Turismo LGTBI: Vera Playa, la pequeña Chueca de Almería

En sus calles no ondean las banderas arcoíris. Su nombre ni siquiera aparece en los principales folletos de turismo LGTBI. Pero, poco a poco, Vera se ha ido convirtiendo en uno de los destinos preferidos por este colectivo, que ha encontrado en sus playas nudistas y en su zona de locales de ambiente un lugar perfecto para pasar las vacaciones.

España es el segundo país mejor valorado entre los viajeros europeos que se declaran como LGTBI friendly, solo por detrás de Italia, según un informe de Travellyze, la plataforma de inteligencia turística de ITG (International Tourism Group). Chueca (Madrid), Sitges, Benidorm, Torremolinos o Maspalomas son algunos de los destinos más conocidos, pero año tras año el municipio almeriense de Vera se va abriendo hueco y ya ha colocado también su nombre en el mapa LGTBI.

Cada verano son más las personas LGTBI que llegan hasta Vera Playa seducidos por su carácter nudista y su oferta de ocio orientada al público homosexual. Un combo perfecto que es muy del gusto de este colectivo. Entorno al Playazo (el primer enclave naturista de Europa) se ha ido desarrollando una amplia oferta de alojamiento, restauración y ocio que incluye urbanizaciones nudistas, chiringuitos, bares, restaurantes, pubs y discotecas de ambiente e, incluso, un hotel naturista de cuatro estrellas, el Vera Playa Club, que tiene el honor de haber sido el primero de este tipo en España.

Vera Playa es un destino LGTBI muy diferente al resto, no solo por estar vinculado al naturismo, sino porque su popularidad ha ido creciendo de forma inesperada, sin que haya habido detrás grandes campañas promocionales, ya sean públicas o privadas. El secreto de su creciente fama radica en el boca a boca. Son los propios turistas que visitan la zona, muchas veces sin saber muy bien lo que se van a encontrar, quienes luego acaban recomendando Vera a sus amigos. Además, el que viene una vez suele repetir, o incluso se queda para siempre, como le sucedió a Rafa López, el propietario de Botanic, uno de los locales LGTBI de la avenida Ciudad de Barcelona.

Tabú y Botanic, dos locales de ambiente en Vera Playa

La discoteca Botanic y el pub Tabú son el paradigma de la oferta LGTBI en Vera Playa. Dos locales gay friendly ubicados pared con pared donde cientos de personas beben, bailan y se divierten durante todo el año, porque no solo abren en temporada alta, como la mayoría de establecimientos de ocio de la zona, sino que permanecen abiertos los 12 meses. A escasos metros está El Pecado, que anteriormente fue también un club LGTBI y ahora está enfocado al público swinger (intercambio de parejas) y que es el único que cuenta con cuarto oscuro.

La avenida Ciudad de Barcelona de Vera Playa es, salvando las distancias, una pequeña Nogalera de Torremolinos: el lugar donde se concentra la oferta LGTBI. O una mini Chueca, si se prefiere.

En Almería brillan por su ausencia las zonas de ambiente (como se han denominado tradicionalmente). Apenas hay un par de pubs en la capital (Babilon y Byblos) y poco más. Por eso llama la atención que Vera, un pequeño municipio de apenas 18.000 habitantes, tenga la mayor oferta de ocio LGTBI de toda la provincia. “El temporada baja aquí vienen habitualmente personas de toda la provincia y de Murcia”, asegura el dueño de Botanic. Y en verano, de toda España y extranjeros: “Entre nuestros clientes hay estadounidenses, canadienses, mexicanos…”, dice Francisco Navarro, del pub Tabú.

Todo empezó con A’Divina en 2009

Hace 14 años, Vicenta Mérida (Tina) tuvo la iniciativa que cambiaría para siempre Vera Playa. Junto al hotel nudista había decenas de pequeños locales con bares y restaurantes, pero ningún pub. La zona carecía de un local de ambiente para satisfacer la demanda de un público cada vez mayor que elegía la playa naturista para pasar sus vacaciones. De hecho, solo había un local LGTBI en toda la provincia (el Drácena de la capital). Así, el 3 de abril de 2009 abría sus puertas A’Divina, un local que supuso un antes y un después para la zona. Su éxito animó a otros a invertir en establecimientos del mismo estilo y surgieron Rainman, primero en Mojácar y luego en la zona gay de Vera, The Elephant Club Gay, en Mojácar Playa, y más tarde Cruising y Botanic.

Vera estaba acostumbrada a convivir con el naturismo, pero tener una zona LGTBI era algo novedoso. Y ya se sabe cómo son los pueblos pequeños... No fue sencillo luchar contra los prejuicios y la falsa imagen que se creó. “Lo llamaban la zona roja y nos ha costado muchos años quitarnos ese estigma”, asegura Francisco Navarro. Pero, poco a poco, los veratenses comenzaron a acercarse a la zona y conocieron su realidad: “Con los desfiles del Orgullo empezó a cambiar la imagen que tenían y vieron que estos son locales donde no se cuelgan etiquetas, que es una zona divertida y de libertas de pensamiento”, señalan los propietarios de los dos locales LGTBI.

El 18 de abril de 2015 el A’Divina se convirtió en Tabú, ya con Francisco Navarro “Chiyo” al frente. “Quise seguir la misma línea que tenía, siendo un local LGTBI donde no se excluye a nadie por su orientación sexual, su color o su raza… Un local para todo el mundo, donde se respete a todos”, asegura.

El Tabú se ha convertido en un referente del mundo LGTBI. El pub abre todas las noches durante la temporada alta (hasta el 2 de noviembre) y los fines de semana en temporada baja. Tanto en su sala interior como en su amplia terraza se vive un ambiente divertido y sano, con una amplia variedad de público que va desde chicos y chicas LGTBI hasta parejas heterosexuales, con edades que van desde los 20 a los 70 años. “La música es de tendencia, con nuestro Dj residente David Turpín, pero también hacemos muchas fiestas temáticas durante todo el año”, explica Navarro. También son habituales los shows de transformismo con artistas como Desireé Vogue, Sandy Show o Valquiria Show, entre otros. La entrada es gratuita.

Justo al lado se encuentra la discoteca Botanic, que se inauguró el 3 de julio de 2020. Su propietario, Rafa López, es un zamorano que conoció Vera Playa casi por casualidad en 2013 y se quedó prendado de la zona. “Me gustó mucho porque era como volver a una zona turística de los años 80, sin aglomeraciones”, explica. Junto a su pareja decidió invertir en una zona que veía con muchas posibilidades, sobre todo cuando se consume la llegada del AVE (se espera en 2026). Primero compró un apartamento para veranear, luego otro para vivir definitivamente y en 2018 adquirió un local con la intención de abrir un local diferente, orientado al público LGTBI. “Es la única discoteca LGTBI del arco mediterráneo desde Benidorm a Torremolinos”, destaca.

A pesar de las dificultades de abrir en plena pandemia, al Botanic no le ha ido nada mal y ya es otro de los referentes de la provincia. De hecho, recientemente fue elegido como uno de los mejores locales del Levante Almeriense en los Premios de la Noche Almeriense. “Estamos vivos gracias a los clientes, al colectivo LGTBI”, remarca. “El mismo verano que abrimos conseguimos que en la zona LGTBI de la playa la gente hablase de quedar por la noche en el Botanic; es la mejor publicidad posible, que el colectivo tenga tu destino como destino nocturno”.

Botanic destaca por tener una decoración cuidada al detalle, con motivos vegetales, tanto en sus dos plantas interiores como en su amplia terraza. A eso se une un ambiente divertido donde son habituales las actuaciones en directo y los shows de transformismo. Por allí han pasado artistas como La Prohibida, Kika Lorace, Pompino, Rubí Diamante o Lolita Versace, por citar algunos ejemplos.

La ruta de los destinos LGTBI

Vera si ha situado, por méritos propios, en el mapa LGTBI de España. “Muchos hacen ruta desde Sitges a Torremolinos, pasando por Benidorm, y ahora han incluido a Vera como una parada obligatoria”, asegura Rafa López. Cuando descubren su “ambientazo y buen rollo” deciden quedarse unos días más.

Pero Vera Playa no tiene nada que ver con otros destinos LGTBI, como Torremolinos. “Aquí la oferta está muy ligada al naturismo”, explican. Para Francisco Navarro sería un error pretender hacer de la avenida Ciudad de Barcelona una nueva Nogalera (Torremolinos): “No podemos volver a ser relacionados con un turismo sexual gay, con lo que nos ha costado quitarnos ese estigma”, recalca. Defiende que Vera Playa tiene que ser reconocido como “un lugar donde hay una alternativa de ocio para cualquier orientación sexual”. O, como dice el dueño del Botanic, “el naturismo no es sinónimo de morbo y perversión; esto es una zona, más bien, de pensamientos libres”.

Aunque sería absurdo intentar ocultar algo que es ampliamente conocido: la existencia de dos zonas de cruising o encuentros sexuales al aire libre, tanto en el bosque de Palomares como en la rotonda de la avenida Tortuga Boba.

Pero Vera Playa no solo tiene una enorme playa naturista (con una zona extraoficial para el colectivo homosexual) y un par (o tres) de locales gay friendly. Su oferta es mucho mayor, aunque muchas veces desconocida. Hay chiringuitos nudistas como El Pirata o Punto Nat, bares donde se permite ir sin ropa (excepto un pareo) como el Alcazaba o el ya mencionado hotel naturista. A eso se une el resto de posibilidades que tiene la zona, con un parque acuático, restaurantes de nivel, clubes de playa como Maraú o la cercanía a Mojácar y el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Sin embargo queda mucho por hacer para consolidar todo lo que ya hay y seguir creciendo. “Vera Playa aún sigue teniendo muchos tesoros desconocidos”, dice el propietario de Botanic. Lamenta la falta de una oferta complementaria específicamente para el público LGTBI, como un hotel orientado a ellos (como los famosos Ritual) o actividades que contasen con apoyo institucional, más allá del desfile del orgullo, desde unos juegos olímpicos LGTBI (se acaban de celebrar en Madrid) o la difusión de información en canales turísticos: “ni siquiera hay algo tan básico como un abandera arcoíris en la calle".