Adiós, Elisa y Larisa

Almería/Abla sigue sin despertar de la pesadilla que comenzó el domingo por la noche cuando sus vecinos conocieron que Larisa y Elisa, dos niñas de apenas dos y cuatro años, habían muerto. Las pequeñas residían en este pueblecito del norte de la provincia junto a Alina, su madre. Una joven de 23 años que había acudido allí para alejarse de su pareja, un hombre de 35 años que ha terminado por convertirse en el asesino de sus propias hijas, a las que este miércoles los abulenses han despedido con dolor e incredulidad.

Porque Alina, de origen rumano, como su el hombre que le arrebató lo que más quería y usó el mismo pesticida que usó para matar a las niñas para suicidarse, se ha hecho de querer en Abla, una localidad que también sentía la alegría de Elisa y Larisa. Una alegría cortada de raíz en el último caso de violencia vicaria del país, unas muertes provocadas únicamente para causar daño.

Este martes por la tarde, el Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería autorizó el traslado de los cuerpos y el Ayuntamiento, tal y como había prometido el alcalde Javier Sánchez, se hizo cargo del traslado y de todas las gestiones para que fuesen veladas en el tanatorio municipal. Aunque Alina es ortodoxa, y lo normal en su religión es velar a los difuntos durante tres días, en este caso sus hijas serán enterradas este miércoles por la tarde.

Eso sí, a las diez y media de la mañana, la iglesia parroquial de Abla ha acogido el funeral de las menores, muertas a primera hora del domingo por "intoxicación por pesticida". Minutos antes del funeral, el alcalde, Javier Sánchez, recordaba a los medios que el Ayuntamiento ha aportado un niño y ha habilitado dos cuentas corrientes para que los vecinos pudieran aportar para los gastos del sepelio. “Nosotros nos ocupamos del traslado desde el IML, nos pusimos en contacto con el tanatorio y con la funeraria local”, ha dicho.

“Nos hemos ocupado económicamente de todo. Hemos procurado un nicho e incluso la madre ha elegido la ubicación que quería. Deseaba que, si era posible, sus dos hijas se enterraran y estuvieran juntas en un mismo nicho”, ha explicado.

“Los vecinos enseguida han pensado que querían hacer una colecta para ayudarla y nosotros pues lo que hemos hecho es aperturar dos cuentas en cada una de las oficinas de las sucursales que tenemos y hemos ofrecido la información a través de bandos. Me consta que están que están colaborando”, ha abundado para añadir que en estos momentos se habrán recaudado unos 3.000 euros.

Ha indicado que ha informado a otros alcaldes de la comarca por si sus vecinos también colaborar para paliar el dolor de Alina, la joven de 23 años que ha perdido a sus hijas Elisa y Larisa, tanto ahora como en un futuro “inmediato” que “va a ser durísimo”.

Por ello, Sánchez reitera que tendrá todo el apoyo económico suficiente y el compromiso del Ayuntamiento y de los ciudadanos de Abla, “Somos muy generosos para eso, y Alina mientras esté Abla, va a estar atendida como se merece”, ha incidido.

El regidor ha señalado que el entierro tendrá lugar a las 16:00 horas, pero ha insistido en que Alina “ha pedido intimidad”. “Pido, en general a la población y a los medios de comunicación que se respete esa intimidad, porque está pasando por un momento durísimo (…) Queremos que esté lo más tranquila posible. Eso lo pido públicamente”, ha rogado Sánchez.

Minuto de silencio

En paralelo, en la Subdelegación del Gobierno de Almería, se ha celebrado un minuto de silencio en memoria de las dos menores asesinadas, en el que el subdelegado José María Martín ha mostrado la “más firme condena y rechazo” de la sociedad a la violencia machista, en este caso “expresada en una de las manifestaciones más crueles que se pueden imaginar”.

Ha lamentado este caso de violencia vicaria en el que el padre ha causado a la madre “el máximo dolor, un dolor desgarrador, difícil de imaginar”. Ha mostrado su apoyo y solidaridad a Alina, a la que ofrece además la colaboración del Gobierno en “lo que sea necesario para afrontar estos duros momentos”.

Martín ha confirmado que el caso no está cerrado y la investigación sigue su curso.