“Hasta 1986 la situación arquitectónica de Almería era caótica”

Nos conocemos hace bastantes años del mundo cofrade, él devoto de su Soledad y yo de mi Virgen del Primer Dolor. Admiro su laboriosa y minuciosa restau-ración del monasterio de las Puras y disfruté el pasado mes de su histórico Pregón a la Virgen del Mar, el único que se ha celebrado en la Catedral.

Pregunta.–Almeriense de pura cepa, de la Plaza Careaga.... 

Respuesta.–¡Ja, ja, ja! Bueno, yo nací en la Plaza de SanPedro y luego mis padres se traladaron a la Plaza delCarmen. Estudié Primaria en el colegioSanJosé y Bachillerato en elInstituto. Allí tuve un profesor muy severo e impopular, D.Ramiro, que vio cualidades en mí y me aconsejó que estudiara Arquitectura. Y eso hice.

P.–En la Escuela de Arquitectura de Sevilla.

R.–Pues sí, donde estuve hasta 1979. Eran los años del comienzo de la restauración de los cascos históricos de las ciudades para evitar su deterioro y hasta la pérdida. Basta darse una vuelta por Almería para darse cuenta de los atropellos urbanísticos cometidos en el casco antiguo hasta esos años. 

P.–Caótica arquitectura en nuestra ciudad hasta 1986.

R.–Aquel año se aprobó el PGOU en el que yo participé, al igual que en el de El Ejido y regulamos el crecimiento anárquico de Almería. Con ligeros retoques, es el que sigue vigente tras 38 años. Al menos conseguimos parar los atropellos de la piqueta.

"El PGOU [Plan General de Ordenación Urbana] de ese año fue el que reguló la Almería que tenemos hoy”

P.–Apartir de entonces, a construir y restaurar ordenadamente una ciudad muy anárquica.

R.–Pues sí, llevo 45 años en ello y aún no me jubilo. Mías son la restauración del convento de las Puras, la iglesia de Santiago, el monumento de Los Coloraos, construcción del instituto Galileo, el colegio de ElAlquián y, en la provincia, la iglesia y el convento de Vélez Blanco, la iglesia de Purchena, el castillo de Garrucha... entre otros.

P.–La más conocida, la restauración del convento de las Puras.

R.–Nos llevó 18 años de trabajo entre 1987 y 2005. Encontramos una serie de construcciones mudéjares del siglo XVI dedicadas a la vida de clausura que ocupaban toda una manzana, que en algunas zonas jamás se había tocado en cinco siglos y, a veces, parches mal configurados que dificultaban la restauración. Al no estar abierto al público, se cuidó poco y allí encontramos todo lo imaginable: muros, lápidas, candiles, objetos religiosos antiquísimos... El coste de las obras lo sufragó la consejería de Cultura y las mismas monjitas.

P.–¡Qué alegría poder visitarlo ya !

R.–Sí pues cuando entramos nosotros nunca había pisado ese espacio prácticamente nadie ajeno a la clausura y era una pena que todo ese trabajo y esa joya del patrimonio de Almería no pudiera disfrutarse por casi nadie.

P.–El pobre está encajonado, los turistas no dan con la entrada.

R.–¡Ja, ja, ja! Está rodeado de construcciones altas, incluida la casa sacerdotal. Desde 1986 no se pueden levantar más de cuatro alturas en el casco antiguo pero algunas son anteriores.

P.–También participaste en la urbanización de laRambla.

R.–Sí, en el equipo de AntonioGóngora,una obra faraónica que necesitaba la ciudad para romper esa barrera, esa cicatriz que tenía en mitad de ella. Transformó totalmente el centro de Almería. 

Sin duda, la obra de restauración que más me satisface es la del convento de las Puras, una joya del siglo XVI”

P.–¡Uy, que se acaba el espacio! A ver, tu faceta cofrade.

R.–Soy de la cofradía de la Soledad desde hace muchos años. El mes pasado tuve el honor de ser pregonero de la Virgen del Mar.    

P.–Todas las mañanas...

R.–Ando hora y media por el casco antiguo de Almería, tempranito.