2025, al año de Franco (II). El dictador en sus películas
Cultura
En el año que se celebra el 50º Aniversario de su muerte, la figura de Franco vivió una profunda evolución en la gran pantalla
2025, al año de Franco (I). 20 de noviembre de 1975
No es fácil aproximarse a una figura como fue Francisco Franco Bahamonde, por muchos y variados motivos. El hombre que marcó los destinos de España durante 36 años es después de muchos años, una figura en la que se encuentran, chocan, colisionan y estallan odios y sufrimientos. Franco fue un gran dictador y estatua ecuestre para el cine español. Su régimen político condicionó la creación cinematográfica hasta la asfixia de las libertades y el desarrollo de un cine servil y acomodaticio. Como es lógico, también se erigió en protagonista de cintas marcadamente propagandísticas que, en especial durante los años cuarenta, contribuyeron a magnificar su imagen como gobernante y las supuestas bondades de su ideario político. Esto hizo que el cine español padeciera durante décadas un marcado oscurantismo en cuanto a libertad creativa y a riqueza en historias y argumentos.
El cine nunca fue ajeno a la figura de Franco personalmente, para él y sus allegados, la propaganda del régimen tuvo uno de sus pilares básicos en el uso del séptimo arte, un medio de comunicación que en la dura posguerra tuvo una enorme incidencia en la sociedad. Los responsables de la propaganda franquista utilizaron este “soporte” en los años de guerra y, sobre todo, al inicio de la llamada posguerra para construir una ideología de choque. Y al dictador le fue bien caro el medio, como demuestra su participación directa en la película “Raza”. Aunque, paradojas de la vida, la censura, la ominosa y en muchas ocasiones surrealista censura (Luis García Berlanga vivió en primera personas las fauces de los censores), también le alcanzó a él. Así es que hay dos versiones de “Raza”, la más dura, de 1941; y la más suavizada, la de 1949, que se retocó después de la II Guerra Mundial, y en la que se suprimieron ataques a los países aliados. Bajo el seudónimo de Jaime de Andrade, el dictador escribió la novela que, adaptada por Antonio Román y el propio director de la cinta, el falangista, José Luis Sáenz de Heredia, se estrenó el 5 de enero de 1942, convirtiéndose para los españoles en un irónico regalo de Reyes cargado de heroísmo y exaltación de los nuevos valores patrios. Inspirándose en su propia familia, Franco narraba el valor, sacrificio y redención vividos por la familia Churruca: crisol de militares heroicos, políticos conversos a la auténtica fe y sacerdotes instalados en su particular esperanza y caridad. Su desmedida exaltación de los valores del Régimen convirtió a la película en un indigesto panfleto en lo ideológico e histórico. Como prueba de ello, el registro relativo al filme en Internet Movie Data Base contiene la siguiente advertencia: “Please, don’t match it and don’t Belice it”, lo que traducido a español es “Por favor, no la vea y no la crea”.
Siguieron otros filmes que, emanados de la ortodoxia del régimen autoritario franquista, pretendían afianzar en el pueblo español los valores de la heroicidad, sometimiento político y admiración religiosa. Juan de Orduña, dirigió en 1942, “A mí la legión”, Antonio Román, en 1945, realizó “Los últimos de Filipinas” y la cinta “La mies es mucha”, dirigida por el primo hermano de José Antonio Primo de Rivera, fundador a la sazón de Falange, José Luis Sáenz de Heredia, en 1949, podrían ser los primeros versos de una muy larga epístola dada al pueblo español por Franco en sus incansables homilías y ejercicios espirituales desde el púlpito de su omnímodo poder.
Nadie le encarnó en vida
La inclusión del NO-DO (Noticiario Documental) como sesión obligatoria convirtió a Francisco Franco en un “galán pertinaz, pero provisto de distintos ropajes adecuados a cada una de las funciones”, como hacen los actores profesionales de todos los tiempos. Con todo, esa presencia, esa omnipresencia, no se tradujo en el cine de ficción hasta después de muerto ya que ningún actor encarnó el personaje hasta bien entrada la democracia. Ya silenciados los viejos cantos admirativos, llegó la mirada más objetiva y crítica: La acentuación en el rigor histórico en “Caudillo”, obra de Basilio Martín Patino, en 1977, fue un valioso documental que demuestra la antítesis política extraíble de un mismo hecho de la Guerra Civil; el acercamiento a las claves ideológicas de la película de Sáenz de Heredia, en ese mismo año, Gonzalo Herralde, en “Raza”, del espíritu del dictador; el relato cabal y medido de Jaime Camino en “Dragón Rapide”, de 1986, con un Juan Diego insuperable encarnando la figura de Franco; el divertido juego de las diferencias entre iguales utilizado por Antonio Mercero en “Espérame en el cielo”, de 1988, con el actor Pepe Soriano convertido en atribulado doble del dictador. En 1993, Juan Echanove, ganador del Premio Goya por su intervención, donde lo borda en “Madregilda”, un filme de Francisco Regueiro sacando los perfiles más oscuros de Franco; y, por último, la grotesca caricatura dibujada por Albert Boadella en “¡Buen viaje, Excelencia!”. Todas ellas podrían ser estampas necesarias en el álbum más realista del otrora “Generalísimo”.
Gran dictador y estatua ecuestre para la filmografía española, Franco Bahamonde fue dueño de las ideas y señor de los anillos en una España que, en lo relativo a dictaduras, será ya para siempre el país de Nunca Jamás.
Más filmografía
- Franco ese hombre
Documental realizado para conmemorar los XV Años de Paz, una efeméride que se celebró durante la dictadura festejando su victoria en la Guerra Civil. La dirigió su amigo Sáenz de Heredia. El guión fue escrito por éste y José María Sánchez Silva.
- Espíritu de raza
Revisión realizada ocho años después, dura cinco minutos menos que su predecesora. Pretendía dar una imagen menos beligerante del canon franquista.
- Franco, un proceso histórico
Documental dramatizado donde actores profesionales permiten la intervención de destacadas figuras de la vida política y cultural española, para analizar y valorar la figura de Francisco Franco. Estuvo dirigida por Eduardo Manzanos.
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