Huércal de Almería, capital provincial del intercambio de cromos de fútbol
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La Papelería Ágora organiza este sábado la tercera cita del evento
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Alejandro Cuadrado lleva años ayudando a su padre Juan en la papelería que la familia regenta en el barrio de Villa Inés, en Huércal de Almería. Su vida está entre material de oficina y demás menaje para la vida laboral y escolar, pero sus aficiones son otras. Una ilusión desde niño fue coleccionar los cromos del fútbol, conseguir llenar el álbum de la Liga y ascender al olimpo de todo joven futbolero de finales de los noventa e inicios de siglo que se precie. Intercambiarse los ‘repes’ es uno de los rituales de todos los fans de esta actividad y esa relación ‘comercial’ se ha transformado ahora en una de las iniciativas que más clientes atraen a su negocio y que cumple ya tres ediciones.
“Cuanta más gente venga, más satisfacción sentimos”, cuenta a Diario de Almería al otro lado de la línea telefónica. La cita es el próximo sábado, antes del Domingo de Ramos, durante toda la jornada. Habrá churros para desayunar y sorpresas. Una de ellas, especialmente ilusionante para los fans del equipo que dirige Rubi. “Vamos a sortear un balón firmado que nos han donado los jugadores de la Unión Deportiva Almería”, anticipa. En la recta final de la temporada, con el ascenso pendiendo de un hilo, un seguidor de los rojiblancos podrá llevarse a casa la pelota con el sello de Maximiano, Marc Pubill o Lázaro Vinícius. “Lo hemos conseguido a través de un colaborador”, explica.
Si el año pasado se acercaron en torno a doscientas personas, la idea en esta oportunidad es duplicar la cifra de asistentes. “Esperamos a unas cuatrocientas personas, pero cuanta más gente, mejor”, recuerda Alejandro, que está preparando minuciosamente esta iniciativa. Si consiguen que los niños abandonen por un rato las pantallas de los móviles, reto logrado. “Queremos que los niños no pierdan la ilusión, ya no juegan a la pelota y no intercambian los cromos”, defiende. Dice que los padres le paraban por la calle y le pedían retomar la iniciativa. Es un cónclave sano, “nadie engaña a nadie”.
No hay restricciones. “Pueden venir todos, el coleccionismo no tiene edad”, cuenta, aunque sí normas nuevas. “Solo vamos a poder vender nosotros los cromos, no va a poder venir nadie con un taco de cincuenta cromos y llevarse dinero”, recalca. Sí se podrá intercambiar sin límite. El punto seguirá siendo el mismo, el exterior de la papelería Ágora. La fecha es con la llegada de la primavera para aprovechar las segundas ediciones de los álbumes y los nuevos fichajes, que se publican en esta época.
Sobre el futuro, hay ganas de crecer. “Siempre queremos llegar a más, queremos hacer un gran evento, en un sitio cerrado”, sueña. Por lo pronto, algo más tangible, es que la próxima sea una concentración de sábado y domingo para que nadie se quede sin ir.
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