El sol se alineó con la abandonada iglesia de Teresa, como en el equinoccio del siglo XVI

Historia

El Colegio Oficial de Arquitectura Técnica organizó una visita para ver amanecer desde el interior del vetusto templo

Teresa, la misteriosa mezquita de Turre que no miraba hacia La Meca

Momento en el que el sol sale perpendicular al templo, en el equinoccio eclesiástico.
Momento en el que el sol sale perpendicular al templo, en el equinoccio eclesiástico. / Víctor Visiedo

La iglesia-mezquita del lugar de Teresa, en Sierra Cabrera (Turre), guardar multitud de secretos en sus centenarios muros de piedra. ¿Quién construyó el templo católico?, ¿en qué año?, ¿qué había antes de ser una mezquita?... Y hasta hacer muy poco también era un misterio el porqué de su singular orientación, con el muro de la fachada girado unos pocos grados con respecto a los muros laterales. Hasta que en 2022, el investigador Francisco Bernardo Pérez creyó dar con la clave: el sol.

El pasado domingo 30 de marzo la vetusta iglesia turrera viajó en el tiempo hasta aquellos primeros años del siglo XVI en el que fue construida sobre las ruinas de una mezquita. El sol dibujó sobre el horizonte el mismo movimiento que, según la teoría de Francisco B. Pérez, sirvió de guía para orientar su puerta, de forma que el sol sirviera como calendario para fijar la fecha del Domingo de Ramos.

Un nutrido grupo de arquitectos técnicos de la provincia acudieron el 30 de marzo a este edificio ubicado en medio de la sierra, en el despoblado medieval que otrora fue un pueblo relevante en la zona. La visita, organizada por el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Almería, sirvió para conocer los importantes vestigios que quedan de este importante enclave histórico que fue abandonado definitivamente por sus habitantes moriscos en 1569, como la iglesia levantada en el siglo XVI sobre la anterior mezquita musulmana y el conjunto hidráulico constituido por una presa, acequias y molinos.

Llegaron bien temprano, pues lo interesante era ver el orto del sol. Se ubicaron en el interior del antiguo templo, mirando hacia la puerta para comprobar “in situ” su orientación a la luz del sol saliente en el equinoccio eclesiástico (el evento solar marcado por la Iglesia como inicio de la primavera y que sirve para determinar en qué día cae el Domingo de Resurrección). Como explica Francisco Bernardo Pérez López en el libro “La Iglesia-Mezquita del Lugar de Teresa” (Ed. Espacio Lector Nobel), pese a que el equinoccio astronómico que marca el inicio de la primavera tuvo lugar el pasado 20 de marzo, cuando a principios del siglo XVI se levantó la iglesia de Teresa aún regía el calendario juliano, que tenía un retraso de diez días con respecto a nuestro calendario actual. Por ello, para que actualmente pueda verse la misma salida del sol del equinoccio eclesiástico que se veía en el siglo XVI hay que esperar a que pasen diez días y, por lo tanto, coincide con el 30 de marzo.

La iglesia-mezquita de Teresa.
La iglesia-mezquita de Teresa. / Francisco B. Pérez

"La disposición de la iglesia es muy relevante, no solamente a nivel constructivo, sino por las implicaciones históricas, religiosas y paisajísticas que conlleva, generándose una auténtica hierofanía solar", explica el investigador. La fachada principal está girada con precisión para quedar orientada, con exacta perpendicularidad, a la dirección de los primeros rayos de luz del Sol saliente del equinoccio eclesiástico (21 de marzo) de la época, habiéndose descentrado en la misma el hueco de la puerta principal para escenificar visualmente la salida del Sol de ese día con la forma de las montañas que hay frente a la iglesia. Es decir, solo hay un día en el año en el que se puede mirar por la puerta de este edificio y ver el sol aparecer perfectamente perpendicular a traves de la "V" que forman las montañas enfrente.

Ni la mezquita miraba a La Meca ni la puerta está en el centro

La construcción que se conserva es una iglesia, pero antes hubo al menos una mezquita (y se desconoce si antes ya había un templo). La mezquita tenía sus muros más largos perfectamente orientados en el eje oeste-este, y el supuesto muro de la quibla (en cuya dirección rezan los musulmanes) miraba hacia el sur, en vez de a La Meca. Aunque no es del todo raro en las mezquitas andalusíes, lo cierto es que la mayoría de los templos musulmanes de la zona (sobre los que ahora hay edificadas iglesias) tienen orientación sudeste, pero este no.

Por otra parte, en cuanto a la iglesia que se conserva, en parte, tiene los dos muros laterales perfectamente alineados con el eje oeste-este, pero la fachada y la parte posterior no son perfectamente perpendiculares, como sería de esperar, sino que tienen un descuadre de 2,25º. Pero eso no es todo. La fachada principal esconde otro “defecto” constructivo. La puerta no está en el centro, sino que su eje está desplazado 12 centímetros hacia el muro sur.

La respuesta a este “error”, según el investigador Francisco B. Pérez, está en la salida del sol del equinoccio eclesiástico. Se desplazó la fachada y la puerta para que el sol se viera ese día concreto desde el interior del edificio asomar por la puerta. Todo medido al detalle.

Siendo una premisa básica del cristianismo el que sus iglesias queden orientadas a levante, por donde sale el Sol, numerosas investigaciones y estudios de expertos han puesto de manifiesto que uno de los principales patrones empleados para orientar la construcción de las iglesias cristianas medievales en toda Europa Occidental fue la luz del Sol saliente del equinoccio eclesiástico de 21 de marzo. En Teresa, esta circunstancia tiene una gran trascendencia, ya que, habida cuenta del convulso momento histórico vivido en el Levante Almeriense a principios del siglo XVI con la obligada conversión al cristianismo de la nativa población musulmana, se trata de un interesante medio de aculturamiento, en este caso arquitectónico, para imponer los rasgos cristianos sobre una sociedad que todavía no podía olvidar su inmediato pasado de ocho siglos de dominación musulmana.

Los arquitectos técnicos conocieron también las infraestructuras hidráulicas de la zona.
Los arquitectos técnicos conocieron también las infraestructuras hidráulicas de la zona. / Francisco B. Pérez

Este evento con arquitectos técnicos también sirvió para reclamar protección para este monumento. Como dice Francisco Bernardo Pérez, "a pesar de tratarse de un yacimiento arqueológico de primer nivel, Teresa sigue hoy sin protección oficial alguna por parte de la Junta de Andalucía, sin que su templo, que muy posiblemente ya lo fuera antes del período musulmán, ni los importantes restos que quedan de lo que fue una de las más importantes poblaciones del Levante Almeriense, aparezcan siquiera contemplados en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía, de competencia autonómica, paso inicial y previo a cualquier declaración de Bien de Interés Cultural, un reconocimiento que desde largo tiempo Teresa merece y requiere para que pueda estar protegida como necesita".

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