Agua, pero embotellada, para La Campita
Unos 400 escolares riegan el Cordel ante la falta de recursos de la Junta para su correcta conservación

A sus doce años, José Antonio Zapata Martínez, acarreó una garrafa para regar, por primera vez en su vida, un árbol. No uno cualquiera, sino un ejemplar del Cordel de La Campita, un espacio al que suele ir a jugar y piensa llevar a partir de ahora agua para que no se seque. José Antonio es uno de los 400 niños que en la mañana de ayer participaron en la campaña Agua para la Campita, una iniciativa con la que los vecinos han pretendido dar un toque de atención a las administraciones y evitar que se pierda para el uso ciudadano este entorno, para el que no existen fondos concretos destinados a garantizar su correcto mantenimiento, pese al casi millón de euros que invirtió la Junta en esta Puerta Verde de Almería.
La campaña, a la que se han sumado en esta primera salida el colegio público Francisco de Goya y el Instituto de Enseñanza Secundaria Alhamilla, ha sido organizada por la Plataforma Salvemos La Molineta y la Asociación de Vecinos La Palmera, que han reanudado con esta actividad las acciones reivindicativas dirigidas a la conservación de este paraje, cuyas competencias recaen sobre la Consejería de Medio Ambiente.
El portavoz de ambos colectivos, Eusebio Villanueva, explicaba ayer rodeado de pequeños la reunión que días atrás ha mantenido con la Delegación de Medio Ambiente. "Nos han explicado cuál es la situación, la Junta no tiene fondos para el mantenimiento del Cordel y utiliza los generales de la provincia para arreglar elementos o regar de vez en cuando".
El acondicionamiento de este sendero, de 897 metros de longitud y 37 de ancho, a lo largo del cual se plantaron especies como algarrobos, higueras o pinos, fue terminado en 2010 y la situación actual es de riesgo. Medio Ambiente ha colaborado con esta iniciativa activando el suministro de agua, pero "lo cierto es que las plantas se secan", lamentan los vecinos, que entienden necesario garantizar el riego, al menos, hasta que los ejemplares alcancen el porte necesario para subsistir al ser de especies que no requieren de mucha agua.
El tirón de orejas que ayer dieron estos pequeños colaboradores no está solo dirigido hacia la Junta de Andalucía. Los vecinos piden también mayor seguridad, iluminación, limpieza y mantenimiento de los juegos infantiles que, como lamentan los niños, "muchos han desaparecido". Isabel López Pérez, de 11 años, contaba al respecto que antes solía ir a La Campita a subirse a los columpios, pero sus visitas son ahora más esporádicas. "Vengo menos, a pasear o hacer ejercicio en bicicleta. Antes me gustaba más porque en el parque había columpios".
Al Ayuntamiento de Almería le pide el colectivo vecinal que asuma el mantenimiento del Cordel o que ambas administraciones colaboren en beneficio último del ciudadano. La situación del sendero de la Campita "es producto del desacuerdo entre las administraciones y del partidismo que se ha apoderado de ellas", comenta Liberio López , de la Fava Espejo del Mar, como un ejemplo más, tras El Boticario o el parque del Andarax, de esa política de "al enemigo, ni agua".
Entre los asistentes a la cita, se encontraba también el concejal del Grupo de Izquierda Unida, Agustín de Sagarra, quien de nuevo defendió la colaboración municipal al ser el Cordel de La Campita la entrada natural del futuro parque de La Molineta, así como la necesidad de un mejor mantenimiento por parte de la Junta mientras este espacio esté bajo la tutela andaluza.
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