Seis fiestas en Almería para disfrutar de enero entre roscos y pólvora
Fiestas populares
Lubrín, Olula del Río, Cantoria, Fondón, Fiñana y Gérgal rinden tributo a San Sebastián con su particular idiosincrasia en festejos cargados de tradición, gastronomía, cohetes y mucha devoción
Almería/Enero es un mes atípico, mezcla de propósitos nuevos para afrontar el año, una temida y cada vez más empinada cuesta para hacer frente a las subidas de precios generalizadas y también, como no, de la vuelta de múltiples festejos. Y la provincia de Almería tiene mucho que ofrecer para los amantes del jolgorio con diversas fiestas teñidas de tradición y que suponen todo un acicate para sus pueblos.
Uno de esos pueblos es Lubrín, que tras tres años sin poder celebrar su tradicional Fiesta del Pan a causa de la pandemia, este año vuelve por todo lo alto este próximo día 20 de enero. Lo más significativo son los roscos de pan que se tiran desde los balcones durante el recorrido de la procesión de San Sebastián. Hay una gran competencia entre familias por participar en la fiesta con varias arrobas de roscos y desde cualquier rincón del municipio vienen con sus sacos repletos de pan para el santo, cumpliendo con las promesas de todo el año o simplemente para seguir con la tradición ancestral. En las calles, los jóvenes compiten por coger los roscos que luego colocan en una cuerda.
¡San Sebastián! ¡San Sebastián! ¡San Sebastián! Oé, oé, oé, oé, oé. Los jóvenes componentes de las peñas no dejan un sólo instante de jalear a su Santo Patrón. Los roscos de pan vuelan desde balcones y ventanas; los rosqueros levantan brazos y manos, dan saltos en su afán de coger todos los que puedan, luego los ensartan en una soga y así hasta que se acaban los roscos o la soga no da para más.
Por las misma fechas, cerca de allí, en Olula del Río se procesionan las imágenes de los patrones del municipio, San Sebastián y San Ildefonso, durante los días 20 y 23 de enero, tirando roscos de pan desde balcones y ventanas. Las noches previas, 19 y 22 de enero, desde las 22:00 horas se tiran carretillas, cohetes sin palo, y se prenden hogueras en el casco antiguo, sacando en procesión las imágenes de los patrones.
Fiñana también rinde tributo a San Sebastián en una fiesta diferente, llamativa y abierta a todo el mundo el día 20 de enero . Uno de los momentos más espectaculares se produce en la salida de la imagen de la parroquia de la Anunciación. Los fieles esperan en sus inmediaciones a pesar del frío y vibran con el ingrediente mágico: nunca falta la pólvora. Desde la salida del santo hasta su encierro, los cohetes acompañan por el recorrido, pero es al inicio de este cuando se produce la mayor explosión. La plaza junto a la parroquia se encuentra rodeada por una línea de cohetes que son quemados para avisar al municipio de que San Sebastián ya está en la calle, listo para acompañar a los suyos en un religioso y largo paseo por las calles de Fiñana. A su paso, los jóvenes amenizan el recorrido con diferentes gritos como "¡San Sebas con el tracatrá! o ¡Que vea el sol! Son muchos los que consiguen llegar hasta el final del recorrido, algo que exige paciencia y esfuerzo sin duda alguna. La noche es larga, pero puede más el estar presente en una celebración con tanto carisma que las ganas de quedarse en casa.
Este recorrido da para muchas cosas: jóvenes dedicándole canciones durante toda la procesión, vecinos apoyados en los balcones a su paso, cohetes por doquier anunciando su trayecto, música y, sobre todo, bebida y buena comida. Y es que Fiñana encontró hace muchos años la gastronomía que ensalza a estas fiestas. Habas, tocino, jamón, rosas (palomitas de maíz), embutidos de todo tipo, carne en ajillo y, sobre todo, zaramandoña. El plato típico de los fiñaneros, que está compuesto por pimientos verdes, rajados y secados al sol, tomate seco, calabaza en rodajas, cebolla, aceitunas, ajos y bacalao. Y todo esto regado por un buen vino del país, que para pasar el frío que hace en esta zona durante las celebraciones no está de más. Todos estos platos se ponen a disposición de los vecinos de la localidad casa por casa, pero también de los turistas. Los hogares abren sus puertas para que la gente vaya entrando en ellas y degusten la comida que durante todo el día se ha preparado con el mayor cariño posible.
Y si hablamos de gastronomía popular, en Fondón tienen una fiesta única e inigualable para rendir tributo a San Sebastián: sus famosos chiscos. En plena calle pero con el calor que sólo saben (y pueden) transmitir las ascuas, el vino de Fondón y un buen lomo de cerdo. Así resumen año tras año las miles de personas que asisten a los Chiscos en honor a San Sebastián, o más comúnmente conocida como la fiesta del marrano, una epopeya redentora de fuego en la que se devora (casi literalmente) a diez cerdos en la plaza de este pueblo de las Alpujarras en una gran hoguera de más de treinta metros de longitud y tres de ancho y que divide en dos tan pintoresco lugar, la plaza Bernardo Martín del Rey .
Una efeméride que cada año atrae a más y más personas y que se celebra este próximo sábado día 21 (como marca la tradición siempre es el sábado más cercano al 20 de enero, antesala de la procesión de San Sebastián). Y es que desde las siete de la tarde, son ya muchos los que pueblan la plaza de Fondón y que se apresuran a comprar raciones de carne -entre 1.000 y 1.250 gramos- y barras de pan por un precio simbólico de dos euros cuya recaudación siempre se destina posteriormente a una obra solidaria.
Unos días antes, más al norte, en el Valle del Almanzora Cantoria se prepara para vivir los días 16 y 17 su fiesta más singular y tradicional, como es la tirada de carretillas en honor a los dos patronos de la localidad, San Antón y San Cayetano. Los cantorianos son muy conscientes de que una de las peculiaridades de esta fiesta reside, precisamente, en ser muy riguroso a la hora de lanzar las carretillas tanto en las zonas habilitadas para este fin como en la manera en que se debe ir ataviado para no correr riesgos.
Aunque el grueso del programa se concentra en los días 16 y 17, el sábado habrá un anticipo ya que se ha organizado una exhibición de carretillas y una proyección de fotos de esta fiesta en la Plaza de la Constitución por la tarde.
Una tirada de cohetes en honor a San Antón a las 9 horas del lunes anunciará el comienzo de las fiestas que arrancarán con una misa en la iglesia Nuestra Señora del Carmen para posteriormente iniciar la procesión del carretillero. A las 19 horas arrancará la tirada de carretillas que se iniciará con los más pequeños para dar paso a los jóvenes y, por último, a los mayores de 18 años, actividad que se prolongará hasta las 5 de la madrugada.
Y en otra punta de la provincia, concretamente en la comarca del Nacimiento, llegan tres de los días más especiales para los vecinos de Gérgal para comenzar el año: del 20 al 22 de enero. Se trata de los actos festivos para honrar a su Patrón San Sebastián y nada mejor que retrotraerse en el tiempo y hacerlo vestidos de moros y cristianos con las tradicionales concentraciones y desfiles. Un evento que ya se ha consolidado en el calendario provincial como uno de los más importantes por el gran número de personas que participan en el mismo y que de por sí reafirma la identidad de Gérgal con uno de los pilares de su particular idiosincrasia.
Cuadrillas de moros y cristianos visten elegantes y fantasiosos trajes, desfilando por las calles y representando, durante tres días, tres actos con textos que versan sobre las luchas de ambas tropas en la época de la Reconquista por la imagen del Santo y la toma del Castillo de Gérgal. Los principales factores que han contribuido a su notoriedad son, por un lado, la Hermandad de San Sebastián que se encarga de su organización y funcionamiento y, por otro, la adopción del modelo levantino en su indumentaria, favoreciendo además con ello incorporación al ritual de la población femenina, que hasta entonces estuvo totalmente excluida, y una puesta en escena que atrae a vecinos emigrados y foráneos.
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