Abruseta da el salto a la producción ecológica
PRODUCCIÓN MICOLÓGICA Firma dedicada al cultivo de hongos.
La empresa de Abrucena cosecha a través de sacos de paja y orujo de aceite el tipo de hongo 'Pleurotus'
Las escasas lluvias y las elevadas temperaturas en verano y septiembre, sumadas al retraso de las habituales precipitaciones otoñales han hecho que la campaña de setas en la provincia haya sido más floja. Por tanto, la recolecta micológica y la comercialización del hongo depende mucho del clima. María Ramos ha aprovechado esta situación para emprender una aventura empresarial, que si bien comenzaba como un entretenimiento, se ha convertido en una gran oportunidad de negocio.
María, natural de Abrucena, regenta un bar en el mismo municipio. Desde siempre le ha gustado salir a la sierra en busca de setas que luego emplearía en la restauración, pero lo que inició como una afición ha terminado por convertirse en una empresa que produciría su cosecha. Hace algo más de tres años creó Abruseta, una firma que estuvo incubada en el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial de Abrucena, dependiente de la Junta de Andalucía, hasta el pasado año cuando se trasladó a una nave alquilada al Ayuntamiento abrucenero. El pasado 2010 fue un ejercicio complicado para la empresa, según relata María, puesto que tuvieron que abandonar la sede que tenían en plena producción, y acondicionar el nuevo local, lo que le supuso perder rentabilidad.
El cultivo de setas no es complicado, pero sí requiere de mucha dedicación. Actualmente, en Abruseta trabajan tres personas, la propia María, su marido Antonio Cañabate y su hijo también llamado Antonio, quien es según la propietaria, el que verdaderamente gestiona el negocio. A ellos tres se suma más personal temporal, cuando la recolecta da oportunidad, que se dedica al corte y envasado del hongo. Por lo que el negocio también contribuye a la generación de empleo en un municipio que ronda los 1.500 habitantes.
Nada más entrar a Abruseta se percibe el olor de los hongos, señal de una producción natural, sin químicos que transforman el aroma de los cultivos o le hacen carecer del mismo, algo a lo que desgraciadamente el consumidor se está acostumbrando. La nave está repleta de mesas sobre las que se posan fardos envueltos en plástico que contienen el sustrato preparado a base de paja y orujo de aceite que esconden las semillas, también llamadas micelios, que al cabo de unos 15 días acaban por germinar haciendo aflorar las setas a partir de unos agujeros estratégicamente colocados en los sacos.
Cada saco, que compran por unos 3 euros a una firma granadina surgida en el seno de la Universidad de Granada, según detalla María, produce setas dos o tres veces, en total unos 8 kilos. Cuando ya no sirve, la propietaria explica que utilizan la paja para su tierra.
No se trata de una cosecha estacional, sino que Abruseta produce todo el año gracias a sus instalaciones acondicionadas, que se bastan con plásticos bajo el techo y junto a las paredes de la nave para abrigar la producción y unos temporizadores con riego que cuelgan del tope del local para expulsar gotitas de agua durante unos veinte minutos todos los días y así mantener la humedad propicia para el crecimiento de las setas, que están a una temperatura de en torno a 24 grados centígrados.
El tipo de hongo que cultivan en esta empresa de Abrucena es pleurotus, un producto cuyo precio ronda en el mercado los 4 euros el kilogramo, y que consiste en una seta de las más sabrosas y apropiadas para todo tipo de platos de cocina.
Abruseta comercializa su producción en la provincia almeriense. Desde su sede en Abrucena las setas salen totalmente listas para su exposición en los lineales de compra, ya que en la misma firma se dedican al laminado de las setas, a su envasado y etiquetado. Como María expone, no todos los días envasan hongos, puesto que tampoco se arrancan las setas en jornadas sucesivas, más bien cada dos o tres días. Cuando toca, suman 150 ó 200 bandejas las que preparan; la cifra no es exacta ya que todo depende de la cantidad de setas con el tamaño suficiente para arrancar ese día, ya que además no todos los sacos producen a la vez puesto que los compran cada dos semanas para que produzcan de manera alternativa de forma que no se frene la producción, así mientras unas semillas comienzan a germinar, otros sacos ya están recubiertos de hongos para su arranque.
Ahora Abruseta se dispone a dar un paso al frente para se más competitiva y es constituirse como ecológica, tal cual señala María. Como dice la propietaria los inicios no fueron fáciles por la dedicación e inversión, algo que todavía arrastran, pero al hablar con ella delata una pasión e ilusión por lo que hace. A sus 57 años es una emprendedora con todas las letras.
De acuerdo al avance de superficies y producciones que elabora mensualmente la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, en Almería existe 1 hectárea de cultivo de setas, de la que de media se extraen 120 toneladas al año, cifra que se han incrementado en un 7% si se compara con la media de producción entre los años 2006-2009 que se establece en 113 toneladas. Si se tiene en cuenta el conjunto de producción micológica en Andalucía, la provincia almeriense tiene un peso importante, ya que supone casi el 50% del volumen cultivado. Según los datos de Agricultura, se produjeron 241 toneladas en la comunidad durante el pasado año, una cantidad muy inferior al compararla con la media de producción de los cuatro años predecesores establecida en las 347 toneladas, un 31% más.
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