Las cuentas del AVE en Almería: ejecución del 39% y 1.750 millones perdidos de 2005 a 2023
Corredor Mediterráneo
En los presupuestos de ADIF se consignaron 2.883 millones de euros, pero la inversión real fue de 1.134. La ejecución más baja de la historia se remonta a 2016 con Rajoy con el 5,9% de 112 millones
Ni la mitad de inversiones presupuestadas este siglo llegan a Almería: 2.700 de 5.620 millones
El Gobierno presupuesta 538 millones en las cuentas de 2023, casi el 90% para el AVE
Sólo se ejecuta el 20% de lo presupuestado en las obras de Acuamed en Almería: 12,2 millones
Más de la mitad del dinero que figuraba en el capítulo inversor del Ministerio de Transportes y Movilidad de los Presupuestos Generales del Estado en la provincia para la puesta en marcha de la línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia se han esfumado sin más explicación que los retrasos y replanificaciones que vienen lastrando su perpetuo calendario de redacciones de proyectos, licitaciones, adjudicaciones, modificados y obras. Las obras del Corredor Mediterráneo, un eje estratégico que permitirá conectar a la provincia con el corazón de Europa, se ha convertido en el principal agujero negro de la ejecución desde que Almería figura en las partidas consignadas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Entre los años 2005 y 2023, con tres presidentes del Gobierno y una decena de ministros de Fomento, se han presupuestado para la construcción del AVE un total de 2.883 millones de euros, pero la inversión real ha sido de 1.134 millones, apenas el 39% de lo que debería haber llegado y se había prometido.
El balance de dos décadas de anualidades de ADIF y ADIF Alta Velocidad, a las que ha tenido acceso este periódico, pone de manifiesto que se han perdido nada menos que 1.750 millones que se habían anotado para las obras de los 108,4 kilómetros que tiene el trazado del Corredor Mediterráneo en la geografía almeriense. Son las cuentas de la lechera en versión moderna de hasta tres gobiernos de signo político distinto (José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez) que dejaron en papel mojado la consignación contemplada en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos casi veinte años. Desde los tiempos en los que todavía se hablaba de la llegada del Euromed no se ha cumplido ni un solo plazo, se abarató el proyecto para dejar en vía única más de un tercio del trazado y la finalización del AVE almeriense se ha ido postergando con el atrezo de los anuncios y críticas que vertían socialistas y populares en función de quién residía en el Palacio de la Moncloa.
Hace tan sólo unas semanas, los diputados del PP denunciaban que entre 2019 y 2023 sólo se había ejecutado el 24% de lo presupuestado para la línea de Alta Velocidad en Almería y argumentaban que esa falta de inversión real acabaría repercutiendo en el retraso de las obras en curso y el incumplimiento de la previsión de finalización en el horizonte de 2026. "Es imposible que el Gobierno de Sánchez cumpla con la fecha prometida a los almerienses y murcianos, estamos ante un nuevo fraude a la opinión pública", lamentaba en su comparecencia Rafael Hernando que años atrás se aventuraba a justificar el "kilómetro cero" del AVE durante las legislaturas de Rajoy asegurando que Almería se encontraba al final de la línea como si las obras sólo pudieran avanzar en una dirección. La hemeroteca deja en evidencia los relatos de una clase política que ha permitido el ostracismo ferroviario de la provincia disparando a la audiencia local desde las trincheras de su partidismo falsos compromisos y promesas que nunca confluyeron con las cuentas reales.
El bipartidismo instrumentaliza los presupuestos a su antojo y cuando no gobierna cuestiona siempre el proyecto del adversario, pero se olvida de rendir cuentas y dar explicaciones de los millones que se han difuminado cuando comparten siglas con los ministros de turno. Pero la realidad de las partidas consignadas en Almería es objetiva y la fiscalización de las inversiones de ADIF pone al descubierto el grado de ejecución de cada ejercicio y también permite conocer cuando llegaron y no llegaron las inversiones. Con Zapatero (2005-2011) se contemplaron en los PGE para la Alta Velocidad 939,3 millones y se acabaron invirtiendo 482,1, es decir, cumplió con el 51% de lo presupuestado. Con Rajoy (2012-2017) se incluyeron partidas por valor de 571,3 millones y se gastaron 213, un 37%. Y, por último, con Pedro Sánchez (2018-2023) han sido programados 571,3 millones de los que se han ejecutado 438,8, el 32%. Pero hay letra pequeña en el análisis porque la estadística no incluye este 2024 en el que se ha avanzado y mucho en la construcción de la línea con todos los tramos pendientes en obras y eso repercutirá elevando el grado de ejecución y las inversiones.
Durante las legislaturas de Sánchez, teniendo en cuenta los fondos destinados a los trabajos en curso que han cogido velocidad de crucero, se habría invertido más en Almería que con los dos gobiernos anteriores a pesar de que la construcción de la línea fue lastrada de forma considerable durante los dos primeros años de la pandemia. De hecho, el ejercicio en el que más dinero se ha presupuestado para el AVE almeriense fue 2021 con 587 millones, de los que sólo se pudieron invertir 45,2, un 7,8% de lo previsto. La anualidad en el que más fondos de ADIF se materializaron en la provincia fue la último de Zapatero en 2011 con 281,8 millones, más incluso de lo que se había programado (262,7). El año en el que menos dinero se ha presupuestado para el Corredor Mediterráneo fue 2017 con Rajoy con 4,9 millones, una cantidad tan ridícula que fue superada por los fondos que finalmente llegaron para la modificación de los proyectos constructivos (11 millones).
Con el presidente gallego del PP también se dio la ejecución más baja de la historia cayendo al 5,9% en 2016. Ese año se habían presupuestado 112 millones para el AVE y la inversión real fue de apenas 6,7 millones. Cuando Pedro Sánchez llegó al Gobierno en 2018 eran 2.113 días sin obras del AVE en Almería y sólo se habían construido cuatro subtramos durante la última legislatura de Zapatero. Sólo se habían tapiado los túneles de Sorbas que supusieron un sobrecoste de 50 millones de euros en intereses y conservación sin poner una sola traviesa. Ese contador que lucía en la sede del PSOE de Almería continuó hasta superar los 2.700 hasta que se reiniciaron los trabajos en el tramo entre Pulpí y Vera a finales de 2019.
Las principales inversiones se concentran, por tanto, en periodos de gobierno socialista en los años 2010 y 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero y a partir de 2022 con Pedro Sánchez. Con sus luces y sus sombras, porque hay altibajos en el grado de ejecución a lo largo del mandato, pero las cuentas de ADIF presentan las mayores partidas de las que al menos un tercio de acaban materializando sobre el terreno. La situación actual de los trabajos, con todos los tramos pendientes en obras, ha permitido que la construcción de la Alta Velocidad avance a buen ritmo en la provincia y eso repercute directamente en los fondos que se están ejecutando en los últimos años: a falta de conocer la inversión del ejercicio en curso, han sido 132,8 millones en 2022 y 182,8 en 2023.
La realidad de los PGE en Almería: llegan 2.700 de 5.620 millones
La realidad de la financiación estatal que ha llegado a esta provincia, a la que ha tenido acceso este periódico gracias a la fiscalización del Ministerio de Hacienda para el periodo 2000-2023, pone en evidencia que más de la mitad fondos que en su día se contemplaron en los PGE para Almería y se perdieron por el camino, a veces repercutiendo en partidas del ejercicio siguiente por los retrasos y en otras directamente desapareciendo de la planificación plurianual porque se aparca la actuación como ocurriera con los accesos al Puerto, el AVE a Granada, la Balsa del Sapo, la Comisaría de Roquetas o el tercer carril de la A-7, entre otras infraestructuras que se han eternizado en el tiempo. En lo que llevamos de siglo las cuentas de los sucesivos gobiernos de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, dos presidentes del PP y dos del PSOE (el último en coalición), se han proyectado inversiones iniciales por valor de 5.620 millones de euros y el gasto real, lo que se ha ejecutado, se queda en 2.703 millones. Es muy grande la diferencia entre lo que fue y pudo haber sido.
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