Adiós a las microalgas que han sembrado el caos en el Levante

Salud anuncia que la playa de Villaricos ya es apta para el baño tras más de dos semanas cerrada El sector hostelero había mostrado ya su malestar por las pérdidas

Norberto López

08 de julio 2015 - 01:00

Nunca antes un organismo tan minúsculo había provocado tanto revuelo y caos en el litoral almeriense como el que han generado las microalgas (dinoflagelados). Concretamente tres playas cerradas al baño, casi un centenar de bañistas con problemas respiratorios y alergias y dos ayuntamientos colapsados de quejas del sector hostelero que ha visto descender drásticamente sus ingresos durante estas dos últimas semanas en las que ha imperado el veto al acceso en las playas de Vera, Quitapellejos y Villaricos (Cuevas del Almanzora).

Ayer acabó esa pesadilla. La delegación de Salud de la Junta de Andalucía emitía un informe favorable en el que se levantaba la prohibición de baño en la última playa que permanecía aún cerrada, la de Villaricos. La primera en hacerlo fue la de Vera el pasado 29 de junio. El 3 de julio fue el turno de la de Quitapellejos.

Desde Salud apuntan que esta decisión se ha adoptado "teniendo en cuenta tanto la ausencia de nuevos casos, como los resultados de las últimas analíticas realizadas". Pero el trabajo no se queda ahí ya que a su vez han anunciado que tras este levantamiento se mantendrá la vigilancia activa en los centros sanitarios de la zona, "para la detección de cualquier posible afectado que pueda producirse. De igual forma, se va a continuar controlando la evolución de las poblaciones de microalgas (dinoflagelados del tipo 'ostreopsis') detectadas en las playas de Vera y Cuevas del Almanzora", explican en un comunicado de prensa.

El anuncio, que tuvo lugar en el mediodía de ayer, aceleró las gestiones del Ayuntamiento de Cuevas que horas después emitía un Bando general en el que se especificaba que la única playa que aún estaba afectada por la suspensión del pasado día 23 quedaba abierta al público, sin riesgo para la salud humana.

Hay que recordar que los últimos estudios han dado a conocer que en la playa de Villaricos no se han registrado nuevos afectados que hayan iniciado sus síntomas con posterioridad al día 28 de junio, por lo que desde la Delegación de Salud se entendía que procedía dejar sin efecto las recomendaciones realizadas en el escrito del día 23 dónde se restringía el baño por la presencia de las denominadas microalgas en las playas de Villaricos y de Quitapellejos en Palomares.

La situación había provocado mucha tensión entre los vecinos y hosteleros de Cuevas del Almanzora hasta tal punto que el alcalde de Cuevas, Antonio Fernández, el delegado de Salud, Alfredo Valdivia y la jefa de Salud Pública, Pilar Barroso, mantuvieron la pasada noche del lunes una reunión con más de 300 vecinos en el Salón Social de Villaricos para explicarles todos los informes sanitarios y las medidas que se estaban adoptando.

"Hubo momentos de tensión porque había mucho nerviosismo entre los hosteleros porque tienen cerrados varios chiringuitos y muchos dueños de casas en primera línea de playa no han podido alquilar sus viviendas como otros años", explica el regidor cuevano Antonio Fernández.

Una reunión que acabó pasada las doce de la madrugada y en la que se solicitó en numerosas ocasiones la apertura de la playa. Un anuncio que finalmente llegó horas después y que permite aliviar el grado de tensión que se respiraba en el ambiente en Villaricos, localidad que ya esperaba con los brazos abiertos a los turistas.

Hay que recordar que los servicios de Salud Pública de la delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales iniciaron hace dos semanas el estudio de un posible brote por la proliferación de microalgas en la zona del Levante Almeriense, tras atender a varias personas con síntomas respiratorios y alérgicos, que habían acudido con anterioridad a playas de Cuevas del Almanzora y Vera.

Para garantizar la salud de los ciudadanos, se remitió el 23 de junio un informe a los ayuntamientos de los municipios afectados, recomendando que se tomaran las medidas necesarias para evitar el baño, así como la proximidad a menos de 50 metros del rompeolas, ya que los síntomas alérgicos y respiratorios podrían producirse tanto por el baño, como por la cercanía al rompeolas.

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