media, con picos de hasta el 87% el domingo 22 de marzo de 2020 con respecto al mismo día del año anterior o del 71% ese sábado.
Eso trajo consigo que Almería estuviera respirando una calidad del aire con niveles tan bajos de contaminación que nunca se habían dado en la provincia de Almería desde que hay registros.
Son los números los que marcaban la diferencia entre la contaminación de 2019 y la que existía en abril de 2020. Los niveles de monóxido de carbono (NO2) son aquellos que proceden de las emisiones de los vehículos. En abril de 2019, en Amería capital en hora punta llegaban a alcanzar los 503 microgramos por metro cúbico (ug/m3). En El Ejido eran algo superiores, alcanzando los 574 (ug/m3). Al igual que en Níjar, donde se superaron los 470 microgramos por metro cúbico.
En abril de 2020, las cifras de contaminación se se rebajaron un 60 y un 85% dependiendo de la jornada. En Almería capital, la cifra máxima del día 15 de abril de 2020 en microgramos por metro cúbico de monóxido de carbono apenas fue de 200 en hora punta, mientras que En El Ejido los niveles alcanzaron los 340 microgamos microgramos por metro cúbico (ug/m3). Es en Níjar donde la calidad del aire se resiste a bajar, probablemente inducida por el transporte que se realiza a través de la agricultura es donde menos se rebajó la contaminación, existiendo niveles similares entre el 15 de abril de este año y el de 2019.
Y es que se llevaron a cabo una serie de restricciones que deían cumplirse con el establecimiento del Estado de Alarma, pues los viajes innecesarios estuvieron absolutamente prohibidos y expuestos a sanciones. No se podían realizar viajes para ver a familiares o amigos y ningún tipo de desplazamiento por ocio estuvo permitido. Solo se puedía coger un vehículo para desplazarte a tu lugar de trabajo, ya sea a través del vehículo personal o del transporte público. También funcionaban aquellos vehículos que realizaban trabajos para empresas.
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