Así es el monumento menos conocido de la capital almeriense

Puntos de interés cultural

En el enclave arqueológico Puerta de Almería se encuentra la única excavación de origen romano de la ciudad y los restos de la muralla islámica que cerraban la ciudad por el sur

La Alcazaba de Almería, cada vez más cerca del récord de visitantes

Enclave arqueológico Puerta de Almería, el monumento con menos visitantes de la capital.
Enclave arqueológico Puerta de Almería, el monumento con menos visitantes de la capital. / D.A.
María Baeza

07 de octubre 2024 - 06:00

El enclave arqueológico Puerta de Almería es un yacimiento que se encuentra ubicado en el Parque Nicolás Salmerón. En él pueden encontrarse dos excavaciones de orígenes completamente diferentes, por un lado, los únicos restos arqueológicos romanos conservados en la ciudad, una factoría de salazones, que son además los restos conocidos más antiguos de la ciudad de Almería, y por otro, una de las puertas de la muralla islámica, contemporánea a la Alcazaba, que cerraba la ciudad por el sur.

La muralla islámica

La muralla musulmana se inició a mediados del siglo X, cuando la ciudad de Almería adquiere el estatus de Medina, lo que significa ciudad fortificada. Martín Haro Navarro, arqueólogo coordinador del enclave arqueológico, explica que “el motivo por el que amurallaron la ciudad es porque posteriormente instalaron la flota califal de todo el imperio en la ciudad de Almería, por lo que era importante tenerla protegida”.

Lo que se puede apreciar en este enclave es la estructura de toda la línea de muralla. Por un lado, “dos torres que se elevan y que daban paso a una calle, un acceso a la ciudad, posiblemente con un arco que ha desaparecido, evidentemente”. Además de estas torres, existían otras que tenían la función de defender la muralla, estructura que también puede encontrarse en este yacimiento. 

Además, dentro de la propia estructura se pueden apreciar restos de diferentes tipologías. “En realidad, la muralla no solamente es del siglo X. Aquí tenemos una amalgama de distintos momentos del desarrollo de la ciudad de Almería. Existe una primera fase, que algunos autores interpretan como que fue la cimentación de la muralla, pero para mí, realmente, esa era la muralla califa y a partir de ahí, a partir del siglo X, hay diversas reestructuraciones y replanteamientos de la muralla”, manifiesta Haro.

Sedimentos de diferentes épocas dentro de la muralla.
Sedimentos de diferentes épocas dentro de la muralla. / D.A.

Esto se debe a que “desde el siglo X hasta el siglo XXI, en nuestra ciudad y en nuestros territorios han sucedido una serie de eventos. Por ejemplo, grandes terremotos, invasiones o momentos de temporales del mar y todo ese tipo de cuestiones afecta, de alguna forma, alterando a la propia estructura de la muralla. Hay que tener en cuenta que el mar ha retrocedido con el tiempo, antes se encontraba mucho más cerca, contribuyendo a la erosión”.

La fisionomía y el diseño del Parque Nicolás Salmerón obedecen a la estructura de la muralla, ya que se encontraba rodeándolo y todo fue configurado basándose en ella. “La ciudad siempre evoluciona desde aquí hacia dentro, pero sin dejar de tener en cuenta que Almería se cubría de esplendor cuando miraba hacia el sur".

"Por ejemplo, a partir del siglo XVI, cuando sucede la conquista cristiana, la ciudad entra en crisis, porque en realidad ya no hay comunicación con el sur, el transporte de mercancía está mirando hacia Castilla. Almería deja así de tener un papel estratégico, ya que florece cuando hay conexión con la otra orilla, porque era necesaria para el transporte, para la defensa y para la flota califal", concluye el arqueólogo.

Las balsas de salazón

Por otro lado, también se encuentran los restos más antiguos de la ciudad de Almería hasta el momento conocidos, que son unas balsas de salazón de época romana que estuvieron funcionando desde el siglo I al IV. Las salazones eran un tipo de industria propia de las zonas costeras, muy frecuentes en todo el sur peninsular y el norte de África y constituían uno de los pilares fundamentales de la economía y comercio de estos enclaves marítimos. 

Durante la propia excavación de la muralla es cuando aparecieron los restos romanos de manera inesperada. Se trata de seis pequeñas balsas, aunque una de ellas en un momento determinado consideran conectarla con otra y ampliarla, junto a un pasillo central, que se utilizaba para la carga y descarga.

Martín Hato explica que, “solamente se pudo excavar esta zona, por lo que mi planteamiento es que en realidad esto tuvo que ser mucho más complejo, ya que este elemento siempre está asociado a algún tipo de estructura, como una villa o casa. Además, este tipo de trabajos siempre están asociados a otros, como la industria pesquera y la obtención de la sal, que probablemente llegaría de las propias salinas de Cabo de Gata”.

Balsas de salazón de origen romano.
Balsas de salazón de origen romano. / D.A.

“Evidentemente, la entidad de las balsas de salazón me hace suponer que el núcleo inicial de asentamiento del momento romano debió de ser algo más grande de lo que incluso se supone. Hay dos hipótesis, la primera plantea que solamente sería un asentamiento pequeño, tipo villa, una especie de aldea pequeña, mientras que la otra nos hace pensar que realmente empieza a desarrollarse aquí un núcleo de población importante”, relata el arqueólogo.

La época romana en la ciudad de Almería es un momento histórico muy desconocido, en parte también por la falta de investigación. “Existe una especie de vacío, ya que no sabemos exactamente qué ocurre entre el siglo IV y siglo XV. Se investiga mucho de la época medieval, pero no se llegan a los niveles romanos. De hecho, algunos autores, han incluso planteado la posibilidad de que ya existiese el puerto, el 'Portus Magnus', que sería un puerto ya de época romana”, cuenta Haro. 

¿Cómo surge el enclave?

El descubrimiento de estos restos se dio de una manera casual. A mediados de la década de los ochenta, se produce la venta de un edificio que se encontraba situado en este lugar, y se procede a su demolición para construir uno nuevo. 

“Parece ser que alguien que pasó por delante, apreció unos restos que podrían ser más antiguos de lo que se pensaba, y que sobre los restos de lo que era la muralla, había incluso una máquina picando. Entonces se produjo la primera intervención de emergencia en la ciudad de Almería, asociada con el cambio de la parte de competencia y cultura del Estado Central a la autonomía”, cuenta el coordinador.

Este suceso creó tal repercusión que se formó un movimiento ciudadano que reivindicaba la necesidad de conservar estos restos. “Se habían aprovechado ciertas estructuras para montar el edificio antiguo y al desmontarlo se dieron cuenta de que dentro estaba embutida la muralla”, concluye.

Las visitas en números

Según la estadística de la Red de Espacios Culturales de Andalucía, se trata del monumento que menos visitas recibe de la ciudad, con un total de 4.226 en el año 2023 y 2.943 desde enero hasta julio de 2024. A nivel provincial solo supera al enclave arqueológico de Villaricos, que durante el pasado curso fue visitado por 1.976 personas.

El enclave se puede visitar de miércoles a domingo desde las diez de la mañana a las dos de la tarde. La entrada es gratuita y además ofrece visitas guiadas, normalmente, los jueves. Estos están dedicados principalmente a colegios e institutos de la provincia y además, los sábados a las doce de la mañana también se realizan visitas gratuitas para cualquier interesado.

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