2025: El año del cambio de Almería con nuevo Paseo y Puerto abierto
Urbanismo
Buena parte de la capital estará en obras con tres voluminosos proyectos de gran impacto económico y social para la capital
Giro de 180 grados al Puerto de Almería con las primeras vallas de separación derribadas el próximo año
En este tan próximo año nuevo la Rambla de Almería celebrará un cuarto de siglo. De este proyecto y de la transformadora unión del centro se dice que no ha habido hasta ahora otra intervención que haya supuesto tal cambio radical en la fisonomía urbana de Almería de impacto, también, social. Pero 2025 le depara a la ciudad una metamorfosis, casi de extremo a extremo, protagonizada por tres proyectos de los que casi se lleva hablando el mismo tiempo transcurrido desde que la Rambla es la Rambla. Al soterramiento de las vías del ferrocarril –a concluir en 2026–, y a la vuelta de las vacaciones de Navidad, se le sumarán la remodelación del Paseo de Almería y la apertura del Puerto a la ciudad. Dos voluminosas obras, acompasadas en su diseño y que tienen además un punto de unión: precisamente la Rambla, con el mismo arquitecto, Antonio Góngora, trabajando en el diseño de este ‘abrazo urbano’.
No hay fórmulas mágicas de plenas garantías, pero sí probadas. Algunas desafortunadas, las que han pasado sin pena ni gloria, y otras, como la peatonalización, que han conseguido resucitar a los centros históricos de otras ciudades hasta el punto de convertirse en un revulsivo de ciudad. No hay que viajar a otro extremo del país, ni siquiera a Madrid. Las vecinas Málaga y Granada son maestras de ese cambio que Almería anhela para devolver la categoría de ‘salón de la ciudad’ a la zona centro y que provoque la eclosión que saque del agónico letargo al comercio capitalino. A día de hoy más de la cuarta parte de los locales del Paseo están cerrados a cal y canto. Una desertificación comercial que envidia al sólido estado del retail malagueño con su calle Marqués de Larios con único local disponible y siendo una de las vías comerciales más transitadas y codiciadas del país en la que las grandes marcas quieren estar.
"Son intervenciones transformadoras de la Almería del futuro, más moderna”
Es la aspiración de Almería y, si bien no se trata de una peatonalización total, el proyecto a emprender por el Ayuntamiento a partir del 13 de enero persigue ese objetivo de revertir la situación. Este runrún viene ya de lejos. Y de largo. De la última legislatura del socialista Santiago Martínez Cabrejas procede el concepto de centro comercial abierto al amparo del comercio del centro, una tímida apuesta entonces que echó raíz, pero aún carece de porte y floración. De aquellas primeros estudios para modernizar el Mercado Central, las obras del parking Obispo Orberá y los cortes al tráfico del Paseo los fines de semana con actividades de ocio –sobre todo, infantil–, se pasó durante los mandatos de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador a hacer efectiva la peatonalización, si bien en el entorno del Paseo, desde Reyes Católicos al Instituto Celia Viñas.
Las obras –ahora en el otro lado de la arteria principal, adentrándose en el casco histórico–, han tenido su continuidad. “La rehabilitación del Cerro de San Cristóbal y todo el centro histórico, la reforma del Paseo o el Puerto Ciudad son obras transformadoras de la Almería del futuro”, ha valorado la alcaldesa, María del Mar Vázquez, al tiempo que ha mostrado su convencimiento de que “esta serie de proyectos supondrán un revulsivo para el centro”.
Son doce meses de trabajos, confiados a la Unión Temporal de Empresas Hormigones Asfálticos y Lirola Ingeniería, con una inversión de 11.195.914 euros. Divididas en fases, las obras arrancarán en la zona comprendidas por Puerta Purchena y Navarro Rodrigo, dejando para la última tanda desde calle General Tamayo hasta la Plaza Circular para terminar en las Navidades de 2025. Se acompasará esta fase con la actuación prevista para la conexión del Paseo y la Rambla Belén con el muelle de Levante del Puerto sobre la que trabaja desde este verano el arquitecto Antonio Góngora y que pronto estará en los despachos de Alcaldía y la Autoridad Portuaria. “Todos los pasos que se están dando a través de proyectos transformadores para hacer una ciudad más accesible, sostenible y moderna”, enmarcando la regidora en sus palabras este inminente inicio de las obras del Paseo y la conexión del Paseo y la Rambla Federico García Lorca con el Muelle de Levante del Puerto, “lo que supondrá las primeras obras visibles del Puerto-Ciudad”.
"Las obras de apertura a la ciudad se ejecutan este 2025. Son dos hectáreas a urbanizar”
Y es que la entelequia de la apertura del Puerto de Almería a la ciudad se transformará en una realidad palpable para los aún incrédulos. Si Vázquez –sea cual sea el resultado– es merecedora de una hipotética medalla al arrojo no aflorado en Alcaldías pasadas (la última Corporación de Martínez Cabrejas ya se planteaba la peatonalización), a Rosario Soto, la actual presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), le corresponde el mérito de ejecutar el marcoproyecto Puerto-Ciudad que, de igual modo y en lo que se refiere a una transformación urbana con impacto positivo en la economía de la ciudad, también tiene de referencia a Málaga y de la misma manera se lleva hablando de esta intervención, al menos, dos décadas.
“Las obras de apertura a la ciudad que se ejecutarán en 2025 por más de 11 millones son la urbanización de las más de 2 hectáreas (desde Vía Parque hasta muelle de Levante y zona de Ribera I hasta el cantil del muelle de Ribera I)”, explica Soto, quien añade “la nueva fachada más sostenible y que simula un barco, el tinglado, el Varadero y el acceso directo de la N340 que descongestionará de tráfico la entrada a la ciudad”.
Han sido dos años de trabajos previos de licitaciones y redacciones de proyectos, más adjudicaciones de las obras que este mes de enero comenzarán hasta alcanzar el derribo de los primeros 66 metros de la valla que separa el Puerto de la ciudad, todo un símbolo de una Almería integrada que 2025 celebrará. “Y todo ello”, agrega Vázquez, “sin olvidar los barrios, que son el alma de la ciudad y cuya mejora no puede ser ajena al gran momento que está viviendo Almería”.
El AVE de otra ciudad
La llegada de la Alta Velocidad a la provincia implica, además, un profundo cambio en la fisonomía de la capital almeriense, desde El Puche a la intermodal, donde ya se asoma la estructura de la nueva estación. Hay derribos sonados como lo han sido la pasarela, el puente de Los Molinos, el del autovía del aeropuerto y el túnel de La Goleta, que dan paso a nuevas calles y zonas verdes.
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