Tic, tac... pasajeros al 2026: el tren de Almería sale de la vía muerta
El Corredor Mediterráneo
Tres de los tramos en obras entre la capital y Níjar y Vera-Pulpí superan el 40% de ejecución con previsión de conclusión a finales del próximo año
Fotogalería: Así están las obras del trazado del AVE en Almería
Las obras del Corredor Mediterráneo entre Almería y Murcia avanzan como nunca antes lo habían hecho y tres de los tres tramos en obras entre la capital y Níjar y Vera-Pulpí superan ya el 40% de ejecución con previsión de que puedan estar finalizados a finales del próximo año. Así lo han confirmado este viernes responsables de ADIF, el subdirector de Construcción de Corredores Europeos, Pablo de la Fuente, y la directora de Obra, Áurea Vilchez, que han acompañado al subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, en un recorrido que se iniciaba junto a la boca de salida del futuro túnel del polígono de Viator que permitirá salvar un desnivel de alrededor de 150 metros de altura para el paso de la línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia.
El trazado entre la capital y el levante presenta una orografía compleja, marcada por ramblas y terraplenes, que obligan a realizar mucho desmonte, excavaciones y pilotaje para reducir al mínimo el impacto ambiental y la pendiente (menos de 15 milésimas de inclinación) de una línea que contempla el tráfico mixto de pasajeros y mercancías, infraestructuras que suelen pasar desapercibidas hasta bien avanzada la obra como ocurre actualmente con los viaductos y pasos inferiores que transcurren en paralelo a la autovía. El Gobierno mantiene el compromiso de que estará operativo en 2026 y recuerda que la financiación está más que garantizada. Una disponibilidad económica sin precedentes con certificaciones de obras cada mes que han permitido dejar atrás otros tiempos de parálisis en los que las actuaciones de bloqueaban por impagos a las empresas y modificados asociados a ofertas a la baja.
La radiografía de las obras del AVE comenzó en el tramo Río Andarax-Níjar, de 25,5 kilómetros, que se extiende desde la salida de San José hasta la entrada a la capital en El Puche. Todos los tajos y estructuras están en obras, incluyendo los 16 viaductos que suman casi 5 kilómetros y un túnel de 878 metros que atravesará el polígono de Viator. En las próximas semanas se realizará un desvío del tráfico en la carretera del Mamí, que se alternará a ambos lado de la actual vía, necesario para avanzar en las obras de un viaducto de 1.414 metros, el más grande de la línea de Alta Velocidad en Almería. Tiene nada menos que 42 pilas en las que se desplegarán alrededor de 200 trabajadores. Además de la edificación de estructuras, han tenido que reponer las servidumbres de telefonía, riego y líneas eléctricas.
Las obras en las que se han invertirán en su conjunto 125 millones de euros alcanzan el 45% de ejecución. Se ha realizado mucha labor previa de cimentación que no se percibe, perforaciones profundas de hasta 38 metros bajo tierra para garantizar la solidez de los pilotes sobre los que circulará el ferrocarril. Además de los 16 viaductos y el túnel, el tramo más próximo a la capital que está en construcción desde febrero de 2020 cuenta con cuatro pasos superiores y nueve inferiores. El anexo, entre Río Andarax y El Puche fue puesto en servicio en julio de 2021, al igual que la primera fase de la integración del ferrocarril en la capital, mientras que la segunda fase del soterramiento sigue pendiente de la licitación de las obras.
Fabricación de vigas de 230 toneladas
A la altura del Kilómetro 21 se ha puesto en funcionamiento un centro de fabricación de vigas, tanto de las 150 que requiere el tramo Río Andarax-Níjar, como de otras necesarias para el de Pulpí. Cada una de estas piezas miden casi 40 metros y pesan 230 toneladas, características singulares que unidas a las restricciones del transporte especial hacen más que necesaria esta planta que produce entre cuatro y seis cada semana con un coste estimado de 4.200 euros por cada metro de estructura. El centro cuenta con una mayoría de ferrallistas portugueses que realizan un montaje de estructura de acero que se terminar de encofrar en un foso donde se rellenan de hormigón.
Después del fraguado se realizan pruebas con probetas para ver la calidad y resistencia y si superan el test se desplazan con el pórtico de neumáticos. La siguiente escala del itinerario por las obras es el viaducto sobre la Rambla de El Maltés, uno de los más avanzados del trazado provincial con todas las vigas instaladas a falta de las prelosas. En las próximas semanas quedará completado al igual que las obras de drenaje y pasos inferiores de esa parcela. Tiene una extensión de 580 metros y 14 pilas con vigas de 40 metros de alto y cinco de ancho que con las prelosas ganan amplitud hasta los 8,5 metros de la plataforma ferroviaria.
A la altura del túnel del Almendral arranca el tramo Los Arejos-Níjar, de 18 kilómetros, que comenzó a construirse en enero de 2020 y también estará concluido a finales de 2024, si bien algunos de sus estructuras complementarias se demorarán algunos meses. Actualmente se encuentra en un 40% de ejecución. Tiene 11 viaductos y 12 pasos inferiores. Cuenta con tres viaductos mixtos de los que dos, con alrededor de 700 metros, permitirán el paso sobre la autovía. Carlos Romera, director de obras del tramo, explica que estos tres viaductos suman una inversión de casi 80 millones de euros. Todas las estructuras necesarias ya están enterradas, así como resueltas las afecciones a regantes y suministros. Aquí también hay doble vía.
Cuatro puentes sobre la autovía
Son cuatro pasos de autovía, dos por cada uno de los tramos en Níjar, que implicarán desvíos de la circulación, nunca cortes y siempre manteniendo el doble carril, a partir de septiembre. Ya se está realizando el refuerzo del firme a ambos lados. Continuando con el itinerario, la comitiva de ADIF alcanza el paraje de la Venta del Pobre en el que se ha terminado el desmonte. Un poco más adelante se encuentra el viaducto sobre el Barranco de los Feos que es el más extenso del tramo. Se realizará con módulos de acero corten (como en la línea de Antequera) que se ensamblan en un lado y se van empujando hacia el inicio del viaducto cruzando los 906 metros de extensión a una altura de más de 40 metros. Tendrá 16 pilas y seis módulos que pesan cada uno en torno a 80 toneladas y han sido transportados desde Sevilla. El encaje tiene que ser milimétrico y la cimentación de los pilares alcanza los 38 metros de profundidad.
El siguiente tramo Los Arejos-Vera tiene la plataforma completada desde el Gobierno de Zapatero y enlaza con el de Vera-Pulpí que fue uno de los primeros en adjudicarse cuando se retomaron las actuaciones en abril de 2019. Tiene una longitud de 25 kilómetros y también se encuentra por encima del 40% de ejecución. El proyecto contempla 10 viaductos y cinco falsos túneles, pero lo más complejo de afrontar ha sido la reposición de la red de riegos porque se han duplicado los que se habían censado inicialmente. También se han extremado las medidas de protección ambiental para minimizar el impacto sobre la tortuga mora. La estación Vera-Almanzora forma parte de este tramo que también estará finalizado en la recta final del próximo año.
El último de los tramos, el comprendido entre Lorca y Pulpí, se extiende por 31 kilómetros y las obras comenzaron en junio del pasado año con un presupuesto de 207 millones. Están en marcha los movimientos de tierra, desbroces y reposiciones de servidumbre en un trazado con un túnel de 928 metros, 10 viaductos, 11 pasos superiores y 17 inferiores. Los trabajos del Corredor Mediterráneo a Murcia han cogido por fin la Alta Velocidad que nunca tuvieron. El tren de Almería sale de la vía muerta.
La sequía pasa factura
Las obras de los tramos en Níjar sufrieron un parón provisional de casi un par de meses en mayo y junio de este año como consecuencia de las restricciones de agua por la sequía. Según han confirmado los responsables de la actuación, los suministros que reciben de comunidades de regantes se vieron interrumpidos por la falta de recursos hídricos al tener que concentrar los existentes en el engorde de la sandía para su comercialización. Una vez recogidas han podido retomar el abastecimiento que los trabajos destinan al riego de terraplenes para compactarlos, también de los caminos y para la fabricación de hormigón. Llegaron incluso a valorar trabajar en turno de noche que implican menos consumo, pero finalmente no fue necesario.
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