Un viaje en el tiempo: así sería la ciudad medieval de Vera
Historia
Las excavaciones recientes permiten saber más sobre Bayra, destruida por un terremoto en 1518
La actual ciudad de Vera fue construida (su parte más antigua) en la primera mitad del siglo XVI. Para ello se eligió un llano junto a la vieja ubicación, la del cerro del Espíritu Santo que tuvo que ser abandonada en 1518 después de que un tremendo terremoto destruyese prácticamente toda la ciudad medieval.
Ahora, más de 500 años después de aquel 9 de noviembre que cambió para siempre la historia de Vera —antiguamente llamada Bayra—, algunas de aquellas viviendas y estructuras enterradas comienzan a ver la luz. El pasado verano un equipo de arqueólogos de la Universidad de Granada realizó excavaciones en este yacimiento declarado Bien de Interés Cultural desde 2006.
La alcazaba de la cima
El equipo del Grupo de Investigación “Producción, Intercambio y Materialidad” (PRINMA de la Universidad de Granada desplazado a Vera en julio de 2021 logró desenterrar parte de las estructuras de la alcazaba de la ciudad: en concreto, la entrada de la misma, cuyo arco ya estaba visible.
Se trata del célebre castillo del que habló el viajero Jerónimo Münzer en 1494. Sobre esta zona, que ya había sido objeto de trabajos de consolidación en 2018, el equipo de la UGR ha logrado encontrar muestra de varias etapas diferente, desde la fundacional en época musulmana hasta las reformas que se realizaron posteriormente tras la conquista cristiana de 1488.
Los restos de la alcazaba, su cimentación básicamente, se pueden ver con facilidad en la cima del cerro, a pesar de que sobre ellos se ubicó una enorme escultura del Sagrado Corazón de Jesús el 17 de julio de 1948, siendo alcalde Francisco Cervantes de Haro.
Los estudios realizados durante finales del siglo XX y principios del XXI evidencian que la alcazaba de Vera tenía un muro perimetral de tapial con al menos tres torres rectangulares en las esquinas. La entrada se realizaba mediante escalinatas, de las que se conservan tres peldaños y un posible acceso acodado en rampa hacia la zona donde se emplazaría la torre residencial.
En el interior de este recinto superior se distinguen restos de una habitación cuadrada que en planta presenta evidencias de la división en dos espacios diferenciados. En el sector sur aparecen una serie de muros sobre los que se ha colocado una peana del Sagrado Corazón, mientras que en el lado este se localiza un aljibe que atraviesa la zona superior en su totalidad.
Las torres de esta alcazaba son de fábrica distinta a los muros, en este caso estos son de cal y cantos. Las torres que se adosan a las esquinas presentan un sistema constructivo a base de un zócalo de calicanto sobre el que se levantan sus cuerpos en tapial.
Restos de muros y viviendas
Las excavaciones de este verano también han sacado a la luz diferentes complejos estructurales de ámbito doméstico y materiales arqueológicos de distinta índole que están siendo estudiados por parte de un grupo multidisciplinar.
La excavación de este verano
La excavación ha consistido en cinco sondeos arqueológicos en diferentes puntos del cerro. La intervención se ha ejecutado bajo la dirección del profesor del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas Alberto García Porras y el arqueólogo y doctorando de la UGR Moisés Alonso Valladares, con el apoyo técnico del arqueólogo Nicolás Losilla Martínez y la arqueóloga Carmen Sánchez Castillo. A ello hay que sumar el trabajo de numerosos voluntarios, tanto nacionales como internacionales, así como la presencia de estudiantes del Grado en Arqueología de la UGR, quienes han podido desarrollar allí el prácticum de final de carrera.
Según explicaba a Onda Cero en enero Moisés Alonso, director de la excavación arqueológica, los restos cerámicos hallados "hablan de dos tradiciones arqueológicas diferentes". Han aparecido restos claramente cristianos (hay que recordar que la dominación musulmana acabó 30 años antes del terremoto) y otros nazaríes. Por lo tanto, según el arqueólogo, se muestra la convivencia de dos sociedades: la musulmana y la cristiana.
Según una nota hecha pública por la Universidad de Granada, "la dimensión de los hallazgos es significativa, superando algunos tramos de muro de las viviendas excavadas los dos metros de altura".
Hay algunos restos de viviendas en buen estado de conservación, a pesar de los cinco siglos transcurridos. Se ha encontrado incluso un suelo de losas de piedra y baldosas de barro, lo que hace pensar que se trataba de una casa de alguna persona con un estatus importante dentro de la ciudad de Bayra.
Un vídeo con el supuesto aspecto de la ciudad
Para hacerse una mejor idea de cómo pudo ser la ciudad medieval de Bayra, destruida en 1518, el Ayuntamiento de Vera, en colaboración con la Diputación Provincial, ha publicado una producción audiovisual que muestra cómo habría sido la ciudad (puede verse en la parte superior de la noticia).
Según la concejal de Cultura, María Manuela Caparrós, “es totalmente indispensable una labor continua de difusión, una labor didáctica que acerque el Cerro del Espíritu Santo a la población y a los visitantes a través de unos recursos visuales que nos muestren la realidad histórica de cuanto allí aconteció”.
El vídeo ofrece una reconstrucción virtual arqueológica y arquitectónica, que alterna las más altas tecnologías de levantamiento y diseño 3D, realidad virtual, recreaciones mediante representaciones con actores locales y basada en investigación científica documentada.
Mitos y 'fake news' sobre la ciudad medieval de Bayra
La ciudad de Bayra y su sucesora, la Vera construida en el llano, han sido caldo de cultivo de mitos desde la antigüedad. El más famoso tal vez, y ridículo a la vez, es el que dice que Isabel la Católica estuvo presente en el lanzamiento de una flecha con una ballesta desde la cima de la ciudad destruida; donde cayese se construiría la nueva.
Una leyenda romántica que ha corrido de generación en generación, pero que es rotundamente falsa. Para empezar, en 1518 Isabel de Castilla ya llevaba 14 años muerta (falleció el 26 de noviembre de 1504). Y sobre la ballesta, la confusión viene del documento enviado por don Francisco de Castilla al Rey Carlos I informando de cómo se debía de reedificar Vera: "En un llano a menos de un tiro de ballesta de la antigua ciudad". Era una unidad de medida.
Otra falsedad sobre Bayra es la que recorre las redes sociales en los últimos días. Varios medios —algunos de relevancia— han querido atraer lectores con un titular falso: "Aparece una ciudad medieval sepultada por un terremoto", como si se hubiera descubierto recientemente. La ciudad nunca desapareció (todo el mundo sabía que estaba en el cerro del Espíritu Santo). Lo único que se ha hecho ahora es excavar (y tampoco ha sido reciente, sino en julio de 2021).
¿Qué pensarán sobre ese "descubrimiento" los investigadores como Lorenzo Cara Barrionuevo y Domingo Ortiz Soler, dos de los mayores conocedores del yacimiento? ¿O los arquitectos Lola Miralles Miralles y Gerardo Úbeda Rueda y los restauradores César Ordás García y Noe Sánchez Oña, responsables de los trabajos de consolidación llevados a cabo en 2018?
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