A la venta parte de un cortijo de 1880 en este pueblo de Almería

Historia

Fue fundado por Juan José Giménez Ramírez como hacienda para la exportación agrícola

Así es vivir en el barrio de Almería que no tiene negocios: "Solo nos falta una mina de oro"

Cortijo La Providencia en Antas.
Cortijo La Providencia en Antas. / Idealista

1880 era un año de prosperidad en España. Reinaba Alfonso XIII y la política estaba dominada por el turnismo entre liberales y conservadores, ungidos por el monarca a las espaldas de la voluntad popular. En Antas comenzaba a vislumbrar un espacio que, casi 150 años después, está a la venta, al menos en una tercera parte de su territorio. Es el Cortijo la Providencia, que acaba de publicarse en el portal inmobiliario Idealista y que se puede adquirir por 300.000 euros.

Desde el Ayuntamiento que dirige Pedro Ridao, confirman que no tenían constancia de esta transacción y que sería necesario someterlo a una nueva restauración tras décadas cerrado. Antonio Luis Rodríguez, técnico de Turismo en el Consistorio, explica que fue edificado "gracias a la Ley de Colonias Agrícolas como una hacienda donde se explotaba producción agrícola para la exportación". Fue fundado por el vecino Juan José Giménez Ramírez, familia de senadores, y se fue heredando de generación en generación hasta que quedó deshabitado en la década de los sesenta.

¿Cómo es el inmueble en venta?

Según la oferta del portal inmobiliario Idealista, se trata de un terreno con 1.194 m² construidos, dos plantas, un ascensor, una plaza de garaje y sin inquilinos. "Para reformar", recuerdan los propietarios.

Uno de sus propietarios, cuenta Antonio, fue Luis Giménez Cangas-Argüelles, hijo de Juan José, quien fuera un conocido político y abogado, que representó a su tierra en el parlamento nacional y que fue Gobernador Civil en Canarias y Granada, hasta que dejó la política tras la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, en 1923, regresando con la instauración de la II República y siendo elegido diputado con la CEDA, el partido fundado por Gil-Robles, y Acción Popular, según se puede consultar en su biografía publicada en el Instituto de Estudios Almerienses.

Una vez el nieto del fundador se marchó en los años sesenta, el cortijo pasó décadas deshabitado y fue pereciendo por el desgaste de no haber sido renovado. El uso agrícola que algún día tuvo en la Antas del siglo XIX se difuminó y sus aposentos se quedaron vacíos. En los albores del Siglo XXI, en 2001, se intentó devolver a la vida, sometiéndose a una nueva remodelación. "Se cambiaron los muros exteriores y todo el interior, el edificio residencial..., pero no se trabajó los corrales", cuenta este técnico de Turismo. Pasaron a ocuparlo, aunque ocasionalmente, solo por vacaciones, las herederas de la familia, tres señoras que pasaban cortas estancias en el lugar.

Hace no demasiado tiempo, un conocido empresario del municipio se hizo con la propiedad de los terrenos y comenzó a plantar naranjas para exportación, devolviendo, aunque a menor nivel que en sus inicios, cuando este espacio se coronó como un referente en el que ha sido históricamente el motor económico de la provincia. Ahora se vende un tercio de este territorio, que se puede extender a un tercio más si se negocia con el propietario, reza la oferta.

El futuro que le dé el nuevo propietario a este terreno es aún una incógnita, pero no faltan las propuestas. "Se podría hacer algo relacionado con el patrimonio hídrico, un museo rural, una casa rural...", sugiere, a titulo personal, Antonio. El objetivo, que el cortijo siga en pie siglo y medio más.

stats